Monjas benedictinas del Monasterio de La Ascensión en Zamora

Monjas benedictinas del Monasterio de La Ascensión en Zamora Diócesis de Zamora

Zamora

La monjas benedictinas abandonan el Monasterio de La Ascensión en Zamora tras 64 años de servicio en la ciudad

El obispo de Zamora, Fernando Valera, ha manifestado que "nos duele su marcha porque han sido el alma orante de nuestra diócesis".

Más información: Las Dueñas de Zamora: las monjas más rebeldes que vacilaron a un obispo e hicieron negocios inmobiliarios

Publicada

La comunidad de monjas benedictinas del Monasterio de La Ascensión en Zamora abandonará la ciudad. Las religiosas llevaban en la Perla del Duero desde 1961 y ahora ha comenzado un proceso de unión con otras comunidades monásticas en respuesta a la disminución de vocaciones religiosas.

Según un comunicado conjunto de las comunidades de San Pelayo de Oviedo, San Salvador de Palacios de Benaver (Burgos) y La Ascensión de Zamora, junto con la casa dependiente de esta última en San José de Costa Rica, hace más de un año iniciaron un discernimiento conjunto "en busca de caminos de VIDA y de cuidado de las hermanas y de nuestro carisma".

Tras concluir esta fase, ahora se trabaja para unificarse en una única comunidad que estaría ubicada en el Monasterio de San Pelayo de Oviedo.

El comunicado subraya que este proceso no será inmediato debido a la "complejidad que supone y los diferentes aspectos que es necesario abordar".

Mientras tanto, tanto la imprenta como la editorial vinculadas a estas comunidades, Ediciones Monte Casino, continuarán funcionando con normalidad.

La Congregación Monástica de Santa Hildegarda, a la que pertenecen estas comunidades, acompaña este discernimiento, buscando alternativas para afrontar "el desafío de hacer frente a la fragilidad" y para cuidar a cada hermana según su etapa vital, manteniendo el carisma benedictino "con alegría a la Iglesia y al mundo".

Por su parte, el Obispado de Zamora ha expresado "profundo dolor y sincero agradecimiento" ante la próxima marcha de la comunidad de monjas de La Ascensión, que desde su llegada en 1961, con 27 hermanas provenientes del monasterio de Sahagún de Campos (León), han ofrecido a la diócesis "un testimonio luminoso de vida contemplativa fiel a la Regla de San Benito".

El obispo de Zamora, Fernando Valera, ha manifestado que "nos duele su marcha porque han sido alma orante de nuestra diócesis", aunque confía en que "seguirán siendo células vivas en el engranaje del mundo" y que "su silencio fecundo seguirá dando frutos allí donde el Señor las lleve".

El diario que han mantenido las monjas se ha estructurado en torno a tres ejes: la oración constante como intercesoras por el mundo, el trabajo manual, especialmente a través de la editorial e imprenta Monte Casino, y la vida fraterna marcada por la caridad y la entrega diaria.

La escasez de vocaciones en la vida consagrada ha sido el factor decisivo para tomar esta difícil decisión, pero la comunidad afirma mantener "una fe firme, serena y esperanzada" y confía en que "Dios hará lo demás, en presente, no en futuro".

La Diócesis de Zamora acompaña a las hermanas en este nuevo camino con "pena, pero también con gratitud y esperanza", deseándoles que puedan vivir "con plenitud la belleza de su vocación" en su nuevo destino.