Clara Ortega está especializada en psiquiatría forense.

Clara Ortega está especializada en psiquiatría forense. Pablo García Santos

Salud

Clara Ortega, presidenta de los médicos forenses españoles: "En el 'trepa' hay rasgos psicopáticos"

"El psicópata no tiene por qué disfrutar del sufrimiento ajeno" / "Estamos viendo muchas denuncias de sospechas de sumisión química" / "Lo que más me ha impresionado son las muertes de ancianos solos en casa"

19 noviembre, 2023 01:46

La presidenta de los médicos forenses españoles habla de forma suave y pausada, como si quisiera contraponer su voz a las truculencias que le ha tocado vivir. Aunque cayó casi de casualidad en esta rama de la medicina, confiesa que pronto se sintió atraída por ese lado oscuro del ser humano, lo que la motivó a seguir el camino de la psiquiatría forense.

Aunque los médicos forenses se dedican a muchas más cosas que a realizar autopsias, sí que trabajan mucho con la muerte. Justo al otro lado del resto de médicos: cuando el trabajo de estos acaba, el suyo empieza.

Esta cercanía con la mortalidad y el lado oscuro de las personas le ha llevado a Clara Ortega, que trabaja en el Instituto de Medicina Legal de Cantabria, en disfrutar aún más si cabe de la vida. 

¿Cuánto se parece su vida a los de CSI?

Lo de las series como CSI tiene sus ventajas porque nos ha dado protagonismo a los forenses. Antes se nos identificaba como un señor muy serio, con los muertos todo el día, y esto ha hecho que la gente se interese y, de hecho, ahora es una de las especialidades que va teniendo más interés en la gente joven.

Pero tiene que ver poco, la verdad [risas]. Un forense generalista es funcionario de la administración de justifica, a pesar de ser médicos. Nuestra función fundamental es ayudar a la investigación o las diligencias de los organismos jurídicos, jueces, fiscales, etc. cuando tienen algún tema relacionado con la medicina.

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A mí siempre me gusta decir que nos relacionan mucho… Cuando alguien que no me conoce me pregunta y le contesto suele decir "ay, con los muertos, ¿no te da miedo?" Yo me dedico más a la psiquiatría forense, que es una actividad más desconocida. Sí es verdad que hacemos autopsias, investigamos las causas de la muerte, los casos de muertes violentas... Pero también hacemos muchas otras cosas más.

House encendió muchas vocaciones médicas, ¿han hecho lo mismo las series de forenses -que se pusieron de moda hace unos años-?

Sobre todo, en estudiantes de medicina o, bueno, en personas que no están relacionadas con la medicina nos preguntan mucho. Los forenses en España hacemos una función más pericial, en otras áreas. En EEUU se relacionan solo con los patólogos, que trabajan con la policía en los casos de muertes. Pero es cierto que hay ese interés, aunque nuestras funciones son más extensas.

¿Qué le llamaba la atención de la medicina forense?

Yo llevo casi 30 años trabajando. Hacer medicina forense fue un poco por casualidad. En mi familia hay gente que trabajaba en cosas relacionadas con la justicia, acabé la carrera y tuve la oportunidad de hacer una sustitución como médico forense. Era una especialidad que desconocía y a raíz de ahí me fue interesando cada vez más.

Siempre he tenido curiosidad por conocer el comportamiento humano, por qué nos comportamos de una forma, qué le pasa por la cabeza al asesino... La medicina forense nos permite estudiar estos casos, en psiquiatría nos piden informes de imputabilidad en el caso de delito, si la persona tenía esa capacidad para conocer o una enfermedad mental, ese tipo de cosas.

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Yo trabajo en Cantabria, es un instituto de medicina legal pequeño, y todos hacemos un poco de todo. Dentro de eso, nos vamos especializando en lo que más nos gustan.

Si los médicos forenses se pusieron de moda hace unos años, ahora hay muchas series sobre psiquiatras forenses, entrar en la mente del asesino. ¿Le preguntan sobre esto?

Sí, sobre todo por la psicopatía. En España no hay tantos crímenes de este tipo pero hay que investigarlos y ahí tenemos un papel muy importante. Los jueces tienen que decidir si esa persona tenía todas las capacidades y sabía lo que estaba haciendo, o a lo mejor tenía un delirio y actuaba según él, con lo que no sería imputable.

En los juicios tenemos el papel de explicar al jurado este comportamiento. Esas cosas son las que más satisfacción te dan, ayudar a resolver este tipo de casos.

¿Hay muchos mitos en torno al psicópata? 

Quizá haya un poco de desconocimiento. Tenemos todos en la imagen el psicópata como un ser perverso, un asesino, y, sin embargo, hay personas que son psicópatas y no son asesinos.

Tienen características generales como la falta de empatía y otras, el narcisismo… una serie de características que no tienen por qué ser disfrutar con la muerte y con el sufrimiento ajeno. Hay tipos antisociales, que no siguen las normas... Es más complejo que la imagen del psicópata asesino. 

Se dice que muchos ejecutivos tienen rasgos de psicópata.

Puede ser. El típico sujeto… A ver cómo lo diría, el trepa, que pasa por encima de los demás, que no le importa nada más que su propia carrera y su propio bienestar, le da igual pisar al resto, sería un posible rasgo psicopático. Puede ser, sí.

¿Cuánto tiene su trabajo de laboratorio y cuánto de despacho?

Entre el 2000 y 2005 se crearon los institutos de medicina legal, que ahora se llaman de medicina legal y ciencias forenses porque no solo hay médicos. De lo que se trataba era que nos especializáramos. Se crearon servicios de clínica forense, patología y laboratorio.

En la clínica se hacen varias cosas, pero fundamentalmente la valoración del daño corporal. Si te dan un puñetazo, tienes que ir al forense para que te vea las lesiones. Eso lo hacemos todos los días: viene el lesionado, le reconocemos y hacemos nuestro informe.

En psiquiatría, por ejemplo, vemos personas que tienen alguna discapacidad, necesitan medidas de apoyo, en caso de demencias, discapacidades intelectuales, etc. también lo valoramos nosotros y hacemos un informe sobre lo que pueden y no pueden hacer, lo que necesitan, etc.

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En agresiones sexuales nuestra labor es muy importante. Hay protocolos cuando una mujer denuncia una agresión sexual, va al hospital de referencia, se avisa al forense de guardia y se hace un reconocimiento conjunto con el ginecólogo para no tener que repetirle muchas exploraciones, se toman muestras, etc. 

Hay muchas más cosas: capacidad de declarar, reconocimiento de detenidos... Algo que se olvida de nuestros forenses es que tenemos una faceta de estar dentro de la sociedad, colaborar con otras instituciones, en la formación, conferencias sobre temas como la violencia de género, planes de prevención (estamos participando en el plan de prevención del suicidio)... 

En el tema de las agresiones sexuales, ¿les ha afectado mucho la ley del solo sí es sí?

Es un poco pronto para verlo. Sí que es verdad que hemos notado un aumento importante de las denuncias, no a raíz de la ley sino de antes, cuando se empezó con el tema de 'La Manada'. Hay una mayor consciencia en las mujeres de cuándo lo que están sufriendo o lo que les ha pasado es una agresión sexual o no. 

Hemos visto muchas denuncias de sospechas de sumisión química, que antes eran mucho menos. Estar en los medios se nota mucho, estos temas de "me ponen algo en la bebida", y se nota en las consultas.

¿Cuánto hay de verdad en el uso de sustancias para la sumisión química?

Nosotros vemos cada caso. En general, lo que vemos es que (te lo digo no desde un punto de vista científico, sino como comentari) hay un aumento de la vulnerabilidad pero porque el factor que más se ve es el alcohol. Personas jóvenes que salen de fiesta, beben mucho, toman algún tipo de droga y luego no se acuerdan de lo que pasó. Esto lo vemos mucho.

Pero más que el tema, que también se da, de que te den una sustancia sin que te des cuenta, es que estás en una situación de vulnerabilidad, en el que no puedes decidir o comportarte como lo harías en otro momento.

No es tanto el miedo a la burundanga como el alcohol. ¿Pero se ven casos de sumisión por burundanga?

Yo no he visto ninguno (caso de sumisión por burundanga) pero sí que los hay. Cuando hacemos este tipo de reconocimientos tomamos muestras. El problema de la burundanga y otras sustancias parecidas es que se elimina muy pronto. Si la persona no va en seguida al centro hospitalario para que le tomen una muestra de sangre, puede desaparecer. Ahora la gente está más concienciada y va antes.

Esas muestras, nosotros la enviamos al Instituto Nacional de Toxicología y en estos análisis lo que mayoritariamente se encuentra es el alcohol. También cannabis, etc. y estas otras sustancias también se dan pero con mucha menos frecuencia.

Volviendo con el tema de los psicópatas, es una palabra que se usa mucho para descalificar al adversario, sobre todo en política. ¿Estamos banalizando su uso?

Hay unos criterios para diagnosticar la psicopatía que son muy claros, unos tests que se hacen, etc. Es característica de una persona sin empatía, cuyas relaciones personales no duran, con descargas de agresividad o comportamientos violentos, no siente culpa ni remordimientos. Yo he tenido un caso de una persona que mató a su madre y te lo cuenta con total tranquilidad y frialdad.

Luego, el concepto social de psicópata creo que se identifica igual con una persona muy narcisista pero no tiene nada que ver.

¿Cómo cambia la visión de la vida al tratar el lado oscuro de las personas?

Me he hecho muchas veces esta pregunta. No lo sé. Estar viendo tantas cosas horribles, porque vemos cosas tremendas en nuestro trabajo, podrías pensar que te insensibiliza, que te da igual, y nada más lejos de la realidad.

Sí que hay casos que te impresionan. Llevo muchos años trabajando y hay veces que te sobrecogen y lo pasas mal, incluso.

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¿Cómo te cambia la vida? Yo creo que te hace disfrutarla más. Eres tan consciente de las desgracias y los desastres que hay que dices, "bueno, qué vida más buena tengo". 

Lo hemos comentado entre nosotros muchas veces, tienes la deformación profesional de que te parece estar más acostumbrado a todo pero en realidad te hace ser más consciente de lo que somos, lo que vamos a durar y tratar de disfrutar la vida, dando importante a lo que lo tiene de verdad.

¿Cuál ha sido el momento más difícil en su trabajo?

Ha habido muchos, en realidad. Muchas veces te vas a la cama, empiezas a darle vueltas a casos y... eso pasa bastante.

Últimamente me han impresionado las muertes de ancianos solos en casa, en condiciones deplorables, se te cae el alma a los pies. No te estoy hablando de un pueblo lejano en la montaña sino en los centros de las ciudades. Eso me impresiona mucho.

Y los niños, el sufrimiento que se les inflige es terrible. Cosas así, casos de violencia de género grave que te dejan bastante impresionado... Ver el sufrimiento ajeno tan directamente, impresiona.

Estando su profesión tan relacionada con la muerte, ¿le ha cambiado su visión en estos años? ¿Se desmitifica? ¿Somos polvo y en polvo nos convertiremos?

Eso yo creo que es muy personal. En general, tenemos demasiado miedo a la muerte, no respeto sino que queremos olvidarnos de ello, se muere alguien y en seguida le queremos enterrar. Te hace ser más consciente de que somos hasta que dejamos de ser.

Luego están las creencias de cada uno. Yo no soy religiosa y tengo muchos compañeros que lo son, que tienen sus creencias. Nosotros sabemos separar muy bien nuestros trabajos de nuestras creencias y nuestra vida personal.

Imagino que es más fácil sobrellevar estas cosas si tienes un punto de vista religioso.

Yo creo que sí. Te dan envidia las personas que se muere un ser querido y piensan que estarán en el cielo. Puede ser un consuelo pero yo no puedo creer en ello.