Cartel promocional de 'Por 13 razones'.

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Salud Controversia

'Por 13 razones' no causó una ola de suicidios: el estudio que desmonta el efecto contagio

El aumento de muertes que han referido investigaciones previas está relacionado con la primavera, justo la estación en la que se emitió la serie.

21 diciembre, 2022 02:38

El estreno de 'Por 13 razones' causó un auténtico revuelo. No sólo por convertirse en una de las ficciones estrella de Netflix, también porque muchos consideraron que la escena final del suicidio podría ser peligrosa para los más jóvenes. El asunto llegó al punto de que el gigante audiovisual se vio en la obligación de salir a defender la serie, ante acusaciones de haber incrementado las cifras de muertes autoinfligidas en esta población. Su defensa no sirvió y, dos años más tarde, eliminaron gran parte de la secuencia. Ahora, una nueva investigación les devuelve la razón.

Publicado en la revista Suicide and Life-Threatening Behavior, el estudio ha querido ahondar en trabajos previos que sirvieron para acusar a la serie de haber aumentado el número de suicidios entre adolescentes y ha revisado los datos de muertes por esta causa minuciosamente, percatándose de que la serie no tuvo un efecto nocivo en los adolescentes. 

Hasta el momento, la investigación de referencia en esta materia era una publicada en la Journal of American Academy of Child and Adolescent Psychiatry y que afirmaba que, en el mes de la emisión de la serie y los tres posteriores, se produjo un aumento del 28,9% de suicidios en Estados Unidos, porcentaje calculado en función de una predicción realizada en base a cifras de años anteriores.

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Efectivamente, los datos están ahí, pero el nuevo estudio ha ido un paso más allá. Coordinado por Dan Romer, psicólogo social y director de investigación de riesgos adolescentes en la Universidad de Pensilvania, ha analizado los datos de suicidios semana a semana, con el fin de tener suficientes datos para hacer una predicción de lo que debía ocurrir en abril de 2017.

2017, un año complicado

Es decir, hay años que son especialmente nefastos de cara al suicidio y, para Estados Unidos, 2017 así fue. Según los resultados, ese despunte era el mismo que se produce otros años en primavera, pero los datos eran mayores porque la tendencia de semanas previas avisaba de que ese año habría más muertes autoinfligidas. 

"El aumento típico de la primavera coincidió con el lanzamiento de 'Por 13 razones' a finales de marzo. Cuando metes esa variable, el incremento aparente desaparece, por lo que la conclusión es que no tenemos ninguna evidencia que demuestre que tuvo un efecto sobre el suicidio en lo que respecta a las tasas nacionales", sentencia el autor.

Ahora, toca la pregunta del millón, si no fue la serie, por qué fue la primavera. Esta cuestión es más complicada de responder. Según el autor, que ha comprobado este dato en investigaciones previas, la escolarización puede estar detrás, pues los suicidios de adolescentes son mucho más bajos en verano, el patrón típico de los adultos y justo el periodo en el que están alejados en la escuela.

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Cuando llega el mes de abril, el joven en cuestión ha podido estar sometido a múltiples variables, desde venir soportando un curso de acoso escolar hasta la presión académica

De hecho, en un trabajo llevado a cabo por la sección departamental de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad Complutense de Madrid, se esgrime que el fracaso escolar es una hipótesis validada para la explicación del suicidio infantil. "En estos casos, se produce un intenso sentimiento de frustración que puede ocasionar sentimientos de culpa o minusvalía, pérdida de la autoestima, sentimientos de inseguridad frente al resto de los compañeros, inseguridad frente al futuro, sentimientos de fracaso existencial, desesperanza, estrés, tendencia a la incomunicación o a la inhibición social, etcétera", reza el escrito.

El efecto Werther

Si bien, a pesar de los resultados de esta investigación y de estas variables, no hay que perder de vista los peligros que puede tener para los más jóvenes una mala representación del suicidio. 

Hablamos de la famosa teoría del contagio del suicidio, más conocido como el efecto Werther, acuñado así por el sociólogo David Philip, que se inspiró en lo ocurrido en 1774 tras la publicación de Las penas del joven Werther, una novela de Goethe en la que el protagonista se quita la vida por amor. Tuvo un gran éxito en toda Europa y se registraron numerosos casos en circunstancias similares, lo que llevó a varios países a prohibir el libro.

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En 1974, este investigador de la Universidad de Nueva York publicó un trabajo en la American Sociological Review en la que constaba que "los suicidios aumentan inmediatamente después de que una historia así sea publicada". Para ello, analizó varias noticias publicadas en medios entre 1947 y 1968, siendo la más relevante la del caso de Marilyn Monroe. Por ejemplo, tras su muerte, se presentaron 197 por encima de lo esperado.

El problema es que esta famosa teoría del efecto contagio también dio a lugar a un tabú en los medios de comunicación. Por eso, ahora se incita a hablar del tema como herramienta de prevención. "Nuestra esperanza al convertir 'Por 13 razones' en una serie de televisión era contar una historia que ayudase a jóvenes espectadores a sentirse vistos y escuchados y llamar a la empatía de todos los que lo vean. Nuestra intención al retratar la fea y dolorosa realidad del suicidio con este detalle gráfico en la temporada uno era contar la verdad sobre el horror de tal acto y asegurarnos que nadie desee emularlo", explicaba por ejemplo Netflix al respecto.

Un estudio de UCLA daba la razón a estas palabras. Según éste, la serie propició que los adolescentes buscaran más información sobre salud mental y que este tema dejara de ser un tabú entre ellos.

La ONU también opina así. En su guía para la prevención del suicidio incide que es un mito que hablar de ello sea nocivo. Así, sentencian: "Debido a la estigmatización, la mayoría de las personas que están contemplando suicidarse no saben con quién hablar. En lugar de alentar un comportamiento suicida, el conversar abiertamente puede dar a una persona otras opciones o tiempo para replantear su decisión, previniendo así el suicidio".