
Charo en el Mesón El Harreñal de San Pedro de Latarce
"Aquí igual se come un cocido que una hamburguesa": Charo y su mesón con gran terraza en un pueblo de Valladolid
La dueña del establecimiento hostelero nació en Éibar, pero acabó en la provincia vallisoletana y suma casi 40 años en el mundo de la hostelería.
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El origen de la localidad vallisoletana de San Pedro de Latarce se remonta a la época romana y ha sido, durante siglos, el límite natural a los pies de los Montes Torozos. En la actualidad, y según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), cuenta con un total de 434 habitantes.
Una villa que pasó de la Orden del Temple a la de San Juan y a doña Berenguela de Castilla, como compensación tras su famoso divorcio con el rey Alfonso IX de León. Precisamente, este rey fue el que ordenó la construcción de una muralla que sirviera de límite entre los dos reinos vecinos a finales del siglo XII.
De aquella fortificación, su castillo pasa por ser considerado como uno de los más antiguos de la provincia pucelana y, a día de hoy, podemos ver sus ruinas a la entrada del pueblo que están declaradas Bien de Interés Cultural.
Además de turismo, en San Pedro de Latarce se puede disfrutar del buen comer gracias al Mesón El Harreñal, ubicado en la calle Salida Toro, 1, del pueblo pucelano. Allí nos encontramos con Rosario Martín Fernández, Charo para todo el mundo, que deleita con sus platos a la clientela más fiel.

Interior del Mesón El Harreñal en San Pedro de Latarce
De Éibar a San Pedro de Latarce
Charo es una mujer que nació hace 59 años en el País Vasco, en concreto en la localidad de Éibar. Suma, ni más ni menos, que casi 40 años en el mundo de la hostelería, toda una vida, que ahora pasa en San Pedro de Latarce desde que llegó en el año 2000 para casarse.
Amante de la lectura y de viajar para conocer culturas nuevas, nuestra entrevistada trabaja a diario en su mesón que cuenta con más de diez años de historia y que deleita a vecinos y visitantes con sus mejores platos.
“Mi marido trabajaba en la construcción y fue en el año 2008, cuando llegó la crisis económica y yo estaba también como empleada en Urueña y Villar, cuando nos animamos a abrir nuestro mesón. El terreno lo teníamos y nos animamos a lanzarnos a la aventura”, explica nuestra entrevistada.
Fue un poco después, en 2012, cuando abrió el Mesón El Harreñal que suma ya 13 años de historia.
De cocidos a hamburguesas
“Los comienzos fueron complicados, como los de todos los negocios, más en el mundo de la hostelería. Al comienzo trabajábamos solo yo y mi marido, pero, en la actualidad, estamos de continuo un total de tres personas con una más los fines de semana. En verano, casi doblamos”, explica Charo.
Cuenta con una superficie útil de establecimiento hostelero que llega hasta los 174 metros cuadrados y, además, el Mesón El Harreñal presume de tener una amplia terraza de más de 200 metros que es perfecta para estos meses en los que el buen tiempo quiere ya quedarse.

Mesón El Harreñal en San Pedro de Latarce
“Hacemos una cocina casera en la que igual se come un cocido que una hamburguesa. Destacan también nuestros pescados y carnes a la brasa, cocinados con todo el cariño del mundo y la gente pide mucho el arroz con bogavante”, explica nuestra protagonista.
Manjares para disfrutar y deleitarse.
Con el objetivo de seguir trabajando como hasta ahora
“Sacar adelante un negocio, más en el mundo hostelero, en un pueblo en la actualidad es muy complicado pero San Pedro de Latarce pasa por ser un municipio muy vivo y dinámico y estamos muy cómodos y contentos aquí”, añade Charo.
La de Éibar asegura que no ve el futuro “mal” y apunta, en algo muy interesante y de suma relevancia, que “los pueblos van perdiendo población, pero la gente joven que se queda apuesta por emprender”, algo muy a tener en cuenta.
“Tenemos el objetivo de seguir trabajando como hasta ahora”, finaliza nuestra protagonista.
Ojalá que así sea.