Meghan Markle y el príncipe Andrés de Inglaterra, en Buckingham Palace, en 2018. GTRES
Los 'proscritos' de la Casa Real británica ponen en apuros a Carlos III: del escándalo sexual de Andrés al revés de Meghan
Los duques de Sussex siguen dando disgustos al monarca. Esto, y las noticias sobre los abusos de su hermano, sitúan a la Corona en una situación incómoda.
Más información: El escalofriante relato de Virginia Giuffre sobre sus encuentros sexuales con el príncipe Andrés
Las últimas informaciones relacionadas con quienes fueron miembros de la Familia Real británica, y ahora viven al margen de ella, vuelven a poner en serios apuros al rey Carlos III (76 años).
Solo en apenas unas horas ha salido a la luz las desgarradoras declaraciones que hace Virginia Giuffre del príncipe Andrés (65) en su libro de memorias póstumo, Nobody's Girl: A Memoir of Surviving Abuse and Fighting for Justice, que saldrá a la venta el próximo 21 de octubre.
En su biografía, que sale a la luz seis meses después de su suicidio, cuenta que el duque de York lamió el arco de sus pies en su primer encuentro sexual. Un relato que pone en jaque, una vez más, al soberano de Inglaterra.
Meghan Markle y el príncipe Harry, durante sus vacaciones en Vancouver en 2025. Gtres
La ONG de Meghan, acusada de racismo
Para más inri, una de las ONG de la que Meghan Markle (44) es embajadora ha sido acusada de racismo, sexismo y xenofobia. "Pronunciaban mal los nombres de los empleados que no eran blancos", aseguran las denuncias presentadas a la entidad.
Se trata de la fundación de ayuda a la infancia World Visión, con la que la duquesa de Sussex colabora desde 2016, el mismo año en que conoció al Príncipe Harry.
Tan estrecha es su colaboración con la ONG que ha llegado a hacer varios viajes, a Ruanda e India, para conocer la labor que realizan sobre el terreno.
Según consta en las denuncias, el equipo de recursos humanos de World Vision en Reino Unido confundió a dos empleadas negras, y pronunciaron mal los nombres de empleados que no eran blancos. Deslizan, incluso, que los compañeros imitaban sus acentos.
A día de hoy, la Comisión de Beneficencia está evaluando una denuncia que alega que la filial británica de la ONG es un lugar de trabajo supuestamente "tóxico" y "hostil".
El príncipe Harry. Gtres
Fraude en una ONG relacionada con Harry
Cierto es que Meghan y su marido dejaron de ser "miembros activos" de la Familia Real británica el 31 de marzo de 2020 y que lo que suceda en sus respectivos compromisos de trabajo no tiene por qué salpicar a Buckingham.
Pero es innegable que, de cara a la opinión pública internacional, sus nombres siguen estando relacionados con la saga Windsor.
Acontecimientos como este no hacen más que sumar disgustos y quebraderos de cabeza al Jefe de Estado del del Reino Unido y de otros 14 reinos de la Commonwealth.
Tan incómoda situación, que no deja en buen lugar la imagen pública de Meghan, se produce apenas una semana después de que Chad rompiera relaciones con African Parks, la ONG de la que el príncipe Harry (41) es miembro de de su junta directiva desde 2017.
El motivo por el que el país del gobierno africano ha decidido poner fin "con efecto inmediato" al acuerdo con la organización benéfica se debe a acusaciones de fraude y mala gestión.
La noticia, difundida por varios medios británicos como The Times y BBC, supone un nuevo varapalo para la reputación internacional del duque de Sussex.
Una vez más, el hijo pequeño de Carlos III vuelve a quedar asociado a una polémica de dimensiones diplomáticas.
Todo ello afecta de manera directa a su buen nombre... si es que en estos cinco años del controvertido Megxit ha logrado mantener a flote cierto prestigio como figura pública.
El nuevo libro sobre el príncipe Andrés relata la historia de los vínculos de los York con Jeffrey Epstein. GTRES
Andrés se niega a apartarse de la Familia Real
Por último, cabe recordar la guinda más amarga del pastel. El príncipe Andrés, una vez más, vuelve a estar salpicado por el escándalo.
Virginia Giuffre, la mujer que siempre lo acusó de abusos sexuales, dejó escrita su biografía antes de quitarse la vida, el pasado mes de abril.
En sus memorias, la estadounidense revela escenas de lo más escabrosas sobre sus encuentros íntimos con el hermano del rey Carlos III.
Por citar solo algunos ejemplos, narra cómo Jeffrey Epstein, el magnate pedófilo que los presentó -y que traficó con ella desde que tenía 17 años- le dio un fajo de billetes con 15.000 dólares en efectivo tras su primera noche de sexo con el royal.
Virginia Giuffre se suicidó este año, según los informes. Durante muchos años luchó por exponer la red de Epstein. X
Los secretos del príncipe Andrés
Y aunque revela que el duque de York le pareció "bastante amable", este se creía "con derecho" sobre ella, "como si creyera que tener sexo conmigo era su derecho de nacimiento".
En su primera vez juntos, tal y como se recoge en su libro, Giuffre relata que Andrés "estuvo especialmente atento a mis pies, acariciándome los dedos y lamiendo mis arcos".
También destapa asuntos tan privados como que se quitaron la ropa y se dieron un baño juntos en una bañera. Tras compartir bañera con agua caliente yacieron juntos: "Parecía tener prisa por tener relaciones sexuales. Después, me dio las gracias con su marcado acento británico. Si mal no recuerdo, todo duró menos de media hora".
Toda esta serie de lindezas sitúan nuevamente al príncipe Andrés en el punto de mira. Pero él parece hacer la vista gorda.
Como si no fuera con él la cosa, el príncipe Andrés sigue empeñado en no apartarse de la vida familiar. Hace poco se le vio en el funeral de la duquesa de Kent, Katherine Worsley, fallecida a los 95 años el pasado 5 de septiembre.
En el último adiós a una de las personas más queridas por su madre, la reina Isabel II, Andrés fue visto frente a su sobrino, el príncipe Guillermo (43).
El príncipe Andrés, en el funeral del duque de Kent, el pasado 16 de septiembre. GTRES
'Se coló' en la última cita familiar
Flaco favor hizo su presencia en el último adiós a la que fue esposa de Eduardo, duque de Kent. La prensa británica no ha pasado por alto este detalle. Y siguen cuestionando por qué Andrés permanece en el entorno familiar.
Despojado de sus títulos militares, apartado de sus obras de caridad, y excluido de la agenda real, el príncipe Andrés ya no puede utilizar el título de Su Alteza Real unido a su nombre.
Sin embargo, hay un detalle que no pasa por alto para los más leales a la Corona: sigue siendo duque de York y caballero de la Orden de la Jarretera.
Y lo que más lastima al sentir popular de los británicos: aún es titular de un contrato de arrendamiento de 75 años (vigente hasta 2078) en el Royal Lodge, en Windsor. O lo que es lo mismo: no lo sacan de palacio ni con agua caliente.
Si bien con Meghan Markle y su hijo Harry, Carlos III se ha mostrado firme, no ha actuado con la misma determinación con su problemático hermano. Esto lo sitúa en un nuevo quebradero de cabeza.
El Rey podría despojarlo de sus títulos y resto de privilegios, pero jamás podrá apartar a su hermano.
Por mucho que le pese, y por muchas calamidades que pesen sobre él, el príncipe Andrés es, y seguirá siendo, hijo y hermano de un monarca. Un estigma que, al igual que sucede con su hijo Harry, lo acompañará de por vida.