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    La horchata: 231 calorías (330 mililitros)

    Se trata de un producto típicamente valenciano elaborado con chufas trituradas, maceradas y mezcladas con agua y azúcar. Es una bebida rica en almidón y acido linoléico, tiene un 2,4 % de grasas y un 12 % de azúcares, suponiendo un importante aporte nutricional.

    Según explicó a EL ESPAÑOL Raquel Nogués, especialista en Dietética y Nutrición en el Centro Médico Teknon de Barcelona, los beneficios de la horchata vienen básicamente por las características de la chufa, ya que contiene ácidos grasos moniinstaturados (omega 6 y oleico), hierro, calcio y proteínas. 

    A la hora de elegir entre una y otra en el supermercado, lo mejor para la salud será optar por la que tenga menos azúcares.

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    Bebidas de café: 169 calorías (envase)

    Al genuino café con hielo que tomamos para refrescarnos, se suman los diferentes preparados a base de café que ofrecen los supermercados. No obstante, no hay que perder de vista que llevan más azúcar y más calorías que un café hecho en casa

    Además del precio, el aporte calórico de estas bebidas de café varía en función del tipo de leche o la cantidad de azúcar añadido, algo que no es nada recomendable para la salud.

    Los nutricionistas recomiendan evitar el consumo de alimentos que incluyan cualquier azúcar añadido.

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    Granizados: 150 calorías (250 mililitros)

    Helados de agua y un 12 % de azúcar. Pese a sus atractivas presentaciones, solo son vasos de agua azucarada.

    Refrescantes y disponibles en varios sabores, pero con una cantidad ínfima de fruta.

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    Refrescos: 132 calorías (330 mililitros, una lata)

    Con gas o sin gas, los refrescos nunca deben sustituir al agua, ya que la mayoría supone un aporte extra de azúcar.

    Los de cola son los más populares, controlando el 52 % del mercado.

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    Tinto de verano y clara con limón: 125 calorías (330 mililitros)

    El tinto de verano consiste en vino tinto rebajado con gaseosa, una de las bebidas más populares en los meses de calor. Combinación dulce, refrescante y con burbujas, pero con tanto alcohol como una cerveza normal.

    Tiene las mismas calorías que una clara con limón. Esta bebida consiste en mitad cerveza y mitad refresco de limón, y eel doble de calórica que la variante hecha con gaseosa.

    La idea es dulcificar el amargor de la cerveza, pero no hay que olvidar que el refresco con el que se mezcla lleva bastante azúcar, por lo que al final tiene más calorías que una cerveza.

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