Felipe VI y Letizia, junto a la princesa Leonor, a las puertas del castillo. Gtres
Los reyes, Felipe VI y Letizia, junto a la princesa Leonor, culminan su viaje a Navarra en el Castillo de Olite
Este sábado, día 27, la presencia de la princesa de Viana ha consolidado el vínculo histórico de la Corona con la ciudad de Navarra.
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La segunda jornada de la visita oficial de los reyes, Felipe VI (57 años) y Letizia (53), junto a la princesa Leonor (19) a Navarra ha tenido como escenario uno de los enclaves más emblemáticos del antiguo reino: el majestuoso Palacio Real de Olite.
Esta fortaleza medieval, construida y ampliada por Carlos III el Noble y su esposa Leonor de Trastámara en el siglo XV, ha sido testigo de siglos de historia y de la vida de generaciones de monarcas navarros.
Y este sábado, seis siglos después, otra Leonor ha pisado sus piedras, consolidando el vínculo dinástico que une pasado y presente. La visita ha sido muy especial para la heredera, que se estrena como princesa de Viana, título creado en 1423 por el propio Carlos III para su nieto.
Los Reyes y la Princesa, visitando el Castillo de Olite. Gtres
A su llegada al castillo, Leonor ha protagonizado uno de los momentos más emotivos de la jornada al recibir a un grupo de niños del pueblo, que le entregaron varios obsequios hechos por ellos mismos.
Se ha tratado de un dibujo del castillo, un libro sobre su historia y una carta con un código QR que conducía a un vídeo sobre Carlos III.
La Princesa ha agradecido cada regalo con gestos atentos y palabras cálidas, deteniéndose a comentar los detalles del dibujo y del vídeo, lo que ha provocado la alegría de los pequeños y ha reforzado la imagen de una heredera cercana.
Durante la visita, Leonor ha recorrido estancias cargadas de historia como la Galería Real, el Salón del Trono y el Jardín de la Reina, admirando frescos que narran episodios de la vida cortesana.
También ha admirado la Familia Real las almenas desde las que antaño se defendía el palacio y ha transitado por pasadizos.
Letizia y la princesa Leonor, este sábado, día 27, en el Castillo de Olite. Gtres
La presencia de Leonor en Olite ha conectado directamente con la figura de Leonor de Navarra, nieta de Carlos III, que llegó a ser reina y consolidó el linaje familiar en la Corona. La coincidencia de nombres y escenarios ha dotado la jornada de un simbolismo especial, que no ha pasado desapercibido para vecinos, autoridades y medios.
La visita al Castillo de Olite ha sido mucho más que un recorrido turístico. Ha servido como recordatorio del papel de la monarquía como puente entre el pasado y el presente, y como símbolo de continuidad institucional.
Tras esta parada histórica, la Familia Real ha puesto rumbo a Tudela, donde han visitado el ayuntamiento y el Palacio del Marqués de San Adrián, sede de la UNED, completando así una jornada que quedará registrada como un momento memorable.