En los cuentos los príncipes y princesas viven en suntuosos palacios, en la vida real, no siempre. En el caso de Carlos Felipe de Suecia (43 años) y su esposa Sofía (38) pronto residirán, al menos durante los periodos vacacionales, en una cabaña en medio del bosque, sencilla y parece que con pocos lujos. La pareja acaba de adquirir esta propiedad y aunque se trata de una compra privada se ha confirmado desde la oficina de comunicación de la Casa Real. Total transparencia.

El hijo de los Reyes suecos y su familia viven habitualmente en Estocolmo, concretamente en Villa Solbacken, una gran casa ubicada en la zona deDjurgården que heredó de su tío,el príncipe Bertil. Fue un regalo envenenado en cierto modo, pues hubo que hacerle una faraónica reforma para sustituir el amianto que se había utilizado en algunas partes por un material que no fuera tóxico para la salud.

Una vez solucionados estos problemas, la pareja se mudó allí dos años después de casarse y actualmente es el hogar que comparten con sus tres hijos. También disponen de otra casa, en la provincia de Värmland, que Carlos Felipe recibió como regalo de bautizo. Este 2023 han decidido aumentar su patrimonio inmobiliario con una nueva edificación cargada de significado para ellos.

[Magdalena de Suecia vende su impresionante mansión de Miami por 7,6 millones de euros]

La residencia en Estocolmo de los príncipes. Gtres

El príncipe y su esposa han comprado una pequeña edificación en Älvdalen, población situada a orillas del río Österdal, rodeada de naturaleza. Es una antigua granja contruida en 1989, que ha sido reformada. Tiene 150 metros cuadrados y está pintada en rojo y blanco dándole un aire muy pintoresco. Además, funciona con energía solar, lo que ayuda a preservar el medioambiente siendo sostenible, algo importante para ambos. No les ha costado un gran desembolso, pues el precio de compra, según los medios suecos, sería de unos 78.000 euros aproximadamente.

Las imágenes que se han publicado son idílicas y se puede observar la propiedad rodeada de nieve con una casa principal y varias casetas en el terreno para guardar útiles, almacenar leña y otros menesteres. Carlos Felipe y su mujer piensan pasar aquí parte de su tiempo libre buscando desconexión para estar en familia y también alejarse del protocolo y boato de su posición real.

Lo más importante es que ambos han buscado un refugio muy cerca de la casa de los padres de la princesa Sofía, que viven a pocos kilómetros, en la zona residencial de Kåtilla. De este modo, ella podrá volver un poco a sus orígenes y compartir más momentos con Marie y Erik, que es así como se llaman sus progenitores. Además, su nueva casa está solo a cuatro horas de Estocolmo, por lo que podrán desplazarse con cierta asiduidad.

No es la única mudanza que están viviendo los liembros de los Bernadotte, pues la princesa Magdalena de Suecia (40) también deja Miami, donde ha vivido los últimos años para instalarse de nuevo en su país natal con su marido y sus hijos, Leonor (9), Nicolás (7) y Adriana (5). Para ello han puesto a la venta su impresionante mansión de Florida por 7,6 millones de euros. El próximo mes de agosto harán las maletas y ocuparán una de las viviendas pertenecientes e la Corona, situada en las caballerizas reales.

De este modo, los reyes Carlos Gustavo (76) y Silvia (79) vuelven a tener a todos sus descendientes juntos en Estocolmo. Una alegría también para la heredera Victoria de Suecia (45), que verá como la agenda oficial de su hermana cobre importancia después de verano.