Polémica en el pregón de la Semana Santa por la vestimenta del alcalde de Zamora: "No pienso cambiar"

El pregón de la Semana Santa de Zamora el Domingo de Ramos marca el inicio oficial de la Pasión en la ciudad. Un día donde la tradición manda estrenar atuendo y ponerse sus mejores galas para recibir a Jesús en su entrada triunfal en Jerusalén. Si uno así lo quiere, claro está.

A nadie se le escapa que el alcalde de Zamora, Francisco Guarido, lleva ya diez años gobernando la ciudad desde lo que él mismo ha definido muchas veces como "normalidad y discreción". Algo que también se traslada a su forma de vestir y de comportarse como cargo público.

Poco asiduo a saraos y actos públicos, cuando debe hacer presencia como primer edil de Zamora lo hace con ese mantra y a casi nadie le llama ya la atención que huya de ponerse traje o similares.

Aunque parece que ayer, tras el pregón de José Vicente de los Mozos, presidente de Ifema y director ejecutivo de Indra, la expresidenta de la Diputación de Zamora Pilar Álvarez, se vio en la necesidad de llamar la atención al alcalde de la capital por el 'outfit' elegido en dicho evento.

Según ha narrado el propio Guarido en sus redes sociales, la número 25 de la candidatura del Partido Popular al Ayuntamiento (puesto históricamente ocupado por un político significativo) cuestionó su vestimenta durante el pregón oficial en el Teatro Ramos Carrión.

El alcalde de Zamora ha criticado lo que considera una actitud "clasista" y "fuera de lugar", defendiendo que "en un acto público a nadie se le ocurriría decirle a una mujer si va vestida de Pertegaz, de Montesinos o de la tienda de la esquina del barrio".

Guarido explica que algunas mujeres, entre ellas Álvarez, se han permitido el lujo de decirle que iba "mal vestido para la ocasión", algo que, en su opinión, sería impensable "si fuera a la inversa".

El regidor zamorano ha calificado la actitud de Pilar Álvarez como una muestra de "mala educación" y ha señalado que se trata de una crítica basada en la creencia de que "el hábito es lo significativo del monje y el traje es signo de distinción del político".

Frente a ello, Guarido ha defendido su personal estilo asegurando que "el alcalde puede ir vestido como quiera" y que mantiene la misma forma de vestir "desde que estaba en la oposición", porque "la gente me votó tal y como soy y no pienso cambiar".

Por eso, el alcalde de Zamora ha recalcado que "hoy el obispo iba de obispo, el militar de militar, el pregonero de pregonero, y yo de alcalde, mal que te pese". Ha insistido en que no pretende ser "elegante", sino "yo mismo", subrayando que uno de los problemas de la política actual es "el uniforme, el hábito con el que parece que todos somos iguales".

Para recordarle a la expresidenta de la Diputación que "no es así, en mi caso no lo es". Y para concluir, ha lanzado una última frase con ironía: "Por cierto, ya te digo que tú sí que ibas muy elegante".