Manifestación vecinal en Olleros de Tera en apoyo a Álvaro

Manifestación vecinal en Olleros de Tera en apoyo a Álvaro

Zamora

El testimonio de una peregrina francesa cuestiona la hipótesis del robo en la agresión de Olleros de Tera

La Guardia Civil baraja nuevas líneas de investigación y el subdelegado del Gobierno en Zamora asegura que "ninguna es descartable".

Más información: Sociedad Gitana Española denuncia que el apuñalamiento en Olleros de Tera fue por motivos racistas

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La investigación sobre el suceso ocurrido el pasado 1 de septiembre en el bar y albergue La Trucha de Olleros de Tera vuelve a dar un giro tras la declaración de una peregrina francesa, testigo presencial de los hechos.

Así lo ha detallado la Sociedad Gitana Española en un nuevo comunicado donde asegura que su testimonio refuerza la versión de que no se trató de un intento de robo, sino de una agresión directa del dueño del establecimiento hacia el hombre de 40 años y etnia gitana.

La organización asegura que la declaración ofrecida ante el fiscal y los abogados del agresor y de la víctima "rompe con las ansias de algunos medios de comunicación extremistas que intentan normalizar como lógico un apuñalamiento brutal que casi se lleva la vida de un ser humano".

En el comunicado, la sociedad relata que la peregrina afirmó que el herido "jamás se enfrentó ni tuvo opción alguna de defenderse". Mientras que el hostelero "arremetió brutalmente y sin mediar palabra atacó a la víctima".

Sociedad Gitana Española añade que, tras la agresión, el presunto autor "huyó con su coche del lugar, abandonando al herido y sin prestarle ningún tipo de auxilio".

El comunicado también señala que consta en la causa una conversación previa por WhatsApp entre Álvaro y la víctima, en la que se hablaba de dónde comprar marihuana.

Para la Sociedad Gitana Española, este hecho "tumba la campaña mediática, política y vecinal de que tal agresión se produjo por un robo".

"Ninguna hipótesis es descartable"

Por su parte, el subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco, ha confirmado que la investigación sigue abierta y se barajan nuevas hipótesis. "Ninguna de ellas es descartable", ha explicado.

Blanco también ha detallado que la víctima pasó este sábado de la UCI a planta, mientras que el presunto agresor continúa en prisión preventiva y comunicada en el Centro Penitenciario de Topas (Salamanca).

Además, el subdelegado del Gobierno en Zamora ha confirmado que "son más de tres cuchilladas" las sufridas por la víctima, como ya adelantó Sociedad Gitana Española en un comunicado la semana pasada. 

En cuanto a las dos concentraciones vecinales celebradas en defensa del presunto agresor y que para Sociedad Gitana Española podrían haber incurrido en un delito de odio, Blanco ha explicado que, según los informes de la Guardia Civil, en ningún momento se detectó "ninguna manifestación verbal, ni pancarta" que pudiera estar vinculada a ese fin.

Dos versiones muy distintas

Cabe recordar que inicialmente, la versión difundida de forma oficial señalaba que el apuñalamiento del 1 de septiembre en Olleros de Tera se habría producido por un intento de robo en el establecimiento de Álvaro.

Un primer relato apoyado por buena parte de los vecinos de la zona, quienes manifestaron en diversos medios su sensación de inseguridad desde la llegada del herido y su pareja al pueblo.

La alcaldesa de Calzadilla de Tera, Julia Fernández, confirmaba a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León las quejas vecinales por supuestos robos en fincas y huertos del entorno.

Además, se insistió en que Álvaro "se defendió" tras sufrir, según los vecinos y la regidora, hasta tres intentos previos de hurto por parte de la víctima.

Días más tarde, la Sociedad Gitana Española ofreció una versión completamente distinta. La entidad anunció que se personará en la causa contra el propietario del bar La Trucha, y aseguró que existen pruebas de que "no hubo robo ni intención de robar ni ese día ni anteriormente".

En declaraciones a este periódico, su secretario, Miguel Valverde, afirmaba que la agresión fue "de forma indiscriminada y con intención de matar".

Además, el representante de la familia aseguraba que el agresor muestra en redes "ideología y afinidad a la extrema derecha" y que la víctima fue atacada por la espalda. También precisaba que la víctima no portaba cuchillo, sino un bastón de caña de bambú, durante el ataque.

Para la entidad, la agresión "también puede ir motivada por odio, por el hecho de que sea una persona de etnia gitana".

Según la Sociedad Gitana Española, el herido, con un 75% de discapacidad, sufrió la primera puñalada "casi mortal"; fue operado de urgencia y le tuvieron que poner 37 grapas.