José Javier Díez Rodríguez e Inmaculada Crespo en Merkurio

José Javier Díez Rodríguez e Inmaculada Crespo en Merkurio

Valladolid

Adiós a una tienda de ropa familiar con 26 años de historia en el centro de Valladolid: "Hemos disfrutado mucho"

El conocido negocio familiar cerrará sus puertas muy pronto, después de haber permanecido abierto en la mítica calle Mantería desde su inauguración el 9 de diciembre de 1999.

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José Javier Díez Rodríguez tiene 62 años y siempre ha estado ligado a los negocios familiares. Desde pequeño no se ha dedicado a otra cosa en los 41 años que lleva trabajando y desarrollando una gran labor sacando adelante cada tienda.

Nuestro entrevistado nació en Medina de Rioseco, donde su bisabuelo comenzó a desarrollar la historia de los negocios familiares. Vive en Valladolid desde el año 1970. Es amante del mundo del motor y los viajes.

Él, junto a su familia, abrió Merkurio, una conocida tienda de ropa en la calle Mantería de la ciudad del Pisuerga que suma 26 años de historia, pero que trae malas noticias para los ciudadanos pucelanos y también para el comercio de proximidad.

“Cerramos antes de Navidad”, asegura nuestro entrevistado en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León. Otro comercio, de los cercanos, que dirá adiós a Valladolid.

La tienda Merkurio en Mantería con los carteles de liquidación total

La tienda Merkurio en Mantería con los carteles de liquidación total

José Javier y la empresa familiar

“Me defino como una persona activa y emprendedora. Me gusta relacionarme con las personas y estar pendiente de todo lo que sucede a mi alrededor”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, José Javier Díez Rodríguez.

Añade que su “infancia fue muy feliz y marcada por el negocio familiar. Tenía claro que quería dedicarme a esto desde que era pequeño. Desde siempre he trabajado con mis padres echando una mano, colaborando y mirando por el negocio"

Un hombre que tenía claro lo que quería desde el primer momento.

Los comercios de la familia

“Mis padres son de Medina de Rioseco. Mi bisabuelo fundó Galerías Santacruz, al estar frente a la iglesia que lleva el mismo nombre y que daba servicio a toda la comarca en el año 1884. Poco a poco el negocio fue cambiando y sería en 1970 cuando mis padres y mi tío decidieron venirse a Valladolid y establecerse, en concreto, en la calle Mantería”, explica nuestro protagonista.

Fue por aquel entonces cuando decidieron abrir dos negocios, Santacruz en Mantería, 28 y Gardy, en Teresa Gil, 12. Como trabajaban en familia decidieron abrir una tercera tienda que lleva el nombre de Merkurio, también en Mantería, en el número 9.

José Javier e Inma

José Javier e Inma

“Merkurio abrió sus puertas el 9 de diciembre de 1999. Lo hicimos desde la sociedad que tengo junto a mis hermanos, con mi mujer como encargada. Llevo en las tiendas desde que tengo uso de razón, desde que mi padre, al jubilarse en 1986, nos dejó las tiendas”, explica el comerciante.

Merkurio tiene dos plantas de 400 metros cuadrados. En la actualidad cuenta con un total de tres trabajadores. Están centrados en la venta de ropa de vestir y ceremonia, tanto de hombre como de mujer, de todas las edades.

Sin embargo, el fin de su historia está muy cerca.

Imagen del interior de la tienda Merkurio

Imagen del interior de la tienda Merkurio

El cierre de Merkurio

“Cerramos el año pasado Santacruz, y hace años Gardy. Ahora, antes de Navidad, vamos a cerrar también Merkurio. El motivo es que uno de los socios ya se ha jubilado”, explica.

“Este mundo de los negocios, si te vuelcas como lo hemos hecho desde el primer día, acaba dando ventas y recompensas, aunque cada vez es más exigente y se nota en el tiempo que le quitas a la familia”, comenta nuestro entrevistado.

José Javier indica, hablando de los contras de un negocio de proximidad, que “todo ha cambiado”. Tanto el “público, como el ocio y la irrupción de las grandes superficies” sin olvidarnos del “comercio online”.

“Nosotros cerramos el negocio, pero alquilamos el local. Los vecinos están preocupados por el cambio, y los clientes por otro comercio que se cierra. Llegará un nuevo inquilino para establecerse en el local, que es nuestro, pero Merkurio desaparece. Hemos disfrutado mucho”, añade nuestro entrevistado.

Sin embargo, José Javier señala que “el comercio de proximidad siempre seguirá existiendo, con cambios” y “habrá un despegue para otras actividades”.

Él mira al futuro pensando en otros negocios que desarrolla y está orgulloso porque, hace cinco años, su hijo montó su negocio en el mundo de las motos. En concreto, un concesionario oficial de Yamaha en la ciudad del Pisuerga.