Ecografías a pie de cama, lo último para un diagnóstico mejor y más rápido en el hospital

Puede parecer que una ecografía es simple y rutinaria, pero para muchos pacientes es un engorro: si están ingresados, tienen que trasladarse a una sala específica, lo que a veces ocasiona molestias; si encima deben esperar, desesperan, como dice el refrán.

Pronto puede que esto se convierta en algo del pasado. Más cómodo, menos complicado y con la más moderna tecnología: es lo que propone la Fundación Jiménez Díaz con un servicio de pruebas ecográficas que está implantado con éxito en Urgencias y en las habitaciones de aquellos ingresados que lo necesitan. El objetivo es mejorar la calidad asistencial de los pacientes cuando ingresan y durante su permanencia. Y lo están consiguiendo.

Con esta nueva técnica, el hospital se convierte en pionero en la Comunidad de Madrid en desarrollar este tipo de ecografía, algo que ya tiene cierto recorrido en sistemas sanitarios como el francés o el italiano. También, en otros hospitales españoles.

De la cama a las urgencias

Estas pruebas se realizan en las plantas del hospital y en Urgencias, una zona donde son de gran importancia, tanto para el diagnóstico de la dolencia como para la comodidad de los pacientes.

De acuerdo a datos de la Unidad de Ecografía Clínica del hospital, en Urgencias se hacen hasta 40 exploraciones al día, durante las 24 horas. La rapidez y eficacia del nuevo sistema permite mejorar el pronóstico vital del enfermo y disminuir sus tiempos de espera en el lugar. También, hacerle menos pruebas en el futuro próximo. Joaquín García Cañete, coordinador médico de Urgencias, señala que así “mejora también la calidad percibida por el paciente en el servicio”. Los cuatro equipos ecográficos y las personas a su cargo hacen ecografías de vejiga, tejidos blandos, renales, pleurales, pulmonares, exploraciones de aorta o ecocardios, entre otros servicios.

Las ecografías tradicionales implican trasladar a los pacientes ingresados de su habitación a otra zona, con la incomodidad que eso supone para ellos.

La prueba se hace de forma rápida y con calidad, ya que no hay que salir de la habitación o del box de Urgencias para ir a las salas de diagnóstico de imagen: son los radiólogos los que se acercan a las camas. Así, los pacientes están más satisfechos, pues las molestias se reducen y se ven beneficiados por la intimidad con la que se hace la prueba. Además, se pueden comentar los resultados en el momento con los interesados, sus familiares o los médicos especialistas que han pedido la ecografía.

Fernando Ybáñez Carrillo y Jaime Fernández Cuadrado, jefes del servicio de radiología de la Fundación Jiménez Díaz, explican que mover a un paciente para hacerle una radiografía implica diversos problemas, desde la disponibilidad de un celador hasta coordinar el traslado con enfermería, a lo que hay que sumar el propio desplazamiento de ida y vuelta y la incomodidad por ser trasladado de un sitio a otro en pijama.

Humanizar la asistencia

De esta forma, el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz que lleva su nombre siguen el camino de humanizar la asistencia sanitaria con tecnología. Se mejora la relación entre médico y paciente y el nivel de satisfacción de estos últimos. Además, los médicos son más productivos.

En las plantas, de acuerdo a los datos del servicio de Radiología de la fundación, desde abril se ha utilizado el sistema de ecografías en casi todos los pacientes ingresados que han necesitado una de ellas. El pico de usos se encuentra en 15 ecografías en una mañana.

De izquierda a derecha, Joaquín García Cañete, María Pavón, Guido Rodríguez de Lema y Julio Vázquez.

Ultrasonidos, tabletas y wifi

En este nuevo servicio ecográfico, el equipo de la Jiménez Díaz se sirve del sistema de ultrasonido inteligente Lumify, patentado por Philips. Su atractivo reside en que ofrece imágenes de alta calidad visionables desde un dispositivo móvil y, además, una app que permite un manejo del conjunto. El radiólogo va por todo el hospital con las sondas ecográficas y una tableta, un equipo mucho más ligero que el del ecógrafo portátil de toda la vida. Además, este dispositivo está conectado siempre al historial clínico.

Junto a ello se usa el denominado PACS, un sistema de transmisión y protección de imágenes a través de wifi. La intimidad y seguridad de los datos de los pacientes está garantizada en todo momento.

Ybáñez y Fernández adelantan que en el futuro este nuevo sistema puede usarse para visitas del médico tras operaciones o incluso en las consultas de mucha especialidades médicas. De hecho, hasta comienzos de agosto se habían hecho 14 ediciones de un curso de ecografía básica para Urgencias, a los que han acudido profesionales de todo el hospital, de atención primaria y de otros centros del Servicio Madrileño de Salud. Incluso, se ha editado un manual de ecografía en Urgencias, escrito por Pavón, Rodríguez de Lema y Jorge Short, adjunto del servicio de Urgencias. Los médicos rotan entre distintos servicios (Urgencias, cardiología…) para hacer ecografías a pacientes con distintas enfermedades.

Mientras tanto, hay abiertos tres proyectos de investigación para mejorar en el campo de las ecografías y en la relación con el paciente. También, el hospital, perteneciente al grupo Quirónsalud, quiere implantar las ecografías en la UCI. Todos estos son los próximos pasos con el fin de hacer de los hospitales un lugar más humano.