Imagen de una incautación de cocaína rosa por la Policía Municipal de Madrid.

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Salud

"Es como si tomaras 20 cafés en 3 horas": el peligro de mezclar bebidas energéticas y cocaína rosa

El efecto estimulante de las sustancias de la droga ilegal amplifica el del alto contenido de cafeína de este tipo de bebidas.

20 febrero, 2024 01:55

La trágica muerte en Getafe (Madrid) de un chico de 14 años tras ingerir una bebida energética en la que, presuntamente, unos individuos habían echado sin su consentimiento dos gramos de la llamada 'tusi' o 'cocaína rosa' ha encendido el debate sobre el riesgo de consumir en una lata el equivalente a 6 cafés y, sobre todo, mezclarlo con drogas, sobre todo estimulantes.

Una taza de expresso contiene entre 30 y 40 miligramos de café. Las bebidas energéticas más habituales en nuestro país llevan unos 160 mg por lata de medio litro (el formato más popular). Un consumo diario de 400 mg se considera seguro.

"La cuestión más peligrosa es que la gente no se queda en una lata", señala el médico de urgencias Miguel Galicia, "sino que se toma dos o tres: es como si te tomaras 15-20 cafés expresso en tres o cuatro horas".

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El especialista, miembro del grupo de Toxicología de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes), llama a la calma. "Seguras, estas bebidas no son. ¿Mortales? Con todo lo que venden, la gente estaría muriéndose por las calles".

En España no se conocen casos pero en Estados Unidos han sido muy sonadas varias muertes ligadas, presuntamente, al consumo de bebidas energéticas. En 2022, un chica de 21 años murió tras beber una limonada 'recargada' en una cadena de cafeterías llamada Panera Bread. El contenido en cafeína era el equivalente a cinco latas de Red Bull y sus padres denunciaron a la compañía por no especificarlo bien en el etiquetado.

En 2012 se documentó la muerte de una niña por parada cardíaca tras beber dos latas de más de medio litro. No son los únicos casos: se sospecha que el consumo excesivo de cafeína con estas bebidas puede haber causado más de una decena de muertes.

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Estos casos son, con todo, excepciones. El efecto de cualquier sustancia varía mucho según la persona, su complexión, edad, etc. Pero los excesos mortales son raros.

Por eso, Galicia apunta que la causa más probable de la muerte del menor de Getafe tenga que ver con la concentración de sustancias de la cocaína rosa, una droga que en realidad es la combinación de varias: por lo general, anfetaminas y ketamina.

Pero advierte: "Dependiendo de la dosis, la cantidad que se mezcla, la edad y la predisposición del individuo, si mezclas mucha cafeína con mucha anfetamina con mucha ketamina pueden ocurrir problemas que lleguen a provocar la muerte".

Alcohol, la principal mezcla

La encuesta sobre el alcohol y drogas en enseñanzas secundarias que realiza el Ministerio de Sanidad cada dos años, ESTUDES, comenzó a seguir el consumo de bebidas energéticas en 2014.

Los últimos datos indican que casi la mitad de los estudiantes de entre 14 y 18 años las han tomado en el último mes, con preponderancia de los chicos (50,7%) frente a las chicas (39%).

En el mismo periodo de tiempo, el 16,1% de los estudiantes han tomado bebidas energéticas mezcladas con alcohol. De hecho, el alcohol es la sustancia más consumida por aquellos que toman estas bebidas: el 69,4% lo ha hecho, seguido del tabaco (34,9%), el cannabis (23,2%), los hipnosedantes (9,5%), el éxtasis (1,1%) y la cocaína (1%).

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"Combinar drogas, salvo que puedas controlar muy bien la dosis y tengas conocimientos, no suele ser buena idea", apunta Galicia. Al consistir en una combinación propiamente dicha, el 'tusi' o 'cocaína rosa' llevaría un extra de riesgo.

Se mezclan principalmente los efectos hiperestimulantes de la cafeína y de las anfetaminas o el MDMA y por eso son los problemas cardiovasculares el principal peligro del consumo. "Hipertensión, taquicardias, arritmias o incluso fallecer por un problema cardíaco", explica el médico.

También se dan sudoración excesiva, respiración muy rápida y otros efectos que se añaden a los que pueden provocar la ketamina y otros alucinógenos: "Muchísima inquietud, gran ansiedad, crisis de pánico, malos viajes, alucinaciones desagradables..."

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La combinación con drogas depresoras del sistema nervioso tampoco es precisamente ideal. El consumo de bebidas energéticas mezcladas con alcohol tiene un objetivo, "que la cafeína camufle el quedarte adormilado: crees que no vas tan 'pedo', pero vas".

De hecho, el peligro es que, al no notar tanto los efectos del alcohol, su consumo aumente. Como señala Claudio Vidal, director estatal de Energy Control, programa de intervención desde la reducción de riesgos en el ámbito de los consumos recreativos de drogas de la Asociación Bienestar y Desarrollo ABD.

"El alcohol no hace tanto efecto, el estimulante no hace tanto efecto, y aparecen las tendencias a tomar más de cada uno", señala. "Hay estudios que muestran que puede haber mayor implicación en conductas de riesgo como conducir un vehículo. Pero, aunque notes menos la intoxicación, el alcohol sigue estando".

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Vidal recuerda, además, que el riesgo de las bebidas energéticas viene también por el formato de las latas, "lo normal es encontrarlas de medio litro", pero también por la cantidad de azúcar que contienen, aunque sus consecuencias se midan más a largo plazo.

Tanto Vidal como Galicia inciden en que no hay datos sobre intoxicaciones producto de la combinación entre bebidas energéticas y otras drogas. Cuando los chicos llegan a urgencias "no preguntamos si han consumido bebidas energéticas sino sustancias ilegales", explica el portavoz de Semes.

Con todo, cuando estas bebidas comenzaron a ponerse de moda, hace más de una década, "sí que preguntábamos más, porque teníamos un perfil de paciente que venía mucho a urgencias: gente joven con taquicardias o nerviosismo".

Sin embargo, Galicia señala que es muy difícil echarle la culpa a un único factor. "Señalar solo a la bebida o al cannabis es complicado porque la gente que toma bebidas energéticas también suele tomar otras cosas".