Un mapa conceptual es un tipo de esquema jerárquico

Un mapa conceptual es un tipo de esquema jerárquico

¿Cómo hacer... ?

Como hacer un mapa conceptual: técnicas de estudio

Hacer mapas conceptuales creativos puede ser la herramienta perfecta para el estudio. Te mostramos cómo hacer un mapa conceptual para una buena síntesis y organización.

12 noviembre, 2019 08:57

Cuando creamos un mapa conceptual, estamos al mismo tiempo aprendiendo ya que estamos sintetizando la información que debemos asimilar, y el estudio resulta más fácil.

Ya vimos las mejores estrategias para hacer resúmenes de cualquier tipo de documento o libro. Ahora vamos a hablar de los mapas conceptuales. 

Cómo crear un mapa conceptual paso a paso

Está comprobado que los mapas conceptuales son una herramienta de aprendizaje muy útil para el estudio y la comprensión lógica. Si aprendemos a hacerlos, paso a paso, conseguiremos con mucho más éxito asentar los conocimientos adquiridos, incorporando estos mapas a nuestras técnicas de estudio habituales.

Aquí van los pasos para hacer un mapa conceptual, aunque los mapas que hagamos dependerán, en muchos casos, de nuestra creatividad personal, y hay mapas que son verdaderas obras de arte.

Definición clara del tema y búsqueda exhaustiva de la información, para ilustrar el mapa conceptual

Si vamos a hablar de una asignatura como el cine, podemos abordarla de muchas formas: géneros cinematográficos, industria del cine, historia del cine, tendencias, y un larguísimo etcétera. Pues bien, deberemos definir muy bien cuál va a ser nuestro enfoque, el tema principal del mapa conceptual. Después, deberemos buscar información sobre el tema, investigando, por lo menos en tres fuentes distintas, para asegurarnos de que estamos obteniendo información veraz.

Una de las ventajas de elaborar mapas conceptuales es que al tiempo que recopilamos esa información, nuestra mente está ya asimilando el contenido, y también es una forma válida de estudio.

La síntesis de la información obtenida, y la creación de una lista de conceptos clave 

Después de haber hecho una buena recopilación de la información que necesitamos, debemos resumirla con muchísima precisión, haciendo una buena síntesis de información, para seleccionar aquellos conceptos que consideramos importantes a la hora de explicar el tema que hemos seleccionado, cuando lo plasmemos en nuestro mapa conceptual. Después, elaboraremos una lista de conceptos que giren en torno a ese tema principal.

Deberemos seleccionar conceptos que tengan relación directa con este tema y que puedan complementarlo y explicarlo con claridad. Debemos poder plasmar el tema principal y los conceptos más destacados en ese mapa, con palabras clave que representen claramente cuál es la idea principal o la idea fuerza. Con este resumen se sintetiza toda la información, en su máxima expresión, y así conseguiremos que nuestro cerebro vaya adquiriendo una buena capacidad de síntesis, porque lo que estamos haciendo es destacar únicamente lo que es esencial.

El objetivo de definir bien el tema y los conceptos esenciales de un mapa conceptual es conseguir un aprendizaje sobre lo esencial del tema, y que, si hay alguien que lo esté estudiando o leyendo, tenga claro lo que se está transmitiendo y procese la información correctamente.

Título del mapa, palabras clave y conexión de ideas y palabras

Antes de empezar a escribir y a elaborar el mapa conceptual debemos saber muy bien cuál va a ser el título, que irá dentro de un recuadro en la parte superior central de una hoja (lo habremos visto muchas veces en organigramas, pues es algo parecido a esto). 

El título hará referencia al tema central del mapa, al concepto más importante, a partir del cual desarrollaremos el resto de los conceptos clave que ya teníamos seleccionado. Ahora comenzaremos conectando ideas, trazando líneas a partir del recuadro del título, que conecten con el recuadro de la idea principal. Los conceptos más importantes irán más arriba, ya que estamos elaborando un mapa con una jerarquía determinada de conceptos, y lo menos importante y lo más general, irá conectado en palabras clave, siempre de arriba abajo.

Hay que tener en cuenta que, en la elaboración de recuadros, podemos relacionar la idea de un recuadro con otra, en diferentes segmentos del mapa, de manera clara sabiendo que cada relación que hagamos se identifique de forma correcta para quien lo vaya a leer o estudiar para asimilar conceptos.

El último paso: revisar conceptos

Una vez terminado el mapa conceptual es recomendable que revisemos conceptos y repasemos bien el contenido, leyéndolo varias veces para comprobar si las ideas se plasmaron correctamente y que todo el contenido tiene sentido y un orden lógico, y que es comprensible de acuerdo al área de conocimiento que pretendemos estudiar o transmitir.

Si repasando encontramos que no ha salido como esperábamos siempre se puede reorganizar todo y afinar detalles, pero lo principal es evaluar resultados y añadir ideas que se escaparon, o bien suprimir algunas que resulten superfluas y que no aporten nada. Siempre podemos pedir la opinión de una tercera persona para ver si nuestro mapa conceptual se entiende y se asimila bien, de acuerdo a lo que queríamos transmitir.

El mapa conceptual y el esquema

Un mapa conceptual y un esquema tienen en común que aportan información gráfica y visual, que favorecerá la comprensión de un tema y de una información que se quiere transmitir, aprovechando la capacidad de síntesis y la visual, para transmitir conocimiento y para asimilar lo estudiado. Mientras que un mapa conceptual utiliza palabras para definir conceptos clave, y un esquema también lo hace, la diferencia es la jerarquía. Un mapa conceptual será direccional, a través de una red de conexiones entre palabras, siempre de arriba abajo, mientras que un esquema será lineal, siempre de izquierda a derecha.

En cualquier caso, ambos son eficaces herramientas para adaptarlas a las técnicas de estudio, facilitando la comprensión, y ayudando a sintetizar temas más complejos y extensos, a través de la capacidad visual para aprender, que es mucho más poderosa que la escrita.