Así es NB.1.8.1, la nueva variante de la Covid que la OMS vigila de cerca: "Hay que plantearse la vacunación en vulnerables"

En la última semana de abril —la más reciente con suficientes datos disponibles— esta variante ya suponía el 10,7% de todas las muestras secuenciadas globalmente. Cuatro semanas antes, era el 2,5%.

Si comparamos esto con la tendencia a la baja de las dos variantes predominantes, LP.8.1 y XEC, hace prever que NB.1.8.1 sea la próxima variante predominante.

El análisis de las mutaciones de la espícula del virus (el punto de unión con las células humanas) revela que tiene una mayor afinidad con el receptor ACE2 humano, por lo que tendría una ventaja a la hora de propagarse.

Con todo, la OMS considera que esta nueva variante ofrece un riesgo bajo, ya que no se ha visto que provoque más enfermedad grave y, pese a que muestra cierta evasión inmune respecto a las vacunas actuales, esta parece ser modesta.

Se trata de una variante recombinante, es decir, producto de la combinación de dos virus distintos, derivada de XCV.1.5.1, una de las muchas ramas en que ha ido derivado ómicron.

NB.1.8.1 fue identificada por primera vez el 22 de enero de este año y se ha detectado en 22 países. A España no ha llegado de momento.

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En las últimas cuatro semanas de las que hay información, la prevalencia de esta variante ha aumentado en las tres regiones que mandan muestras a la OMS con regularidad: Europa (ha pasado del 1% al 6% de las muestras), América (del 1,6% al 4,9%) y Pacífico Occidental (8,9% al 11,7%).

Asociado al aumento de casos se ha producido un aumento de hospitalizaciones en dichos países. No obstante, la OMS apunta que "los datos actuales no indican que esta variante produzca más enfermedad grave que las otras en circulación".

En cultivos de laboratorio, la capacidad de neutralización de las vacunas disponibles se vio reducida aproximadamente 1,5 veces, si bien pruebas en ratones mostraron que los niveles de anticuerpos se mantuvieron similares.

La organización emitió recientemente sus recomendaciones para la composición de las vacunas Covid de esta temporada, indicando que las monovalentes (se dirigen solo a una de las variantes presentes) seguían siendo adecuadas.

Se basan en las variantes JN.1 o KP.2, principalmente, y también LP8.1, todas derivadas de la variante JN.1 La nueva variante bajo vigilancia no cambiaría las recomendaciones, de momento.

"La OMS la ha designado como variante bajo vigilancia por su propagación a nivel global: a finales de abril era predominante en Asia y China", apunta María del Mar Tomás, microbióloga del Hospital de A Coruña y portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).

"Ahora está teniendo un gran crecimiento en Estados Unidos y Australia".

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El virus tiene varias mutaciones en la espícula de interés para los microbiólogos: se identifican como T22N, F59S, G184S, A435S, V445H, T478I, L455S, F456L y Q493E. "Al aumentar la afinidad con el receptor ACE2 humano, podría representar un riesgo por su capacidad de reinfección".

Sin embargo, "estamos tranquilos", reconoce Tomás. "Clínicamente, presenta la misma sintomatología que las variantes ómicron: dolor de garganta, fiebre, fatiga, tos o congestión nasal".

No obstante, la especialista advierte que "hay que empezar a plantearse proteger a las personas vulnerables mediante la vacunación. La buena noticia es que las vacunas actuales, especialmente las que cubren la variante JN1.1, protegen bien".

Tomás recuerda que en Australia está comenzando la temporada de los virus respiratorios invernales, por lo que será interesante ver su evolución estos meses.

Con todo, la Covid parece haber encontrado su nicho con el buen tiempo. En nuestro país el virus ha hecho su aparición a inicios y finales del verano, y los datos actuales parecen ir en la misma dirección esta temporada.

Según el último informe del Sistema de Vigilancia de la Infección Respiratoria Aguda (Sivira), del Instituto de Salud Carlos III, si bien la tasa de casos de gripe sigue siendo superior a la de la Covid, pero tienen tendencias contrapuestas.

Así, la primera se mantiene en 9,8 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que la segunda crece de los 5,9 casos a los 7 en la última semana (principalmente, de las variantes XEC, KP.3 y LP.8.1).

Además, el porcentaje de personas que, en la consulta del médico de primaria, dan positivo al virus es del 10,5% para la Covid por 1,9% para la gripe.

Esto hace que el 'proxy' (la tasa multiplicada por la positividad, que ofrece una imagen de la expansión real del virus) del SARS-CoV-2 sea mucho mayor (39,2 casos por 100.000 personas) que el de la gripe (7,1 casos).

Relegada al verano

La temporada pasada se vivió una tendencia similar, con el número de casos aumentando notablemente con la llegada del buen. En contraposición, durante los meses de invierno ha estado prácticamente desaparecido.

En un post de LinkedIn, Iván Sanz Muñoz, responsable de vigilancia virológica del Centro Nacional de Gripe de Valladolid, apuntaba que el SARS-CoV-2 podría estar encontrando su nicho definitivo.

"Desde el mes de octubre hasta mayo tenemos tres epidemias consecutivas. VRS, gripe y después hMVP (metapneumovirus humano). El SARS-CoV-2 tiene entonces mucha competencia viral (una vez se ha establecido definitivamente en el ser humano) durante estos meses, y es hasta plausible biológicamente que no encuentre su hueco".

Por eso, "podría ser entonces viable que justo después de este periodo, su nicho ecológico se sitúe a principios de verano, como así lo hacen otros coronavirus humanos".

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María del Mar Tomás se muestra de acuerdo. "Cuando bajan las infecciones por gripe y otros virus, la Covid toma protagonismo. Eso es lo que está ocurriendo, especialmente con estas variantes que tienen capacidad para reinfectar".

En contraposición a los dos primeros años de pandemia, cuando la Covid expulsó al resto de virus respiratorios, estos parecen haberse impuesto finalmente.

¿Implica esto que haya que cambiar el momento de vacunación frente a la Covid? Actualmente, la vacuna se ofrece al inicio de la temporada de virus respiratorios invernales, como la de la gripe.

Sanz Muñoz cree que todavía es pronto para plantear un cambio, pero no descarta que en el futuro se haga. De la misma forma, Tomás cree que puede llegar el momento de hacerlo "en grupos vulnerables, un posible refuerzo".