Lorena Trinidad Bueno, del equipo Asistencial, Innovación y Calidad Clínica de Sanitas Dental
Lorena Trinidad, dentista, muy tajante: "No te cepilles nunca los dientes justo después de consumir, espera media hora"
Hay que tener en cuenta el efecto que tiene la ingesta de bebidas y alimentos sobre el pH de la boca, y los posibles daños que provoca en el esmalte dental.
Más información: Luis Cabezas, enfermero: "Nunca hay que cepillarse los dientes inmediatamente después de las comidas"
Aunque parezca contraintuitivo, lavarse inmediatamente los dientes después de haber consumido alimentos o bebidas puede resultar contraproducente. Así lo explica la dentista Lorena Trinidad Bueno, del equipo Asistencial, Innovación y Calidad Clínica de Sanitas Dental, que recomienda esperar media hora para cepillarse después de consumir. El motivo es que, en los instantes inmediatos tras la ingesta, el pH de la boca disminuye y se vuelve más ácido.
Esta acidez temporal reblandece el esmalte dental, haciéndolo más vulnerable al desgaste, explica la especialista. Cepillarse justo después de comer o tomar bebidas con azúcar añadido, como el café frío o las energéticas, puede empujar y frotar los ácidos contra el esmalte debilitado, aumentando el daño y el riesgo de erosión dental.
"El esmalte es una capa protectora que no se regenera. Una vez se desgasta, el daño es irreversible, y solo podemos intervenir con tratamientos restauradores, como empastes, carillas o procedimientos más complejos", explica Bueno.
La saliva necesita aproximadamente 20-30 minutos para neutralizar esta acidez y ayudar a remineralizar el esmalte. Por eso, los expertos coinciden en recomendar esperar al menos media hora después de comer antes de cepillarse los dientes. Esto es especialmente importante cuando se ha consumido productos ácidos como refrescos, zumos cítricos, café o vino.
Como medida alternativa inmediata tras la comida, se recomienda enjuagarse la boca con agua, lo que ayuda a normalizar el pH y elimina restos de alimentos y parte de los ácidos, minimizando el riesgo de daño al esmalte al momento de cepillarse después. Además, beber con pajita reduce el contacto directo del líquido con los dientes, disminuyendo así el riesgo de erosión, manifiesta.
Otro de los consejos de la dentista pasa por evitar sorber durante horas durante el día. "Beber un café en el desayuno es preferible a estar tomándolo durante toda la mañana. Lo ideal es consumirlo en un momento puntual y después realizar la limpieza bucal", recomienda.
La especialista de Sanitas Dental insta a vigilar en la misma medida los refrescos azucarados, "light" o "zero", los tés fríos embotellados y los zumos industriales. "Muchos de estos productos incluyen colorantes que pueden fijarse con mayor facilidad en un esmalte ya dañado, generando manchas visibles".
Los efectos de la erosión del esmalte no son perceptibles al inicio, avisa, lo que dificulta que las personas sean conscientes del daño hasta que aparecen los primeros síntomas.
Efectos de la acidez en el esmalte
Exponer frecuentemente los dientes a los ácidos provenientes de alimentos y bebidas (refrescos, frutas cítricas, vinagre, vino) o incluso del reflujo gástrico hace que el pH de la saliva descienda por debajo del nivel crítico de 5.5. Esto favorece la desmineralización y erosión del esmalte. Los principales efectos son los siguientes:
-
Erosión dental: La superficie del esmalte se desgasta y puede volverse más delgada o incluso desaparecer con el tiempo.
-
Sensibilidad dental: Al eliminarse el esmalte, la dentina subyacente queda expuesta, generando sensibilidad al frío, al calor o al tacto.
-
Decoloración: El esmalte erosionado permite ver la dentina, que es de color más amarillento, resultando en un cambio de color en los dientes.
-
Mayor riesgo de caries: La pérdida de esmalte facilita la penetración de bacterias, aumentando la probabilidad de aparición de caries.
-
Grietas y hendiduras: Pueden aparecer pequeñas fisuras en los dientes al perderse la capa protectora.
-
Manchas blancas o marrones: Al inicio, la desmineralización provoca manchas blancas; con el tiempo, estas pueden oscurecerse.
-
Transparencia en los bordes: Los incisivos pueden volverse translúcidos cerca de sus extremos al adelgazar el esmalte.
En resumen, la prevención incluye disminuir el consumo de alimentos y bebidas ácidas, evitar cepillarse inmediatamente después de ingerirlos y optar por enjuagarse la boca con agua justo después de comer y beber para ayudar a restablecer el pH, tras lo cual esperaremos media hora para cepillarnos.