La Asociación Cultural Amanecer de Aliste acaba de editar un número especial de la revista Los Carochos 2022 para conmemorar los 50 años de la refundación del rito que se celebra cada 1 de enero en la localidad de Riofrío de Aliste, declarado Fiesta de Interés Turístico de Castilla y León en 2002.

A lo largo de 52 páginas en color, la publicación recoge temas relacionados con la efemérides y numerosos aspectos comunes a las mascaradas del solsticio de invierno como son Rito y Globalización, un encuentro de Diablos Festivos en Bogotá (Colombia), el lenguaje de la comunicación a través de los silbidos en el planeta a partir del grito del Diablo Chiquito así como otras informaciones relacionadas con la actualidad de esta tradición del oeste zamorano.

En esta ocasión, la sección de Mascaradas del Mundo está integrada por la fiesta de "Los Cencerrones" de Abejera de Tábara (Zamora), "Festa dos Rapazes, dos Caretos de e de Santo Estêvao" de Torre de Dona Chama (Portugal), así como "La Cabra Anciana" de la población de Raucesti, en Rumanía.

Uno de los apartados fijos del anuario es la entrevista que en esta ocasión corresponde a la directora de la compañía Pez Luna Teatro, Mercedes Herrero. Ella, profesional comprometida con el medio rural, conoce con detalle la tradición. Durante 2007 y 2009 realizó en Riofrío de Aliste los espectáculos "La Tenazada" e "Hilando Filando", basados en el ritual como una demostración de que son compatibles la tradición con iniciativas escénicas contemporáneas.

Como en anteriores ediciones, varias de las características de la revista Los Carochos son un diseño y una estética muy cuidadas que en este número 10 cuenta con las ilustraciones de los alumnos de la Escuela de Arte y Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Valladolid y de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Burgos. Con las aportaciones de ambos centros, se ha incrementado notablemente la calidad de las creaciones a lo largo de las más de cincuenta páginas.

En este punto, la revista rinde un homenaje a la profesora de Producción Gráfica Industrial, Rosa Rico, a punto de jubilarse, y que ha sido la encargada de animar y mantener la colaboración artística durante una década en la Escuela de Arte vallisoletana.

Para realizar sus obras, los estudiantes reciben, en primer lugar, documentación e información de la mascarada y luego inician una labor de investigación que concluye con sus imaginativas propuestas gráficas.

En el apartado fotográfico, dentro de la sección La Firma, destaca la imagen de la japonesa Yoko Fujiwara que recoge la atractiva instantánea del personaje de La Filandorra encima del carro, acompañada de El Ciego de Atrás. La profesional nipona describe su experiencia en el ritual de Riofrío como una fiesta donde "cada figura es única". En un pequeño texto, también afirma que asistir a la celebración de Los Carochos es "una excelente manera de celebrar el Año Nuevo".

Al conmemorar los 50 años desde que se refundó esta mascarada alistana, la revista analiza pormenorizadamente el origen de aquella iniciativa que lejos de pensar, como se ha dicho tantas veces, que dejó de celebrarse en la década de los 60 por falta de jóvenes, Juan Francisco Blanco entiende que más bien estuvo motivada por la pérdida de identidad de aquella generación y de los valores de la cultura rural del momento. Su refundación, por el contrario, fue una apuesta por los jóvenes estudiantes de principios de los años 70 que volvían a reivindicar la vida de sus antepasados y se sentían orgullosos de pertenecer a la sociedad que les había criado.

La publicación recoge el testimonio de diferentes personas nacidas en el pueblo que evocan la fiesta en su memoria, acompañadas de imágenes del comienzo de la década de los 70, instante en que se reanudó la tradición. En las páginas finales aparecen los nombres de todos los jóvenes que durante los últimos 50 años han ejecutado, personaje a personaje, los papeles de la obisparra.

Los Carochos se edita en papel y online por la Asociación Cultural Amanecer de Aliste, está patrocinada por el Ayuntamiento de Riofrío y en la misma colabora la Diputación de Zamora.