La infanta Cristina, solitaria, por las calles de Ginebra.

La infanta Cristina, solitaria, por las calles de Ginebra. Gtres

Casas Reales UNA ETAPA AMARGA

La depresión postvacacional de Cristina en Ginebra en su septiembre más duro

Con su marido en prisión desde el pasado 18 de junio, la hija menor de Juan Carlos I ya se encuentra en Suiza para comenzar con la rutina tras sus vacaciones más tristes y solitarias.

3 septiembre, 2018 01:52

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De vuelta a la rutina. La infanta Cristina (53 años) ya se encuentra de nuevo en Ginebra, Suiza, con sus dos hijos pequeños, Miguel (16) e Irene (13), tras pasar su verano más atípico. Los ánimos de la familia están mejorando poco a poco sobre todo tras conocer, el pasado jueves, la noticia de que a Iñaki Urdangarin (50) le han concedido el segundo grado.

Esto supone que el exduque de Palma podrá solicitar los primeros permisos cuando haya cumplido un cuarto de su condena, es decir, que haya pasado 17 meses y medio, y esto sería en diciembre de 2019. A partir de ese momento podrá disfrutar de 36 días al año de salidas. Pero la cosa puede llegar antes si el exjugador de balonmano solicita participar en un el PIT (Programa Individualizado de Tratamiento), lo que le permitiría una aceleración del proceso gracias a su buena conducta. Pero para solicitarlo tenían que concederle primero el segundo grado. 

Así que, con esta buena noticia comienza el nuevo curso la familia Urdangarin y Borbón. Los dos hijos más pequeños de la infanta Cristina, Miguel, de 16 años e Irene, de 13, comenzaron las clases el pasado jueves en el colegio al que acuden desde que se mudaron a la ciudad suiza. Se trata del centro l'Ecole Internationale de la Route de Chêne, cuyo curso cuesta unos 30.000 euros al año por alumno. El coste de la educación de los Urdangarin y Borbón ha corrido, siempre, a cargo del rey Juan Carlos (80), que se ofreció a sufragarlo desde que su hija pequeña se mudara al país alpino.

La infanta Cristina y sus hijos a las puertas de su colegio en Ginebra.

La infanta Cristina y sus hijos a las puertas de su colegio en Ginebra. Gtres

Los otros dos hijos de la pareja, los mayores Juan Valentín (18) y Pablo Nicolás (17), han comenzado sus estudios universitarios, ambos en Estados Unidos.
El primogénito, y el que dicen que es el nieto favorito de la reina Sofía (79), cumplirá 19 años en un mes. Juan ha sido el único que ha acudido a visitar a su padre a la cárcel. Ocurría el viernes 6 de julio, sin ocultarse en ningún momento, el joven entró por la puerta principal de la prisión y pasó con Iñaki más de una hora y media. Seguramente padre e hijo se despedían ya que unos días después, el segundo nieto de los reyes Juan Carlos y Sofía se marchaba a Camboya, donde ha pasado un mes colaborando con la fundación El Sauce, una ONG que trabaja con jóvenes mutilados por las minas antipersonas.

La vuelta al cole de la familia Urdangarin está siendo distinta este curso. Una sensación agridulce queda en el ambiente tras unas vacaciones que han sido completamente distintas y un poco improvisadas. La infanta Cristina ha cambiado Mallorca por Estados Unidos, o mejor dicho, ha sido invitada a cambiar la isla balear por el país americano, donde una vez más, su familia política y no la Real ha sido quién la ha acogido.

La exduquesa de Palma había cogido la costumbre de pasar unos días en Marivent acompañada por sus hijos, su madre, la reina Sofía y su hermana, Elena (54) con sus sobrinos. Estas jornadas tenían lugar a finales del mes de julio, cuando en la isla sólo se encontraba la reina emérita y su hermana Irene (76), antes de que los Reyes, Felipe (50) y Letizia (45) aterrizaran allí. Durante esas minivacaciones, los primos Urdangarin y Marichalar compartían jornadas de piscina, vela y mar, ante la mirada de su abuela.

La reina Sofía, la infanta Elena y los primos Urdangarin y Marichalar.

La reina Sofía, la infanta Elena y los primos Urdangarin y Marichalar. Gtres

Esto comenzó en 2010 cuando saltó todo el tema del caso Nóos y el marido de la infanta Cristina pasó a ser persona non-grata para la familia real por su comportamiento 'poco ejemplar' y terminó el año pasado, este verano los primos de Suiza no han pisado suelo balear

La razón ha sido que desde Zarzuela no lo han visto conveniente. Desde la Casa la consiga es que los días de descanso en Mallorca sean un reflejo de lo que pasa dentro de la Familia Real y por nada del mundo querían una foto de la infanta Cristina con la reina Sofía (que es parte del staff) dado que su marido está en prisión. Además, tras la decisión tomada sobre el rey Juan Carlos y su no participación en la Copa del Rey de Vela, la hermana del Rey ni siquiera protestó. Se dio cuenta enseguida de que nada podía hacer. Había que planear otro tipo de vacaciones.

La infanta optó por viajar con tres de sus hijos, Pablo, Miguel e Irene, -Juan tenía ya su viaje a Camboya decidido- a Estados Unidos. Su marido tiene una hermana, Cristina, que reside en Minnesota, en la ciudad de Twin Cities, donde ejerce como médico dentro de la red metropolitana de Minneapolis. Allí vive con su marido y sus dos hijos. Tras visitar a Urdangarin en la cárcel el 25 de junio, la infanta y sus vástagos tomaron rumbo a USA para disfrutar durante 10 días del anonimato que les da el país. "Lo pasaron genial. Hicieron muchas excursiones, es una zona muy chula para lo que más le gusta hacer a esta familia: disfrutar del campo. La hermana de Iñaki y su marido tienen una estrecha relación tanto con él como con su cuñada. Han estado muy a gusto. Y la infanta quería que sus hijos pasaran unos días de desconexión de todo el tema de la prisión de su padre. Ha sido un trago tremendo para ellos" desvela a este periódico una amiga de la familia.

La infanta Cristina muy cariñosa con su hijo Pablo Nicolás.

La infanta Cristina muy cariñosa con su hijo Pablo Nicolás. Gtres

Así las cosas, la distancia fue la opción elegida por la hermana de Felipe VI para afrontar el primer verano de su esposo entre rejas. Tras pasar diez días al otro lado del charco, Cristina y sus tres hijos regresaron a España el 6 de agosto. Entonces la parada fue en Madrid, donde se pudo ver a la ex duquesa de Palma de compras con su hermana, Elena por el centro de la capital. Desde allí todos tomaron rumbo a Ávila. Una de las razones por las que el exduque de Palma eligió la cárcel de Brieva es la cercanía que tiene a la finca de una de las mejores amigas de la infanta Elena, un lugar donde su familia podría refugiarse de forma discreta cuando quisieran visitarle.

Y ese fue el destino elegido el 9 de agosto, la casa que Rita Allendasalazar tiene próxima a esa prisión. El terreno, propiedad de la aristócrata y de su marido, José María Álvarez de Toledo, conde de la Ventosa, cumple todos los requisitos necesarios: un terreno enorme de 123 hectáreas, situado entre Muñopedro y Labajos, a quince minutos del recinto penitenciario. Una casa grande, piscina, cancha de tenis, jardines, todo lo necesario para que Pablo, Miguel e Irene pasen allí unos tranquilos días de vacaciones. La dueña de la finca, es amiga de la duquesa de Lugo desde la infancia ya que el padre de Rita, José María Alendasalazar, conde de Montefuerte y de Alpuente y marqués de Santa Cristina y Casriego, fue jefe de protocolo del rey Juan Carlos. Una amistad que han cultivado a lo largo de los años, de hecho, ella fue su mejor apoyo durante la etapa más complicada de su separación de Jaime de Marichalar (55).

Descartado ya Mallorca como punto de parada en este verano extraño, la infanta decide terminar sus días de descanso con la familia Urdangarin en Bidart, al sur de Francia, destino al que acude desde que en 2010 Zarzuela declarase a su marido persona non-grata. Los hermanos de su marido son el gran apoyo de Cristina de Borbón.

Lo son los siete, pero sin duda, en especial, Ana, la mayor que vive en Barcelona y que se ha hecho íntima amiga de la hermana del Rey. Con ella y con su suegra, Claire Liebaert (83) ha estado en el país vasco francés. La relación entre Cristina y la madre de su marido es tan estrecha que hace tan sólo unos días se les pudo ver paseando de la mano por la orilla del mar. Parece que ha encontrado en ellos el consuelo que no ha hallado en Zarzuela.

La infanta Cristina y Claire Liebaer paseando de la mano por la orilla del mar.

La infanta Cristina y Claire Liebaer paseando de la mano por la orilla del mar. Gtres

De hecho, los Urdangarin ya han visitado a Iñaki en la cárcel. La primera fue la propia Ana y su hijo mayor. Después acudieron hasta el centro penitenciario su madre, Claire, su hermano Mikel y su hermana pequeña, Laura, acompañada de su marido.

De nuevo en Suiza, la infanta sólo quiere recuperar la rutina para que el tiempo pase lo más rápido posible y ver un poco más cerca la fecha ya marcada en su calendario: diciembre de 2019.

[Más información: Los vecinos de Brieva, enfrentados por el ingreso de Urdangarin en su prisión]