Alcachofas.

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Nutrición

La última hipótesis sobre la alcachofa: podría reducir el riesgo de algunos tipos de cáncer

Investigadores españoles evalúan el efecto del consumo regular de alcachofa en el riesgo de padecer cáncer de próstata, de mama y leucemia. 

9 febrero, 2021 01:35

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El consumo regular de alcachofas ayuda a prevenir y a controlar el cáncer de próstata, de mama y la leucemia in vitro, según la asociación Alcachofa de España, que desde hace diez años colabora con el Instituto de Biotecnología Vegetal de la Universidad Politécnica de Cartagena (IBV-UPCT) para estudiar esta verdura y probar científicamente sus beneficios.

El efecto de las alcachofas respecto del cáncer se debe a sus principales flavonoides, rutina y quercitina, así como a la presencia de ácido gálico. En concreto, estos elementos inducen la apoptosis (muerte celular programada), una de las nuevas dianas terapéuticas en el tratamiento de dicha enfermedad, al tiempo que reducen la proliferación celular.

Asimismo, los flavonoides, constituyente clave en las alcachofas, protegen contra el daño celular que resulta de la activación de factores carcinogénicos, es decir, aquellos que son capaces de causar cáncer o de aumentar su incidencia. Además, refuerzan el sistema de detoxificación de mutágenos, que son agentes que alteran o cambian la información genética, y eliminan carcinógenos del cuerpo.

Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), cada año se registran cerca de 300.000 nuevos casos de cáncer en nuestro país. De hecho, la incidencia de la enfermedad se ha incrementado un 12% en los últimos cinco años.

El cáncer de próstata y de mama, sobre los que se han probado los beneficios de las alcachofas, son la segunda y la tercera tipología, respectivamente, más diagnosticadas en España.

El cáncer es la segunda causa de mortalidad en nuestro país, solo después de las enfermedades cardiovasculares, y también ocupa los primeros puestos en el mundo. De acuerdo con la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (IARC), provocó unos diez millones de muertes a nivel global en 2020.

La alcachofa es una de las verduras más completas y también más desconocidas para las nuevas generaciones. Que su preparación requiera de algo más de tiempo provoca cierto rechazo a la hora de meterla en la cesta de la compra, pero este superalimento de toda la vida debe estar en nuestra dieta y aquí vamos a darte las razones por las que deberías comerlas siempre que tengas la oportunidad. Las propiedades más destacadas de la flor de la alcachofera surgen de su alto contenido en fibra, agua e inulina que hacen de ella una aliada de la digestión, la quema de grasa y el control del colesterol, entre otros beneficios.

España el segundo país del mundo con mayor producción de alcachofa por detrás de Italia. Murcia y la Comunidad Valenciana son las reinas de su cultivo, más de un 30% del total mundial de este alimento histórico que surgió a orillas del Mediterráneo. La Fundación Española del Corazón la recomienda para prevenir y tratar el colesterol y la hipertensión gracias a sus fitoesteroles, pero entre sus beneficios también se encuentra la mejora de problemas derivados de una mala digestión, como diarreas o estreñimiento. También ayuda en las dietas de adelgazamiento porque su fibra genera sensación de saciedad y tiene muy pocas calorías. 

Aunque la Fundación Española de Nutrición (FEN) destaca que la variedad de alcachofa más extendida en España es la Blanca de Tudela, no es ni mucho menos la única variedad existente. De hecho, se dividen entre precoces (de otoño), las de ciclo medio (invierno y primavera) y las tardías (de invierno y primavera).