Yurena en una imagen de archivo.

Yurena en una imagen de archivo. Gtres

Famosos DOCUMENTAL

Del bullying en su infancia a sus dos intentos de suicidio: Yurena cuenta en primera persona y como nunca antes su historia

Los Javis acaban de estrenar en Netflix una serie, 'Superestar', y un documental, 'Sigo siendo la misma', sobre el fenómeno Tamara.

Más información: La arriesgada apuesta de convertir a Tamara en una niña en el arranque de ‘Superestar’, la nueva serie de Netflix

Publicada

María del Mar Cuena Seisdedos: así es el nombre real de Yurena (55 años), popularizada primero como Tamara y conocida por todos gracias a su éxito No cambié. La vida de la artista se ha convertido en historia viva de nuestro país y, sobre todo, de la televisión. Un éxito de masas que acabó con ella convertida en un "juguete roto" de la pequeña pantalla, tras ser tachada de "friki" y "oportunista".

Yurena solo tenía una intención: ser famosa y cantante. Sin embargo, la carrera que despegó en los años 2000 y aterrizó en el plató de Crónicas Marcianas tenía preparado un fin de fiesta muy distinto para ella. "Me intenté quitar la vida dos veces", ha confesado en el documental Sigo siendo la misma, de Netflix, donde se ha sincerado sobre su historia.

La artista no tuvo una vida fácil: desde los problemas en su infancia hasta los conflictos televisivos, pasando por la presencia constante de su madre, Margarita Seisdedos, que se convirtió en su relación más tóxica, mientras estaba rodeada de personajes como Paco Porras (66), Loli Álvarez (54), Tony Genil (77) o Leonardo Dantés (77), con quienes protagonizó innumerables enfrentamientos y dieron forma a un fenómeno conocido como Tamarismo.

Tamara (ahora Yurena) en un posado del documental.

Tamara (ahora Yurena) en un posado del documental. Carla Oset Netflix

María del Mar no tuvo una infancia fácil. Sin embargo, para ella, su trance más complicado comenzó cuando empezó a ser conocida. Pasó por tantos altibajos, tantos azotes en televisión, que llegó a plantearse incluso el suicidio. "Tenía tanto dolor dentro, tanto, tanto, que lo único que pasaba por mi cabeza era que quería descansar", ha expresado en dicho documental.

Hasta ahora, Tamara (ahora Yurena) solo había contado que, en una ocasión, intentó quitarse la vida, algo que en su día sorprendió a todos en televisión. Sin embargo, durante aquella etapa tan complicada no fue solo una vez, sino dos. "Me intenté quitar la vida dos veces, debido a ese linchamiento", ha continuado diciendo, mientras recordaba todas las veces que se han reído de ella, tanto en televisión como por la calle.

"Me llevaron las dos veces a hacerme un lavado de estómago, solo quería irme. Tuvieron que mandar una UVI móvil", relata, mientras se acuerda de su madre. "No quiero ni imaginar el dolor, cómo se tuvo que sentir mi madre viéndome así. Ese es el único recuerdo que tengo", añade.

La artista rompe a llorar al hablar de Margarita Seisdedos, incapaz de contener las lágrimas tras recordar a su madre, fallecida hace años. "Cuando desperté, la recuerdo llorando. Destrozada. Me dijo que cómo había podido ser capaz de hacer eso", ha contado sin poder contenerse. Y añade: "Si me hubiera ido, ella se habría muerto", desvelando las palabras que su madre le dijo tras aquel trance.

Para Tamara no ha sido fácil abrirse camino en la música, especialmente en España, ya que su carrera ha estado marcada por luces y sombras que siempre sobrevolaron su futuro. "Era necesario hablar de esto y que se sepan las cosas de una puta vez", ha concluido la cantante, visiblemente rota.

La infancia de Tamara

Aunque todo esto tiene un trasfondo más profundo: una infancia nada fácil, ni para ella ni para su madre. Mientras el fenómeno irrumpía en televisión como una artista multidisciplinar con muchas aristas que se hicieron virales, su futuro fuera de los focos era más gris, algo que nunca se atrevió a verbalizar durante sus años de fama.

"Yo recuerdo que mi madre iba al patio, de pequeña, a verme al colegio, y había niñas que se reían de eso", ha contado sobre su infancia, un recuerdo que sigue siendo amargo. Aunque no tardó en señalar su gran complejo: su físico.

"Con 14 años me puse más gorda. Tenía un acné importante. Lo tenía todo para ser el blanco de niñas y niños crueles, y por eso yo no quería salir de casa, para no sufrir bullying, y me refugiaba en la música", ha explicado Tamara. Esto hizo que "la música" se convirtiera en su refugio y que "no tuviera ni amigas ni amigos". Algo a lo que su madre quiso poner remedio.

Quizá no fue lo más acertado, pero la vida para Yurena comenzó a cambiar enseguida. "Me pusieron una dieta súper estricta, pero no me importaba, porque lo que yo quería era estar delgada y que dejaran de reírse de mí", ha dicho con el rostro visiblemente afectado.

Tamara (ahora Yurena) en un posado del documental 'Sigo siendo la misma'.

Tamara (ahora Yurena) en un posado del documental 'Sigo siendo la misma'. Carla Oset Netflix

Pero si hubo algo que le causó un profundo conflicto con ella misma fue el tamaño de su pecho, que durante la adolescencia no se desarrolló. "Casi se me veía plana. La primera operación de aumento de pecho fue a los 16 años. Me daba vergüenza", confiesa. De hecho, ha llegado a decir que no sentía miedo, que incluso cantaba durante la intervención porque no le importaba nada.

Última voluntad de Margarita

Tamara recuerda aquella infancia como una etapa complicada en la que su madre fue siempre su gran apoyo, hasta que finalmente siguió persiguiendo su sueño de ser famosa y reconocida en nuestro país. Pero lo más difícil fue la forma en la que se hizo conocida y el recuerdo que la industria audiovisual conserva de ella.

Por otro lado, Yurena sufrió una gran pérdida el 22 de octubre de 2019, cuando Margarita falleció a los 91 años de edad. Desde entonces, Tamara se siente en deuda con ella. "Ella quería ser enterrada donde está enterrado su padre, mi abuelo, en la tumba familiar, en Villarino, en su pueblo", ha comenzado diciendo. Y añade: "Yo no cumplí su voluntad; egoístamente, decidí incinerarla".

Aunque también hace referencia a que "es lo único que me queda de ella y eso me ayuda a que ese vacío lo sea un poquito menos", así es como se siente arropada por su progenitora, que falleció hace ya más de cinco años.

Sin embargo, ha desvelado durante el documental que está intentando "cumplir su voluntad: llevar sus restos junto con los de su padre", aunque confiesa que es una búsqueda para la que no estaba preparada y no ha podido localizar el panteón familiar, ya que no existían registros de aquella época. Por ello, finalmente, las cenizas de su madre siguen descansando con ella.

Para algunos es Tamara, para otros Yurena y para otros tantos Ámbar. Sin embargo, María del Mar siempre estuvo presente en todas sus facetas, y hoy es reconocida como la artista multidisciplinar que fue y sigue siendo ante los ojos de todo el mundo, y de la que Margarita estaría orgullosa.