La siesta, esa actividad tan general y común en España, es, sin duda, uno de los pequeños placeres que nos permitimos, si las obligaciones laborales o personales nos lo permiten. Lo cierto es que, más allá de que echemos la cabezadita, mucha gente siente sueño después de comer.

Esto puede ser un resultado natural de los patrones de digestión y los ciclos del sueño. De hecho, los investigadores tienen diferentes teorías sobre la causa del cansancio después de comer, pero en general coinciden en que es una respuesta natural y no suele ser motivo de preocupación.

Algunos investigadores han planteado la hipótesis de que los animales, incluidos los humanos, tienen "señales de vigilancia" integradas que los mantienen despiertos y alertas cuando tienen hambre. Estas señales les ayudan a localizar y adquirir alimentos. Por tanto, una vez saciado el apetito, estas señales de vigilancia se disipan y son reemplazadas por sensaciones de fatiga.

Serotonina y carbohidratos

Sin embargo, qué y cómo comemos puede tener una cierta influencia sobre esta sensación de pérdida de energía que se conoce como somnolencia postprandial. Te contamos a continuación cuáĺes son los alimentos que pueden reforzar o minimizar esta sensación.

Otros estudios, como este de 2018, encontró que una comida alta en grasas y carbohidratos provoca somnolencia y un aumento en algunos marcadores inflamatorios, especialmente entre los adultos obesos.

Los alimentos ricos en proteínas y carbohidratos pueden hacer que las personas se sientan más somnolientas que otros alimentos. Por un lado, la proteína contiene un aminoácido, llamado triptófano, que promueve la producción de serotonina, una sustancia química que juega un papel en la regulación del estado de ánimo y los ciclos del sueño, que produce el cuerpo. Por otro lado, los carbohidratos ayudan al cuerpo a absorber el triptófano. Por tanto, su combinación, es la mejor garantía de que el sueño haga acto de presencia. Otras sustancias que pueden influir en el cansancio tras la comida son la melatonina, el potasio o el magnesio.

Pan y pasta: Como ya hemos señalado los carbohidratos juegan un muy importante papel en este asunto. Estos hacen que los niveles de glucosa en sangre salten rápidamente (que genera una sensación repentina de aumento de energía). Pero cuando estos niveles de glucosa comienzan a bajar, suelen generar la sensación contraria, una caída de energía que lo dejará listo para una siesta. Los carbohidratos procesados (como el pan blanco y pastas no integrales) son especialmente problemáticos, mientras que los provenientes de las harinas integrales son menos agresivos en este sentidos.

Cerezas: La fruta es naturalmente rica en la hormona melatonina, que controla los ciclos de sueño y vigilia. La dosis adicional de melatonina puede enviar una señal a su cuerpo de que es hora de irse a dormir. Por eso, las cerezas, y otros alimentos que contengan esta hormona, no son el postre ideal si queremos mantener la energía por la tarde. Otros alimentos ricos en melatonina son los pimientos, los champiñones, el maíz, el arroz, los arándanos o las fresas.

Chocolate negro: Para los más golosos, sin duda, esto es una mala noticia. El chocolate negro no es tampoco uno de las mejores opciones para mantenerse activo después de comer. El motivo es que, aunque es cierto que contiene cafeína, también es una importante fuente de serotonina.

Carne roja: La carne roja le proporciona hierro, que es un refuerzo de energía, pero también tiene un alto nivel de grasa. Este tipo de carne, además de un importante contenido en proteínas, incluye grasas, que también influyen en el cansancio. Esto se debe a que las grasas son más difíciles de descomponer para el cuerpo y requieren un proceso más elaborado que otros nutrientes. En consecuencia, el cuerpo envía más energía a la fuente de la digestión, aumentando la sensación de agotamiento.

Plátanos: El potasio y el magnesio en los plátanos son los culpables de la sensación de sueño. Ayudan a relajar los músculos y favorece la sensación de cansancio. Otros alimentos con un alto contenido en potasio son la sandía, el aguacate o los pistachos.

El salmón con guarnición de verduras puede ayudar a continuar el día sin esa horrible sensación de sopor iStock

Cómo combatir este cansancio

Sentirse cansado después de una comida puede ser frustrante, especialmente después del almuerzo, cuando una persona puede necesitar estar alerta, por ejemplo, si tiene que trabajar o cumplir con alguna obligación.

Para evitar llegar a este punto, existen algunos alimentos que pueden ser útiles. Entre ellos, destacan los alimentos sin procesar, frutas y verduras frescas, bebidas sin cafeína, proteínas magras como las provenientes del pollo, del salmón o del atún, nueces y semillas y aquellas que incluyen carbohidratos complejos.

Además, también se pueden seguir algunas pautas muy sencillas para mantenerse despierto.

Comer poco y con frecuencia: En lugar de comer comidas abundantes, es preferible tomar algún tentempié más pequeño cada pocas horas para mantener los niveles de energía. Una pieza de fruta o un puñado de nueces son buenas opciones.

Dormir bien por la noche: Una persona que duerme lo suficiente por la noche tiene menos probabilidades de experimentar una caída de energía significativa después del almuerzo.

Ejercicio moderado: Salir a caminar o realizar algún tipo de ejercicio moderado durante el día, en especial después de comer, ayuda a mantener la energía en un buen nivel para hacer frente a las obligaciones de la tarde.

Mejor sin alcohol: El alcohol puede hacer que las personas se sientan más cansadas, entre otras cosas, porque tiene efectos deshidratantes. Sin duda, lo mejor es comer con agua, mucho más sana, y que permite una buena hidratación.

También te puede interesar...

Noticias relacionadas