Las bayas de goji empezaron a popularizarse en España hace algo más de una década. Introducir el pequeño fruto rojo en nuestra dieta auguraba propiedades casi mágicas contra el envejecimiento, convirtiéndose en la nueva fuente de la eterna juventud gracias a su composición: un auténtico cóctel infalible de nutrientes para prevenir los procesos relacionados con la oxidación que también aporta beneficios para las personas que padecen enfermedades cardiovasculares. Estas y otras cualidades las catapultaron a lo más alto del podio de los superalimentos aunque muchos nutricionistas se han empeñado en advertir sobre sus mitos y alertar de los peligros de su consumo junto al de determinados medicamentos.

Conocidas también como cerezas del Tibet o del Himalaya, se cultivan mayoritariamente en Asia aunque también se producen en España desde que en 2012 una empresa de Huelva las introdujo con éxito entre sus productos. Es un alimento muy rico en fibras y antioxidantes que ya se empleaba en la antigua China por sus propiedades; pero, ¿qué son realmente y para qué sirven? Para que nos hagamos una idea, estableciendo un paralelismo con un fruto más popular en nuestro país, suelen compararse con las uvas pasas. No obstante, lo cierto es que éstas únicamente las superan en su contenido de potasio, pero las bayas les dan un buen repaso en relación a otros nutrientes: tienen casi seis veces más vitamina C que las naranjas, el mismo calcio que la leche y tres veces más potasio que los plátanos.

Será necesario incluir en la dieta de 20 a 30 gramos diarios para que se noten sus efectos. Si bien Medline Plus apunta que no existe "buena evidencia científica" sobre sus beneficios, sí citan algunas investigaciones que las recomiendan si se padece diabetes —disminuye los niveles de azúcar en sangre—, sequedad de ojos y enfermedades cardiovasculares. Además, otro estudio de la misma fuente apunta a que mejoran la energía, la calidad de sueño, la función mental, el movimiento intestinal y el estado de ánimo. Asimismo, contribuyen a la pérdida de peso al generar sensación de saciedad. Eso sí, no están recomendadas para todo el mundo porque se han registrado interacciones con medicamentos: los modificados por el hígado (como diazepam o ibuprofeno), medicamentos para la diabetes (insulina o glipizida), medicamentos para la presión arterial y otros como la warfarina o el sintrom, empleados para retardar la coagulación sanguínea.

El director del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Granada, Emilio Martínez de Victoria, aboga por desmitificar sus propiedades y pone en duda que mejoren nuestra salud. "Muchos de los componentes presentes en ellas los pueden aportar la cantidad diaria recomendada de frutas y verduras", observa, añadiendo que su éxito residen en que generan un "importante efecto placebo". Por su parte, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) también tiene sus reticencias sobre este superalimento al detectar, tras un análisis de muestras realizado en 2013, que contenían una gran cantidad de pesticidas y metales pesados como cadmio, cobre y plomo.

Valor nutricional de las bayas de goji

El valor nutricional por 100 gramos en el siguiente:

Calorías: 370 g

Grasas totales: 0,6 g

Colesterol: 0 g

Hidratos de carbono: 62 g

Fibras: 8 g

Proteínas: 11,5 g

Vitamina A: 8 mg

Vitamina C: 310 mg

Calcio: 112 mg

Hierro: 9 mg

Potasio: 1.132 mg

Variedades de bayas de goji

Las bayas son el fruto del Lycium, que es un género de la familia de las Solanaceae, la misma a las que pertenece la patata, el tomate y el pimiento. Existen un total de 83 especies registradas en todo el planeta, con una mayor presencia en zonas subtropicales, áridas y secas. Son arbustos espinosos y solamente la mitad de las variedades son comestibles, aunque el catedrático de la Universidad de Granada recomienda ingerir en exclusiva los frutos del Lycium Barbarum y Lycium Chinense, "que son las que realmente contienen nutrientes indicados y los efectos saludables descritos".

La primera variedad, aunque originaria de China, está ampliamente introducida en Europa y estudiada en Occidente desde el siglo XVIII. La Chinense, en cambio, aunque con una composición muy similar, está mucho menos extendida. Ambas llevan siglos sirviendo como materia prima para elaborar todo tipo de remedios naturales de la medicina tradicional china por las propiedades que hemos enumerado y pueden adquirirse fácilmente en los supermercados.

Cómo tomar las bayas de goji

Basta con echar un vistazo en Google para encontrar un sinfín de empresas que las comercializan a precios muy dispares. En todo caso, desde la OCU nos recomiendan adquirirlas de una marca de confianza y siempre en paquetes cerrados, no a granel, fijándonos en su etiquetado para constatar que no se trate de adulteraciones.

Rescatando el ejemplo de las pasas, podemos emplear las bayas en crudo para darle un toque diferente a nuestras ensaladas y endulzar los guisos. Pero también son perfectas para mezclar con yogur natural junto a otros frutos (nueces, arándanos...) o añadir a los batidos naturales y las macedonias. Si lo preferimos, solas tampoco están nada mal.

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