Ávila parece ser la primera provincia en Castilla y León en alcanzar el pico de la peligrosa tercera ola. Y es que, tras las medidas que se han tomado tras la Navidad, la gráfica de contagios diarios parece marcar ya un paulatino descenso que, se espera, sea rápido para evitar al máximo los ingresos en hospitales. 

Y es que los 224 contagios del pasado 16 de enero, hace ya una semana, no se han vuelto a superar. Desde entonces, eso sí, tres días de hasta 180 positivos que recuerdan que al descenso como tal todavía le falta un poco. 

Pese a ello, el número reproductivo básico también da buenas señales de que esto ocurra más pronto que tarde. Tras un buen descenso en los últimos días ya se encuentra en el 1,01, el más bajo de la comunidad. Descender de uno, a lo que llegará ya durante estos días a tenor de la tendencia, supondrá muchos menos contagios en un futuro cercano, que permitiría respirar un poco al hospital. 

Y es que, según los datos de la Junta, el número de ingresados actuales es de 120, mientras que en la segunda ola ni siquiera se llegó a la centena. En la primera, eso sí, se llegó hasta los 197. En la UCI, por su parte, son ocho los que se encuentran actualmente, todavía por debajo de la segunda y primera ola, cuando se llegó a 12 y 17, respectivamente. 

Con todo, se debe recordar que los contagios actuales siguen siendo superiores a los que hubo en la segunda ola y que estos se convierten en ingresados a los pocos días, más tarde en UCI y posteriormente, en fallecidos. Por ello, aunque parezca que se ha alcanzado el pico, sigue siendo importante el descenso rápido de los contagios.