Es uno de los términos de moda más populares de los últimos años. Continuamente en boca de todos, la lista de ingredientes que conforman esta categoría es cada vez mayor. No paramos de escuchar que son fundamentales para nuestra salud pero, ¿sabemos realmente qué son y para qué sirven los superalimentos?

En inglés superfood hace referencia a todos aquellos alimentos cuyo contenido en nutrientes les confiere un beneficio para la salud superior al resto. Pero ojo, aunque la palabra pueda llevar a confusión, no se trata de productos ‘milagro’ sino más bien de alimentos que, por su alta concentración de antioxidantes, grasas saludables y vitaminas, ayudan a optimizar –especialmente dentro de una dieta equilibrada- nuestra salud y belleza.

Semillas, frutas, raíces… Son muchas las formas y variedades en las que podemos encontrar estos superalimentos en el mercado. Aunque, de momento, solo unos pocos han sabido cruzar las fronteras de la popularidad y hacerse con un lugar privilegiado en nuestros menús y recetarios. Las primeras en llegar fueron las bayas de goji, después la quinoa y la chía, seguidas del multifuncional té matcha. El açai invadió las redes sociales a primeros de año y, más recientemente, las hojas de kale se han posicionado como el mejor tentempié healthy del momento.

CHÍA

Estas pequeñas semillas de color negro son uno de los alimentos más saludables que podemos encontrar actualmente en el mercado. La chía –(o Salvia hispanica L.) es una planta procedente de México, Guatemala y Nicaragua de la que se aprovechan las semillas por su alto contenido en fibra, Omega-3, fósforo, calcio y polifenoles antioxidantes.

¿Para qué sirve? 

Esenciales y muy beneficiosas para el sistema cardiovascular y para el cerebro gracias a sus ácidos grasos, la chía es además una gran aliada para la regulación del tránsito intestinal. Tienen gran cantidad de fibra, ayudan en el proceso digestivo y controlan el hambre. Contienen el doble de potasio que el plátano y dos veces más la cantidad de proteínas que cualquier verdura; por ello, generan un aporte extra de energía y ayudan a eliminar líquidos y toxinas.

QUINOA

Denominada pseudocereal, esta semilla de alto valor nutricional es rica en proteínas completas, magnesio, cobre, hierro y calcio. En 1996 fue catalogada por la FAO (Organización de Las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) como uno de los cultivos con gran futuro para la humanidad, debido a sus beneficios y, sobre todo, por considerarse una gran fuente para paliar los problemas de desnutrición. Además, tiene un índice glucémico muy bajo, es rica en Omega 6 y vitaminas E, B1 y B6.

¿Para qué sirve?

Gracias a su contenido en vitaminas, lucha contra los radicales libres. Es antioxidante, aporta una gran fuente de energía y sus fibras facilitan el tránsito intestinal. Por su combinación de nutrientes, la quinoa ayuda a fortalecer y dar suavidad al cabello castigado. Y por su elevado contenido en proteínas y vitaminas, podemos mejorar la musculación y, de esta manera, prevenir imperfecciones como la celulitis y estrías.

KALE

Versátil y muy nutritivo, el kale es lo que aquí llamamos berza o col rizada. Es baja en grasas saturadas, colesterol y rica en proteínas. Contiene antioxidantes, es alta en fibra, minerales y vitaminas A y C. Aunque lo que la ha llevado a posicionarse como superalimento es su bajo aporte calórico.

¿Para qué sirve? 

Regula el tránsito intestinal, refuerza el organismo contra las infecciones y reduce la ansiedad y el estrés. Además, sus antioxidantes mejoran el aspecto de la piel, cuidan la vista y gracias a sus proteínas refuerza los huesos.

TÉ MATCHA 

Es uno de los superalimentos más de moda de la temporada y también uno de los secretos mejor guardados por los monjes Zen. Básicamente, es la hoja entera del té verde que tras un proceso especial de cultivo, recolección y secado, se muele para obtener un polvo que multiplica sus beneficios. Y es que una taza de matcha equivale a diez vasos de cualquier otro té, con lo que sus beneficios se multiplican.

¿Para qué sirve?

Su consumo aporta energía y numerosos beneficios diuréticos y para el tránsito intestinal. Activa el metabolismo, con lo que su consumo regula el apetito y ayuda a mantener el peso; y, además, es un fuerte antioxidante que favorece la renovación celular y combate el envejecimiento de la piel.

BAYAS GOJI 

También conocidas como cerezas del Tibet o Himalaya, las bayas de goji llevan ya varios años siendo uno de los mejores aliados de la belleza y la nutrición. Utilizadas en China durante miles de años para mejorar la salud y la longevidad, son ricas en Omega 3 y 6, vitaminas y antioxidantes. Además, destacan por su alto aporte de calcio, potasio, hierro, zinc, fósforo y selenio.

¿Para qué sirven?

Muy populares para la pérdida de peso por su alto nivel saciante, gracias a sus numerosos nutrientes mejoran la respuesta inmune, protegen la vista y la piel y previenen las enfermedades cardiovasculares. Además, sus antioxidantes luchan contra el antienvejecimiento.

AÇAI

Esta baya procedente de Brasil es el fruto de una palmera que crece en las regiones más húmedas del país. Y aunque su popularidad en nuestro país es muy reciente, lo cierto es que llevan siendo parte fundamental de la dieta de los indígenas del Amazonas desde hace cientos de años. De apariencia similar a los arándanos y sabor parecido al del chocolate, destaca por su alto contenido en antioxidantes, vitaminas A y C, ácidos grasos esenciales Omega 3, 6 y 9; además de gran cantidad de fibra y proteína orgánica vegetal.

¿Para qué sirve?

Es antioxidante, ayuda a combatir los radicales libres consiguiendo un efecto rejuvenecedor y proporciona gran cantidad de vitalidad. Además, ayuda a eliminar toxinas, mejora el tránsito intestinal y reduce los niveles de colesterol y azúcar en sangre, por lo que es muy habitual en dietas y planes detox