El Centro de Estudios Benaventanos ‘Ledo del Pozo’ y la Asociación Zamorana de los Caminos de Santiago advirtieron hoy a las administraciones del riesgo de desaparición que corre la estatua pétrea de Santiago peregrino de la iglesia de Santa Marta de Tera (Zamora) y reclamaron al adopción de medidas para salvaguardar “uno de los principales iconos jacobeos” del mundo, según recoge Ical.

“Cada año, el agua se mete a través de las grietas que van apareciendo en su interior y, cuando llegan las heladas, dilatan la piedra, erosionando su volumen y, en poco tiempo, de seguir a este paso, será solo un recuerdo uno de los patrimonios más importantes que tenemos en los Caminos, si antes no desaparece por otras causas”, señaló el presidente del Centro de Estudios Benaventanos ‘Ledo del Pozo’, Fernando Regueras.

En este contexto, el presidente de la Asociación Zamorana de los Caminos de Santiago, José Almeida, recordó la propuesta de “retirar la imagen de Santiago o, más bien, las tres imágenes, porque son tres apóstoles, y ubicarlas en el interior del Museo parroquial y estudiar, en su caso, la posibilidad de sustituirlas por réplicas”.
“Es el icono más representativo que tenemos de Santiago peregrino y es un orgullo que esté en Zamora pero hay riesgo de que desaparezca”, insistió.

"Desidia"

En este sentido, José Almeida criticó la “desidia y dejadez” de quienes tienen la “responsabilidad de proteger el patrimonio” y apostilló: “Se están cruzando de brazos y no hacen caso de las reivindicaciones. En poco tiempo va a desaparecer. Cada mes se recoge la arena que cae de la talla, en la anidan insectos que también la erosionan”.
Regueras y Almeida apuntaron que la trascendencia de esa obra, que data del siglo XII, ha quedado reflejada en monedas y sellos, concretamente, una moneda de cinco pesetas en la década de 1990 y una edición filatélica especial para conmemorar los Caminos del Norte como patrimonio de la Unesco, además de multitud de menciones y apariciones alusivas a la peregrinación, y reiteraron la necesidad de “concienciar” a las instituciones que “tienen la obligación de su protección, para que asuman su responsabilidad” en la conservación del patrimonio.