En su segundo día de viaje de Estado a Dinamarca, la duquesa de Cambridge, Kate Middleton (40 años), se ha reunido este miércoles 23 de febrero con la reina Margarita II (81) y Mary de Dinamarca (50) en el palacio de Christian IX, dentro del recinto de Amalienborg. 

De este modo, Kate ha sido recibida en audiencia por las royals danesas, protagonizando un posado único, ya que nunca antes se había producido.

La mujer de Guillermo (39) ha realizado esta visita oficial en solitario para promover su trabajo con el Royal Fundation Center for Early Childhood, un proyecto que lucha para impedir que los más pequeños sufran durante sus primeros años de vida.

Kate Middleton junto a Mary y la reina Margarita de Dinamarca durante su encuentro este miércoles. Gtres

Tras unos saludos de carácter privado, las tres damas han posado ante los medios de comunicación. La soberana Margarita, como marca el protocolo, se ha colocado en el centro de la instantánea, mientras su invitada estaba a su derecha y su nuera Mary, a la izquierda. Más allá de la evidente complicidad y familiaridad con la que se han tratado las tres damas, destaca el duelo de estilo que han protagonizado Kate y Mary de Dinamarca.

Ambas han coincidido en la tonalidad blanco y negro para sus outfits. Para su cita, la duquesa ha optado por un vestido en color gris -firmado por Catherine Walker, la diseñadora en la que tanto confió en vida Diana de Gales -con el cuello y las mangas en color negro. También se ha decantado por zapatos de tacón, y ha lucido su larga y ondulada melena al aire. 

Kate y Mary entrando en el palacio este miércoles. Gtres

Por su parte, Mary de Dinamarca se ha inclinado por recuperar uno de sus abrigos más emblemáticos, de la firma Chanel. Lo estrenó en 2006 y es un tweed blanco con detalles en blanco y negro en puño y cuello. Además, la mujer del príncipe Federico (53) se ha decidido por unos salones negros de Gianvito Rossi, a juego con sus medias, una cartera en blanco y negro, y una bufanda con la que se protegía del frío. 

Después de la recepción, la princesa heredera, Mary, ofrecerá un almuerzo en honor de la Duquesa en el palacio de Frederick VIII. Más tarde, la agenda de Middleton continuará con su visita a un albergue, donde podrá conocer los trabajos que lleva a cabo la Fundación Mary, que mejora la vida de alrededor de 2.000 niños. Se espera que Kate y Mary acudan juntas. 

Cabe recordar que Kate Middleton recalaba este pasado martes en Copenhague en una visita de dos días para promocionar su proyecto más personal, el centro para la infancia impulsado por la Royal Foundation.

Durante su primera jornada en Dinamarca, la duquesa conoció de primera mano el modelo educativo danés, uno de los más reconocidos y valorados del mundo, e incluso se dejó inmortalizar deslizándose por un tobogán en su visita a la fundación Lego.

El positivo de Margarita 

La Reina, por fin, ha retomado su actividad institucional tras superar el coronavirus. A principios del mes de febrero, Margarita II daba positivo por Covid-19. Tal y como informó la Casa real danesa a través de un comunicado difundido en las redes sociales, sólo presentaba síntomas leves. Sin embargo, siguiendo los protocolos sanitarios, se vio obligada a cancelar su agenda.

La soberana, que se aisló en el palacio de Amalienborg, la residencia de invierno de la familia, tenía previsto comenzar el miércoles 9 de febrero sus vacaciones de la temporada. 

Margarita de Dinamarca durante una visita a Berlín en 2021. Gtres

Margarita II de Dinamarca dio positivo horas después de asistir a la inauguración de la  muestra DAnnebrog. El barco real durante 90 años. Allí fue vista con un conjunto en color burdeos, que completó un abrigo de piel y una gran sonrisa que nada hacía sospechar que podría estar pasando la enfermedad. 

El positivo de la Reina, además, se produjo casi dos meses después del contagio de la princesa Mary, quien también estuvo aislada en el palacio de Amalienborg, Copenhague. Un año antes era su primogénito, Christian (16), quien se infectaba tras un brote detectado en si colegio. El joven, sin embargo, guardó cuarentena el palacio de Federico VIII, en Amalienborg.

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