Bacterias y virus.

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Nutrición Seguridad alimentaria

Intoxicaciones alimentarias en España: éste es el momento del día más peligroso

Un estudio sugiere que hay momentos "pico" en los que el cuerpo humano está más y mejor preparado para combatir infecciones.

3 agosto, 2021 01:58

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Las intoxicaciones alimentarias son un motivo de consulta relativamente común en los centros de salud, y en España, es durante la estación estival cuando aumentan de manera exponencial. El calor y la humedad son dos potentes colaboradores para el desarrollo de microorganismos colonizadores.

Ahora, un nuevo estudio sugiere que la hora del día es importante en cuanto a la prevención de intoxicaciones se refiere. Y es que, según la revista Cell, el organismo humano es capaz de prevenirlas con más éxito dependiendo del momento del día en cuestión.

Esa sería la conclusión de los científicos de la UT Southwestern, cuyos hallazgos podrían llevar a la creación de terapias cronometradas y regímenes de vacunación diseñados para maximizar las respuestas inmunes frente a microorganismos colonizadores.

Como comentan John F. Brooks II, Ph.D., becario postdoctoral, y Lora Hooper, Ph.D., el sistema inmune no estaría igual de activo todo el día: hay momentos "pico" en los que el cuerpo humano está más y mejor preparado para combatir infecciones.

Desde hace décadas se sabe que los animales, incluido el ser humano, siguen un horario o ritmo circadiano vinculado al amanecer y el atarceder. Estos ciclos permiten que los animales anticiparse y prepararse frente a cambios en el entorno. Su alteración, como ocurre en el ser humano cuando se trabaja a turnos, puede acarrear serios problemas para la salud, como un aumento del riesgo de sufrir infecciones, por ejemplo. Sin embargo, no se sabe aún por qué ocurre.

En este caso, Brooks, Hooper y sus colegas sospecharon que la inmunidad antibacteriana podría cambiar en los intestinos en un ciclo circadiano. Para comprobarlo, buscaron ritmos en la expresión de agentes antimicrobianos naturales producidos en el intestino de ratones para combatir las enfermedades transmitidas por los alimentos.

Según los datos obtenidos, los ratones normales producían una proteína regeneradora derivada de islotes 3g o REG3G, una molécula antimicrobiana, que se producía de forma más abundante durante la noche, cuando estos animales nocturnos están más activos; pero se producía en menor cantidad durante el día, cuando los ratones duermen. Por su parte, los ratones criados para no tener bacterias intestinales carecían de REG3G tanto de día como de noche.

Cuando se estudió más a fondo, se encontró que los ratones con cantidades cíclicas de REG3G tenían grandes poblaciones de bacterias filamentosas segmentadas en sus intestinos, un tipo de microorganismos típicamente presentes en roedores, primates no humanos y humanos, con una capacidad única para adherirse al revestimiento intestinal y cambiar la actividad genética de sus húespedes.

Según otros experimentos, este tipo de bacterias se adhieren al revestimiento intestinal de los animales durante la alimentación, con el objetivo de extraer nutrientes: cuando se adhieren, la producción de REG3G aumenta en los intestinos.

Microbioma e infecciones

Cuando los investigadores infectaron a los ratones normales, con bacterias, estos roedores morían más y presentaban mayor cantidad de bacterias si eran expuestos a las infecciones al atardecer en lugar del amanecer. 

Sin embargo, los roedores sin proteínas antimicrobianas, incluyendo REG3G, tenían altas cargas bacterianas y altas tasas de muerte independientemente de la hora del día.

Por el momento solo es un fenómeno estudiado en ratones, pero los mismos autores sugieren que sería una situación extrapolable a los humanos, dado que estas bacterias intestinales capaces de producir moléculas antimicrobianas también están presentes en nuestra especie. Aún así, será necesario realizar investigaciones adicionales para corroborarlo.

Si se confirma que en humanos existe algún tipo de fenómeno similar, sería posible mejorar y programar la administración de antibióticos contra infecciones intestinales, o bien encontrar nuevas formas de evitar dichas infecciones.