Francisco Benito Vicente, detective privado y director de Adexu, con un fondo generado por IA con el logo de su agencia de investigación

Francisco Benito Vicente, detective privado y director de Adexu, con un fondo generado por IA con el logo de su agencia de investigación

Valladolid

Francisco, detective privado: "Hay muchas posibilidades de trabajo. El sueldo oscila entre 1.500 y 3.000 euros mensuales"

El director de la agencia Adexu, con sede en Valladolid y Salamanca, reconoce que la demanda supera a la oferta, pero advierte que hay que tener una serie de "actitudes y aptitudes" para desempeñar la profesión.

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Invisibles, silenciosos y camaleónicos en el entorno. El detective privado combina la templanza y la paciencia con momentos de verdadera agudeza, pericia y tensión. Figuras del cine como Sherlock Holmes o la imaginación de Agatha Christie con Hércules Poirot y Miss Marple descubrieron esta profesión al gran público, pero esta imagen romantizada dista de la realidad de este sector, en auge por las posibilidades y condiciones laborales que ofrece.

Francisco Benito Vicente, detective privado y director de la agencia de investigación Adexu, con sede en Valladolid y Salamanca, desvela a EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León que actualmente "la demanda supera a la oferta" porque los clientes requieren "profesionales serios y cualificados".

"El sueldo depende de la experiencia, la zona y el tipo de encargo, pero puede oscilar entre los 1.500 y 3.000 euros mensuales", apunta el detective privado. Bajo estas condiciones, se presenta como una "salida profesional atractiva", pero avisa de que "no es apta para todo el mundo".

"Es necesario tener unas actitudes y aptitudes muy concretas como la paciencia, templanza, explosividad en ciertas ocasiones, y ser técnico", asegura. En cualquier caso, subraya que "la clave es la constancia y especialización".

De la imagen que proyecta el mundo del cine, Francisco reconoce que es "romántica", pero incide en que está "muy alejada de la realidad actual" de la profesión. "Hoy el detective es un profesional titulado, habilitado por el Ministerio del Interior, con formación en criminología, derecho o investigación", explica.

Adexu Detectives S.L. nace en Salamanca en 1999 de la mano del padre de este detective privado, Exuperancio Benito, siendo en la actualidad una de las agencias con mayor trayectoria en Castilla y León y "uno de los despachos de referencia" en la comunidad.

"A lo largo de estas décadas hemos evolucionado, adaptándonos a los cambios sociales, tecnológicos y legales, pero manteniendo siempre la misma esencia: ofrecer un servicio serio, profesional y discreto, orientado a dar respuestas claras a nuestros clientes", precisa el director de la agencia.

En Salamanca fueron pioneros en este sector, expandiéndose posteriormente a Valladolid con nuevas sedes pero dando servicio a toda la geografía nacional. "Trabajamos en toda España, aunque nuestro núcleo principal está en Castilla y León y comunidades limítrofes. Principalmente llevamos casos en Salamanca, Valladolid, Zamora, Palencia y Burgos", apunta.

En la agencia cuentan con una red de contactos que les permite "dar cobertura en cualquier provincia". Trabajan con el objetivo de ser "invisibles" para el investigado, por eso creen que cuanto menos contacto exista, "más limpia y objetiva es la investigación". "La discreción es clave", destaca.

Sobre el día a día, Francisco reconoce que "no existe uno igual a otro". Su labor se centra en trabajo de campo con vigilancias, seguimientos y entrevistas, combinado con la parte de gabinete, más dirigido a análisis de información, redacción de informes y revisión de pruebas.

El experto investigador resalta que se trata de una profesión con una alta exigencia de "constancia, paciencia y un alto nivel de observación".

A día de hoy, el grueso de sus investigaciones se centra en el ámbito laboral como fraudes en bajas médicas, competencia desleal o duplicidad de empleos. Pero también llegan casos de asuntos familiares por custodias, pensiones o infidelidades.

Verificaciones de arrendamientos, aseguradoras o cuestiones patrimoniales son otras naturalezas que abordan desde la agencia. "La diversidad es enorme", manifiesta Francisco.

Las investigaciones laborales pueden llegar a resolverse en unos tres o cuatro días de media, en caso de que los seguimientos fueran "positivos y concretos". Si hablamos de custodias, el caso puede extenderse "varias semanas" para poder "documentar rutinas y comportamientos". Para el ámbito empresarial, los tiempos se irían a meses "si requiere análisis en profundidad".

Sus 25 años de experiencia les permite haber sido testigos de la profunda transformación de la profesión, que ha cambiado "muchísimo". El desarrollo de la tecnología ha propiciado conversión en la forma de trabajar. Ahora tienen acceso a cámaras de alta definición o dispositivos más desapercibidos y con más utilidades.

"Hoy podemos obtener información con más precisión, aunque la esencia sigue siendo la misma: observar, documentar y aportar pruebas. La IA también está influyendo de manera positiva para nosotros a la hora de automatizar trabajo", relata el investigador.

Anécdotas

El desempeño del detective privado, ahora bien, no está exento de momentos curiosos y anécdotas. La naturaleza variopinta de los casos da lugar a muchas situaciones que, hasta incluso, "parecen sacadas de una película".

Son "infinidad de anécdotas" las que recuerdan en este despacho de detectives. Seguimientos que terminan en "lugares insospechados" como pueden ser viajes al extranjero, o "casualidades de todo tipo" como que un investigado, en plena investigación, acuda a ellos para seguir a la parte contraria.

"Esto último es rechazado últimamente por ética profesional. Siempre hay momentos que parecen sacados de película, pero son 100% reales", aclara Francisco.

También reciben encargos "realmente curiosos" como la búsqueda y localización de mascotas. A fin de cuentas, bromea con que la "realidad supera siempre a la ficción".

Frente a las situaciones, quizás, más livianas y agradables, se encuentran igualmente con casos más duros. Estos son aquellos que implican el ámbito "familiar con niños". Estas circunstancias "requieren una sensibilidad especial". También experimentan la crudeza de las situaciones de riesgo, en "investigaciones en entornos conflictivos".

Pero siempre encuentran un resultado que les aporta a nivel personal y profesional. "Aportamos certezas a las personas en momentos de incertidumbre y a veces sufrimiento", apunta Francisco. Luego, experimentan también la "satisfacción de ver cómo un informe bien elaborado puede ser decisivo en un juicio o en la vida de un cliente".

"Validez y legalidad de las pruebas"

Una de las dudas que siempre sobrevuela a la hora de contratar o no a un detective privado, es la de si las pruebas obtenidas tienen algún tipo de legalidad ante la Justicia. También que su labor no atente contra los derechos como a la intimidad, honor o protección de datos.

En este sentido, Francisco asegura que el trabajo del detective privado en Adexu "está regulado por la Ley 5/2014 de Seguridad Privada". "Cada investigación se realiza bajo contrato y con un interés legítimo", aclara. Y siempre respetan "escrupulosamente los derechos fundamentales".

De esta manera, es precisamente todo ello lo que "justamente" les distingue como agencia de investigación, "la validez y legalidad de las pruebas" obtenidas.

Con las miras puestas en el futuro, Francisco sitúa el reto en "seguir profesionalizando la actividad", mientras se adaptan a los cambios sociales y tecnológicos. Todo ello con la IA como una "herramienta de apoyo en el análisis de datos" y "nunca" como sustituta del criterio humano, la observación en campo y la ética profesional que caracterizan a un detective.