
Dos y pingada Facebook
El plato típico de Semana Santa que solo se come en Zamora: un sueño calórico para terminar la Cuaresma
Una receta sencilla y humilde, que ya es santo y seña del final de la Pasión en la Perla del Duero.
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Los días de recogimiento, silencio y devoción llegan a su fin. Y con ellos, la ciudad de Zamora puede regocijarse con la celebración de la Resurrección del Señor. La Perla del Duero vuelve a ser luminosa y alegre, y este renacer espiritual marca también el cierre del periodo de ayuno y abstinencia de carne propio de la Cuaresma.
Y en Zamora, no hay mejor manera de celebrarlo que con su almuerzo más tradicional: el 'dos y pingada'. Un plato único en España, que solo se degusta en la románica ciudad cada Domingo de Resurrección.
Una receta sencilla y humilde como la propia Semana Santa zamorana, que está compuesta por dos huevos fritos acompañados de dos o tres lonchas de magro de cerdo pasadas por la sartén, todo ello servido con pan.
En algunas versiones, también puede incluir productos de la matanza como jamón, chorizo o morcilla. Eso queda al gusto del cocinero de turno.
Y así lo recoge el propio Romancero de Zamora:
Ya resucitó el Señor
y repican las campanas.
Prepara el almuerzo, chica,
y fríe dos y pingada.
El origen
El 'dos y pingada' no solo es una receta, sino una costumbre profundamente arraigada que, según la tradición, comenzó en el Barrio de La Horta y que, con el tiempo, se ha extendido a toda la ciudad.
Así que, tras la procesión del Encuentro en la mañana del Domingo de Resurrección, miles de zamoranos acuden a bares y restaurantes para disfrutar de este desayuno tan característico.
También es habitual reunirse con familia o amigos en lugares al aire libre como el bosque de Valorio o el puente de los Tres Árboles, si el tiempo acompaña.
Este plato se ha convertido en una seña de identidad durante la Semana Santa, marcando el final de una de las celebraciones más emblemáticas de la ciudad. Y así, entre tradición y muchas calorías, Zamora se despide de su Semana Santa 2025 y retoma su vida cotidiana hasta el próximo año.