
María Blasco, directora del CNIO, durante su comparecencia ante los medios este martes.
María Blasco se aferra al cargo y arremete contra el gerente, a quien acusa de lastrar las cuentas del CNIO
La directora del CNIO pedirá una reunión con la ministra Morant para que se investigue el origen de la "campaña de descrédito" que dice sufrir.
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La directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), María Blasco, ha anunciado que denunciará ante la Fiscalía la actual bicefalia del centro, que, según ella, provoca graves consecuencias en la organización. En la rueda de prensa convocada este martes ante los medios, también ha arremetido contra el gerente del centro, Juan Arroyo.
María Blasco ha dicho que contra el gerente del CNIO pesan graves acusaciones, entre las que ha citado las de prevaricación, tráfico de influencias, fraude y malversación de fondos.
"Estoy estudiando denunciar las graves consecuencias organizativas y materiales de esta bicefalia ante la Fiscalía", ha apuntado. Aunque no ha aclarado si la denuncia va a ser contra Arroyo, sí ha dicho que "para que el CNIO sea ejemplar, el gerente debe ser ejemplar".
Según Blasco, desde que ella es directora, se le garantizó que el gerente iba a ser sustituido en dos ocasiones. La primera de ellas, cuando comenzó su periodo al frente del centro.
Comparecencia de María Blasco ante los medios de comunicación.
"Entré con la promesa de que iba a poder trabajar con un gerente nuevo, que designaría el nuevo Ministerio. Esto es importante porque el CNIO es una bicefalia y hay dos directores", ella y Juan Arroyo, "que tiene las competencias de contratación y ya fue gerente con Barbacid, cuya salida del centro fue conflictiva".
Blasco ha asegurado que está siendo víctima de una campaña de descrédito contra su persona. "Las campañas de desinformación y bullying son aquellas en las que se transmiten mentiras o cosas de manera sesgada con la intención de destruir la imagen de una persona", ha dicho.
Por esta razón, la directora científica ha asegurado que va a pedir una reunión con la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, "para que se investigue el origen de esta campaña de descrédito hacia el CNIO y hacia mi persona, cargándome de responsabilidades que no son mías, sino del gerente, así como una auditoría al Defensor del Pueblo de mi labor y de la labor del gerente".
La directora científica del CNIO ha negado (sin explicitarlo) que vaya a dimitir y las acusaciones de mala gestión y maltrato. Blasco también ha dicho que el centro se ha visto lastrado por la deuda de un crédito de 43 millones de euros pedido por Barbacid y Arroyo, "que no dio resultados y hemos tenido que devolver".
Blasco ha señalado que su "preocupación aumentó debido a una demanda por prevaricación, tráfico de influencias, fraude y malversación a él [por Arroyo] y dos miembros de su equipo por fraccionamiento de contratos".
EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con la gerencia, que ha aportado pruebas del sobreseimiento de la denuncia, que fue presentada por el partido político Vox.
Por otro lado, la directora ha afirmado que solo ha recibido una denuncia por acoso laboral y que ha sido desestimada.
También se ha referido a las cartas de jefes e investigadores del centro que piden su relevo señalando que el pasado jueves se convocó una asamblea de trabajadores en el centro "a la que acudieron más de 300 personas" y que allí pudo resolver cualquier tipo de duda que tenían.
El pasado 13 de enero, la ministra Morant defendió la labor del CNIO ante las preguntas de los periodistas. "El centro vive uno de sus mejores momentos y a mí no me van a encontrar nunca en la irresponsabilidad de desprestigiar a un centro de investigaciones de esa categoría", dijo.
El patronato del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, en su última reunión en diciembre, decidió tumbar las cuentas y suspender el programa CNIO ARTE. Además, pidió sendos informes a la dirección científica y a la gerencia para analizar en profundidad la situación del centro. Así, está previsto que el próximo 29 de enero vuelva a reunirse para tomar una decisión, aunque fuentes a las que ha tenido acceso EL ESPAÑOL señalan que es posible que se adelante.