Tamara Falcó en 2016 y en 2021.

Tamara Falcó en 2016 y en 2021.

Ciencia

Tamara Falcó, 43 años, alto y claro tras perder 25 kilos con el 'método Buchinger': "Esto es lo que encontré y me funcionó"

Lograr una pérdida de peso saludable, constante y mantenida en el tiempo no es nada fácil, y sigue sin existir un método único para conseguirlo.

Más información: Bertín Osborne, 70 años, alto y claro sobre su truco para perder 12 kilos: "Me ha cambiado la vida, duermo mejor"

Publicada
Actualizada

La pérdida de peso saludable sigue siendo el Santo Grial de nuestra era. Desde hace varias décadas la prevalencia del sobrepeso y la obesidad no han dejado de aumentar, registrándose una discreta reducción en los últimos años tras la implementación de los conocidos fármacos contra la obesidad. Sin embargo, queda mucho por mejorar, especialmente en el estilo de vida.

Así, existen muchos "métodos", más o menos intrusivos y rápidos, para lograr una pérdida de peso acelerada. Uno de ellos ha sido popularizado por Tamara Falcó: el conocido como 'método Buchinger'. La aristócrata logró perder un total de 25 kilos en dos etapas de su vida, afirmando que "había encontrado lo que le funcionaba" para estar en su "normopeso".

La conocida hija de Isabel Preysler y Carlos Falcó ocupó portadas hace unos años por su drástico aumento de peso dentro de un contexto de estrés cronificado, como ella misma explicó. En 2016 se puso en manos de la clínica Buchinger con el objetivo de perder los 20 kg que acumuló por alimentarse de "filetes empanados y tortilla de patatas". En 2023 volvió a recurrir al centro para perder otros cinco kilos en 21 días en la víspera a su boda.

El 'método Buchinger' consiste en un método de ayuno supervisado que desarrolló el médico alemán Otto Buchinger (1878-1966). Su objetivo inicial fue usar este método con fines médicos, preventivos y de bienestar, aunque con los años este método ha ganado popularidad en Europa como tratamiento estético con rápidos resultados.

La premisa se basa en que el ayuno promueve procesos de limpieza metabólica y autofagia celular, mejorando la salud general, favoreciendo la pérdida de peso y la regeneración física y mental. Recuerda al ayuno intermitente, pero este último restringe el tiempo durante el cual podemos comer mientras que el método Buchinger provoca restricciones calóricas de alta intensidad en un corto periodo de tiempo.

De manera estandarizada, los programas suelen durar entre 7 y 21 días, y constan de tres fases diferenciadas, aunque se trata de un método supervisado, adaptable e individualizable dependiendo del caso:

Así ha sido el vestido de novia de Tamara Falcó AGENCIAS

La fase de preparación, de 1-2 días de duración. En ella se provoca una reducción progresiva de la ingesta calórica mediante una dieta ligera, basada en frutas, verduras y cereales integrales, con el objetivo de preparar al organismo para el ayuno.

La fase de ayuno, de 5 a 20 días de duración. Se produce un aporte energético de 200 a 500 kcal diarias, principalmente a base de caldos vegetales, zumos de frutas, infusiones y miel. La hidratación consiste en 2-3 litros de agua diarios, y se prioriza un nivel de actividad física moderada con técnicas de relajación. Existe la opción de realizar hidroterapia y lavativas.

La fase de reintroducción, de 3 a 5 días de duración, consiste en una transición gradual hacia una dieta completa, comenzando de nuevo con alimentos ligeros y ricos en fibra vegetal.

Un ensayo clínico realizado en la misma clínica Buchinger Wilhelmi con más de 1.400 pacientes, publicado en Plos ONE en 2019, sugirió que un ayuno controlado de hasta 21 días de duración daría lugar a una pérdida de peso, mejoras tanto en presión arterial como nivel de glucemia y lípidos.

Además, se consideró tolerable con escasos efectos adversos en los participantes tratados. En total, se objetivó una pérdida de peso de hasta 8,5 kg de media tras el paso de 20 días en los participantes, y reducciones de hasta 8,8 cm de cintura abdominal.

Por su parte, otro trabajo publicado en Frontiers in Nutrition en 2022 también sugirió que este tipo de métodos daría lugar a mejoras objetivas en los marcadores inflamatorios, y mejoras subjetivas tanto en el bienestar percibido como en el sueño.

Como puntos en contra o limitaciones, no existen estudios documentados a largo plazo respecto a un posible efecto rebote. Además, la mayoría de la evidencia publicada procede de la misma red de clínicas que usan este método, con el potencial riesgo de sesgo de patrocinio y falta de grupos control con los que comparar.