Las navajas son mariscos deliciosos y nutritivos, muy típicos en la gastronomía española. En multitud de zonas de España se les considera un excelente manjar por su apreciada carne.

Las navajas son moluscos con una concha alargada, rectangular y muy frágil, con unos márgenes curvos y los extremos abiertos. Las valvas de estos moluscos son estiradas, con forma similar a la de una navaja, de ahí la procedencia de su nombre. Pueden medir entre 7 y 20 cm de longitud y su sabor a mar con esa textura suave las convierten en un alimento muy apetecible. Además, se cocinan en muy poco tiempo, así que el único inconveniente es limpiarlas de forma adecuada para eliminar la tierra. ¡Descubre cómo hacerlo!

Cómo quitar la arena de las navajas

Las navajas pueden comprarse en cualquier época del año, ya que este molusco vive enterrado en los fondos arenosos poco profundos desde el Mediterráneo hasta el Atlántico. De ahí que muchas veces queden grandes cantidades de tierra dentro de ellas.



De este modo, y tal como sucede con otros moluscos que viven enterrados en la arena, si las navajas se compran frescas y vivas es recomendable limpiarlas bien antes de proceder a cocinarlas. Para ello, te mostramos unos cuantos trucos para limpiar alimentos con tierra antes de consumirlos.

Basta con sumergir las navajas en posición vertical dentro de un bote alto con agua fría y sal, como mínimo, un par de horas. Ellas mismas irán soltando la arena poco a poco, pero conviene cambiar el agua del tarro un par de veces a lo largo de ese tiempo. Otro de los trucos para limpiar alimentos terrosos es introducirlos en agua con gas tan solo 20 minutos, quedarán limpios por completo.

Una vez tengas las navajas sin arena, mejor cocinarlas y consumirlas antes de 24 horas. Las valvas no cierran de manera hermética y la carne queda expuesta al aire, por lo que comenzará a secarse fuera del agua. Una forma de evitarlo es guardarlas juntas en el frigorífico tapadas con un trapo húmedo.

Si quieres preparar navajas al horno o a la plancha, ten en cuenta que no arruinarán tu silueta como otros moluscos. Su principal valor nutricional es su gran aporte proteico, y contienen menos del 1% de grasa en cada 100 gramos de producto.

Su gran cantidad de ácidos grasos poliinsaturados Omega-3, y el hecho de que aportan solo 87 kilocalorías, convierten a las navajas en un alimento ideal para las dietas bajas en grasa. Además, cuentan con diversas vitaminas, entre ellas la B12 que contribuye a la formación de glóbulos rojos, ayuda al óptimo funcionamiento del sistema nervioso y favorece el proceso de la división celular.

Por último, la navaja también contiene minerales, proporcionando 198 mg de fósforo para contribuir al metabolismo energético normal. Como has podido comprobar, las navajas al horno son una opción deliciosa para incluir dentro de una dieta saludable.

Lo habitual es consumir las navajas a la plancha, crudas con un poco de limón y al vapor. Pero recuerda, cualquier cocinado con calor debe hacerse con cuidado, pues su carne es muy fina. Estarán en su punto cuando adquieran un tono dorado en la superficie, pero preservando su jugosidad en el interior. La prueba de ello será si al morderla obtienes la sensación de tomar un trago de mar.

Cómo limpiar las navajas frescas

  • Cuando compres navajas asegúrate de que sean frescas, algo fundamental para consumir cualquier clase de marisco. Evita comprarlo si tiene un olor fuerte o desagradable.



  • Después de comprar las navajas, tendrás que aplicar alguno de los trucos para limpiar alimentos con arena de los que hemos mencionado en el apartado anterior. Y una vez más, antes de cocinar las navajas a la plancha debes eliminar los restos de arena. Si vives cerca de la costa estás de suerte, pues la mejor forma de hacerlo es con agua de mar. Para ello, coge agua de la playa con un recipiente y, una vez en casa, sumerge las navajas en esta agua y comprobarás como ellas mismas van soltando poco a poco la arena y demás suciedad. Mantenlas en remojo unas dos horas para que se limpien bien.



  • Otra forma de limpiar la tierra antes de cocinar navajas al horno es coger un recipiente y poner una rejilla en el fondo. Llénalo de agua fría y añade un par de cucharadas de sal gorda. La rejilla evitará que entren en contacto con la sal, ya que podría estropearlas, y solo tienes que dejar que se vayan limpiando poco a poco.



  • Recuerda, mejor emplear un bote alto y ancho donde podamos colocar las navajas de pie. Así podrán respirar y mover de vez en cuando la concha, soltando la arena que caerá al fondo del bote. Cambia el agua, al menos, tres veces durante este tiempo para garantizar una óptima limpieza de las navajas y, después, enjuágalas debajo del grifo.



  • Una vez estén limpias, ya puedes hacer navajas a la plancha o consumirlas como más te gusten.

Cómo limpiar navajas congeladas

Lo primero y fundamental siempre que vayas a consumir navajas, ya sean frescas o congeladas, es saber cómo limpiarlas para eliminar la tierra de su interior. Los trucos para limpiar alimentos con arena ya los sabemos, pero, lo importante en este caso, es añadir sal en abundancia y, después del proceso, lavarlas con agua bajo el grifo.

Si añades también unas gotas de vinagre contribuirás a que suelten mejor la arena, aunque podría afectar ligeramente a su sabor. Aunque ten en cuenta que el sabor se perderá de igual forma si las dejas mucho tiempo en el agua. Así que, en función de la arena que tengan, necesitarán más o menos reposo.

Para terminar, el recipiente para ponerlas en remojo debe ser amplio y el agua con sal debe cubrir las navajas por completo. Y una cosa más; si estás en pleno verano, mejor que el reposo se lleve a cabo dentro de la nevera. ¡A disfrutar de unas buenas navajas al horno, o como más te gusten!

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