Alerta de la OCU sobre la miel del 'súper': por qué sospechan de un "engaño masivo"

La miel es un alimento tan antiguo como controvertido. Por un lado, se le asocian mejores componentes nutritivos que a otros edulcorantes como el azúcar blanquilla, que no tiene realmente ningún beneficio. Por el otro, no deja de ser azúcar por muy natural que sea, y su consumo debería mantenerse dentro de los límites que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y aunque los profesionales sanitarios la recomienden para la tos y el dolor de garganta, hay que tener en cuenta que solo aliviará los síntomas, no curará el catarro. 

Dicho esto, el interés del consumidor pasará por adquirir la miel de mejor calidad. Tal y cómo lo describía la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en su análisis de las comercializadas en España, es fundamental que se mantenga su frescura, el factor que contribuirá a mantener su aroma y sus propiedades organolépticas. En ello redunda que sean mieles de proximidad, es decir, producidas en España. También quedan descartadas las 'mieles viejas' -almacenadas durante más de dos años- o las calentadas después de conservarlas con el fin de mantenerlas líquidas.

Hay, sin embargo, un problema más grave para el consumidor: la adulteración del producto con mezclas de peor calidad e incluso artificiales para abaratar los costes de producción. China concentra las suspicacias de adulteración, por lo que se puede producir una argucia que denunciaba el ingeniero agroalimentario Christophe Brusset en su libro Y ahora ¿qué comemos?. Algunos productores, relataba, son capaces de llevar primero el producto chino a Latinoamérica para declarar que proviene de ahí. 

Como recuerda Consumidor Gobal, en diciembre de 2020 entró en vigor en España una norma nacional que establece la obligatoriedad de indicar los países concretos de origen de la miel en todas las mieles que se envasen en España. Sin embargo, como denuncia la OCU, "la normativa europea permite fórmulas poco concretas, como mezcla de mieles procedentes de la Unión Europea y de fuera de la Unión Europea". Indirectamente, denuncian, mieles que se etiquetan como de "Origen España" pueden contener el producto chino.

La "triangulación" que denuncia la OCU junto con la COAG (Coordinadora de organizaciones de agrícolas y ganaderos) no difiere de la denunciada por Brusset. Así, recoge la Organización, Portugal aportó el 21% de miel importada por España en 2020, por un 15% de origen chino. En 2021, Rumanía está siendo el origen principal de la miel que llega a nuestro país, un 18%, mientras que China provee el 15% y Portugal, un 13%. Y aquí estaría el truco, porque no vamos a encontrar mieles con denominación de origen china pese a que se está importando.

"¿Dónde van a parar las toneladas de miel china que sigue entrando a día de hoy en España ? Pues se triangula a través de otros países de la Unión Europea, como Portugal y Rumania, en los que se transforma y mezcla para adquirir un nuevo origen y aparecer incluso como Origen España", denuncia la OCU. Se estaría produciendo "una maraña legal" que "enmascara" una práctica ilícita, aprovechando que los productos pueden indicar como país de origen aquél en el que han sufrido la última transformación.

"Si la miel procedente de un determinado país (por ejemplo, miel originaria de China) y se mezcla con la que procede de otro país (en una proporción superior al 50%), obtiene esa nueva nacionalidad. Otra posibilidad es mezclar varias mieles y si ninguna llega al 50%, declarar como país de origen aquél en el que se ha hecho la mezcla. Y lo mismo sucede si la miel se calienta o sufre algún tipo de transformación o elaboración justificada: el lugar donde se ha hecho esta transformación se convierte en el país de origen", explica la OCU.

Pero, ¿no pueden los análisis de seguridad alimentaria detectar esta adulteración? No, si se ha usado la técnica de "ultrafiltración" que no está autorizada en la UE pero que podría realizarse en otros países. Este procesado permite "retirar el polen de la miel", lo que dificultaría la posibilidad de determinar las mezclas y su origen. "En vista de todo ello, COAG y OCU denuncian las triquiñuelas que enmascaran el posible engaño masivo al consumidor en el origen de la miel", concluyen.