Val Kilmer.

Val Kilmer. Gtres

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La cruda historia de Val Kilmer, el actor que murió creyendo en la ciencia cristiana y enterró a su hermano con solo 15 años

El legendario actor de 'Top Gun' falleció este pasado miércoles, 2 de abril, a los 65 años por una neumonía.

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La muerte de Val Kilmer a los 65 años a causa de una neumonía ha puesto en perspectiva su particular forma de hacer y enfrentarse a las cosas. Convertido en estrella hacia finales de los ochenta por las películas Top Gun (1986) y Willow (1988), la vida del intérprete estadounidense estuvo plagada de altibajos una vez convertido en uno de los galanes más deseados de aquel entonces.

El primer momento realmente duro al que tuvo que hacer frente ocurrió en 1977 cuando su hermano menor, Wesley, se ahogó en un jacuzzi con 15 años tras sufrir un ataque epiléptico. Aquel incidente que golpeó duramente a sus padres, le inspiró para preparar el rol en la película The Salton Sea (2002), lo que supuso un alivio porque desde entonces había convivido con las cicatrices emocionales. "La familia nunca volvió a ser la misma", aseguró el actor en el documental Val (2021).

Justo antes de la muerte de Wesley, Val hizo historia al convertirse en el estudiante más joven admitido en la prestigiosa escuela de interpretación Juilliard de Nueva York con solo 17 años. Antes de alcanzar su máximo grado de popularidad mantuvo relaciones amorosas con Cher, Carly Simon y Ellen Barkin, pero no fue hasta el rodaje de Willow (1988) cuando encontró el que parecía el gran amor de su vida, la actriz Joanne Whalley, con quien se casó tras el estreno del filme.

El actor Val Kilmer en una imagen de 2005.

El actor Val Kilmer en una imagen de 2005. Reuters

Tuvieron dos hijos, Mercedes (33) y Jack (29), que han sido sus pilares más fuertes en la última década de su vida cuando la quimioterapia, la radioterapia y una posterior traqueotomía le inutilizaron la garganta. No solo perdió la voz, sino que a partir de 2014 tuvo que respirar a través de una cánula en la garganta y alimentarse con líquidos con una sonda directa al estómago.

En la década de los noventa pasó a engrosar el selecto club de los actores mejor pagados ya que por Batman (1995) percibió siete millones de dólares, por El Santo (1997) cobró otros siete millones más y por La isla del Dr. Moreau (1997) obtuvo un salario de seis millones de dólares. Y también estuvo en las primeras posiciones como uno de los actores más difíciles para trabajar.

Cuando se puso a las órdenes de Oliver Stone en The Doors (1990), donde dio vida a Jim Morrison, el actor exigió que la gente se dirigiera a él como Jim y todo el equipo recibió instrucciones para evitar hacer contacto visual con la estrella.

Lo más gordo se desveló en 2017 a raíz del movimiento MeToo cuando la actriz Pamela Courson, que tenía que haber interpretado a la novia de Morrison, denunció que Val le había golpeado mientras hacía las pruebas de cámara. El director no paró aquel incidente y se limitó a reírse de aquella supuesta gracia. Para evitar una denuncia mediática, Pamela aceptó una compensación económica de la que se arrepintió posteriormente. Su papel, finalmente, lo consiguió Meg Ryan (63).

Durante el rodaje de Batman Forever lanzó su cigarrillo a un miembro del equipo quemándole la patilla y Joel Schumacher, director de la película, acabó cansado de su comportamiento. Por eso, en la siguiente entrega del superhéroe Val fue sustituido por George Clooney (63).

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"Nunca más volveré a escalar el monte Everest y nunca volveré a trabajar con Val Kilmer", espetó el director John Frankenheimer después de trabajar con el actor en La isla del Dr. Moreau (1996). Durante el rodaje se ofuscó en ser el centro de atención en detrimento de Marlon Brando, que se cabreaba continuamente porque Val llegaba al rodaje sin haber memorizado las frases del guion y se encerraba en su roulotte haciendo esperar a sus compañeros. Además, estuvo bastante huraño porque mientras se alojaba en el hotel se enteró de que Joanne Whalley estaba tramitando el divorcio.

Ella se lo puso realmente difícil y la lucha en los juzgados fue cuanto menos sangrienta ya que la británica quería quedarse con el rancho familiar de Nuevo México de 2.500 hectáreas. Más o menos arreglaron la situación, pero posteriormente Joanne denunció a su ex marido porque no le pagaba los 27.000 euros mensuales para la manutención de sus hijos. Con esta propiedad el actor tuvo más problemas, siendo el más grave la gran crisis económica del 2008 donde perdió prácticamente todo. Dos años después los vecinos le acusaron de racista y de impedir que la gente pudiera pescar en la parte del río Pecos que daba a su rancho.

Los serios encontronazos a nivel público y privado le consagraron una reputación de problemático que no tardaría en pasarle factura ya que poco a poco su teléfono fue dejando de sonar. En el mundillo hollywoodiense le habían apodado Psycho Kilmer.

Con respecto a su cáncer, Val Kilmer protagonizó un gran escándalo cuando a priori se negó a aceptar la enfermedad y la ayuda de los médicos. Solo creía en los mandamientos de la antigua Iglesia de la Ciencia Cristiana que aseguraba que curaba enfermedades. Esta secta surgida en Boston a finales del XIX le tuvo comido el coco durante mucho tiempo hasta que finalmente se dejó doblegar para recibir el tratamiento necesario. Manifestó su alegría porque sus hijos se alejaron de esos mandatos.