El viaje por el Caribe y el Atlántico de Guillermo de Inglaterra (39 años) y Kate Middleton (40) para unir lazos con los países de la Commonwealth está dejando espectaculares imágenes. Los duques de Cambridge abandonaron Belice el pasado martes 22 de marzo, y el miércoles aterrizaron en Jamaica. Ya en el aeropuerto, saliendo del avión, la esposa del príncipe derrochó elegancia con un llamativo vestido en color amarillo, que es uno de los colores de la bandera jamaicana.

Middleton no ha dejado nada al azar en su viaje y está demostrando conocer los países que visita haciendo un guiño con sus glamurosos estilismos. Tras el amarillo, la duquesa ha optado por el color verde, el más protagonista de la bandera de Jamaica, para su cita más especial en el territorio.

Fue este miércoles 23 de marzo por la noche cuando tuvo lugar la cena de gala oficiada por su anfitrión, el Gobernador General de Jamaica, Patrick Linton Allen, quien estuvo muy cercano con los royals pese a la situación política que los enfrenta con la reina Isabel II (95). Y es que el primer ministro de Jamaica le explicó al duque de cambridge su petición de que el país se convierta en república y sea independiente y así perder la jefatura de la soberana británica, algo a lo que los miembros reales solo pudieron asentir -pues no deben tomar parte en estas cuestiones-. Lo único que Guillermo de Inglaterra ha comentado con tintes políticos ha sido que "pide perdón" por la esclavitud que supuso el colonialismo. Pero dejando a un lado las polémicas, Kate Middleton brilló una vez más en la señalada cita nocturna.

Kate Middleton deslumbró en la cena de gala en Jamaica este miércoles 23 de marzo. Gtres

La duquesa escogió un diseño de Jenny Packham, que tiene un precio de 4.800 euros. Destaca por ser un vestido muy del estilo princesa, con tul en el escote, ceñido como un corsé en el vientre y con una falda con volumen y brillos. Kate derrochó glamour y demostró que está preparada para ser reina consorte algún día y dejar sorprendida a la sociedad.

Además, la esposa de Guillermo de Inglaterra no solo reivindicó su figura monárquica con el estilo del majestuoso vestido, sino que lució joyas de la mismísima reina Isabel II. Concretamente, completó su principesco look con unos pendientes en oro amarillo y diamantes que forman un nudo del que caen tres cadenas terminadas por esmeraldas, y en su muñeca mostró una pulsera a juego. Todo ello está en el joyero de la soberana más longeva de Europa desde hace décadas y solo ella las había lucido hasta ahora.

En contraste con el color verde esmeralda de su vestido, también llama la atención un detalle amarillo en forma de broche que ha lucido Kate en su pecho. Se trata de su insignia de la Orden de la Familia Real, un título que le concedió Isabel II en el año 2017, un gesto con el que la Reina de todos los británicos quiso poner en valor el trabajo de la mujer de su nieto.

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