
Sonia Sanz Escudero trabajando.
La vida de Sonia: de disfrutar de cada pueblo a pintar su mundo, y el de muchos, con los mejores colores
La vallisoletana es una reconocida ilustradora y trabaja para distintas instituciones demostrando su gran valía y el valor de sus elaboraciones.
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Sonia Sanz Escudero nació hace 40 años en Valladolid y suma más de media vida dedicada a la ilustración. Amante de la pintura, de la naturaleza y del senderismo, también disfruta identificando pájaros y plantas.
Su vida en la actualidad, y como ella misma confiesa en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, es “muy tranquila”. Trabaja en el estudio que tiene en casa, lo que compagina con las clases, murales y talleres y, cuando tiene un poco de tiempo, se lo dedica a la familia, amigos o decide escaparse a cualquier rinconcito en el que la naturaleza es protagonista.
Dedica tiempo a las plantas de su patio y disfruta viendo el crecimiento de las mismas. También la apasiona observar los insectos y aves que se acercan a ellas. “Todos los días me paseo varias veces para ver los bichos nuevos que descubro”, confiesa.
Pero, sin lugar a dudas, con lo que más disfruta es pintando. Su vida entera es pintar, tanto como trabajo y también durante su ocio. Es ilustradora y nos cuenta su bonita historia.
Sonia y el dibujo desde pequeña
“Me defino como una persona tranquila la mayor parte del tiempo y que se suele tomar todo con mucha calma para poder disfrutarlo todo al máximo posible, hasta que me salta la mecha”, confiesa.
Añade que es “un poco loca de los animales” y que le “encanta salir al campo o a cualquier pueblo de España”. Le gustan los sitios viejos, los antiguos, los que tengan algo de “historia, esencia y emoción”.
“No me gustan nada las aglomeraciones de gente o los lugares muy nuevos que no conservan esa tradición. El dibujo es para mí, además de un trabajo, una vía de escape. Me encanta dejar reflejado en mis cuadernos de dibujo las cosas que considero especiales en mi día a día”, añade nuestra protagonista.
Nació en la ciudad del Pisuerga y recuerda su infancia como tranquila y feliz. Al no tener pueblo, esos pequeños núcleos rurales que tanto ama, ha visitado muchos para su disfrute.
“Desde pequeña me gustaba mucho pintar. Sobre todo, las paredes de mi casa. Tengo el recuerdo de que, ya desde los ocho o nueve años, hacía el mismo dibujo, todos los años, de lo que veía y cómo iban creciendo y cambiando las construcciones con edificios nuevos”, apunta.
Desde pequeña apuntaba maneras para ser ilustradora.

Sonia Sanz Escudero posando.
Sus inicios como ilustradora
“Según estaba estudiando ilustración tenía muy claro que quería dedicarme a esto. Aunque, por desconocimiento no terminas de ver las posibles opciones que hay”, afirma hablando de sus inicios.
Se formó en Ilustración en la Escuela de Artes de Valladolid en 2005 y en Diseño Gráfico y Diseño Web más adelante. Durante los años en los que se formaba, ya comenzaba a realizar sus primeros encargos tanto para particulares y asociaciones.
Al terminar los estudios, comenzó a estudiar hostelería y comercio mientras, en sus ratos libres, iba creando su portafolio hasta que unos meses después fue seleccionada para su primer trabajo relacionado con el mundo de la ilustración en una empresa de publicidad vallisoletana.

Una de las brillantes ilustraciones de Sonia
“De Giroestudio guardo un muy buen recuerdo. Realizaba pequeñas animaciones de personajes y diseños y fui trabajando en esta compañía en la que nos seleccionaron, en 2008, para realizar la agenda escolar de la Junta de Castilla y León. Yo me encargaba de las ilustraciones y este fue mi primer trabajo importante”, confiesa.
Tras el cierre de la compañía dio el salto al mundo de los autónomos para “seguir creando ilustraciones” para distintas empresas medioambientales y de publicidad.
Realizaba, en un principio, ilustraciones junto a diseño gráfico y web, y poco a poco fue eliminando el diseño centrándose solo en realizar ilustraciones.
La ilustración, su vida
“Actualmente trabajo desde mi estudio en Valladolid como ilustradora autónoma para distintas empresas, entidades, ayuntamientos y otras instituciones realizando ilustraciones. Fuera también realizo murales y talleres”, explica hablando de la actualidad.
Ha realizado trabajos para la Junta de Castilla y León, la Universidad de Zaragoza, la de Valladolid, Decathlon, Confederación de Salud Mental, bibliotecas municipales y distintos ayuntamientos.
“He publicado más de 20 libros. Unido a mi mundo de ilustración, trabajo también desde hace años como profesora de dibujo y pintura e ilustración, realizando diversos talleres de arte itinerantes para niños y mayores. Enseñar mis conocimientos y ver cómo evoluciona una persona en su faceta artística es algo que me encanta”, añade.
El último trabajo importante que ha realizado son las ilustraciones de la sala infantil de la biblioteca de Castilla y León. Un proyecto con un total de 25 dibujos realizados a acuarela que se han transformado en vinilos, desde los 30 centímetros a los tres metros.

Biblioteca de San Nicolás con las ilustraciones de Sonia
“Reconozco que soy una enamorada de la pintura tradicional. Me encanta usar todo tipo de materiales, pero podría decirse que estoy especializada en el uso de la acuarela y las tintas. Me encanta experimentar con los materiales, colores y darle un toque fantasía a todo”, explica.
Vivir de ello y el futuro
El trabajo de su taller casero de Valladolid va destinado a las citadas anteriormente instituciones y también a particulares. La ilustración es, para nuestra entrevistada, “un modo de vida”.
“En el dibujo y la pintura encontré la manera de expresar mis miedos, mis pasiones e inquietudes. Por eso, siempre he sentido que expresaba mejor mis sentimientos en un papel, con pintura, que con las palabras”, añade.
En la actualidad, Sonia puede vivir de la ilustración. Eso no es fruto de la suerte sino de la constancia. De un trabajo duro. De echar muchas horas y estar en un constante aprendizaje con respecto a las nuevas tendencias que van apareciendo.
“El futuro lo veo con optimismo. Sé que hay muchas opciones para trabajar dentro del mundo de arte, y que, aunque ahora me vaya bien, todo esto se puede acabar en cualquier momento. No me asusta trabajar en otra cosa”, finaliza.
Una mujer con las ideas claras que tiene en la ilustración el centro de su mundo y de su vida.