Pablo Mora junto a su socio Jose a las puertas del Centro de Fisioterapia Villa del Prado

Pablo Mora junto a su socio Jose a las puertas del Centro de Fisioterapia Villa del Prado

Valladolid

Soy fisio y estos son los consejos que doy a cofrades y costaleros: "Es importante estar preparado para esfuerzos tan grandes"

Pablo Mora, fisioterapeuta en Villa del Prado, asegura que en estas fechas "suelen aparecer pacientes que nos cambian un poco las patologías más comunes". 

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Son muchas las personas que viven la Semana Santa de una manera especial. Desde dentro, con fervor y mucho sentimiento. 

Las procesiones y sus pasos son las grandes protagonistas de estas fiestas emblemáticas en todo el país, pero qué sería de ellas sin los cofrades y, sobre todo, sin los costaleros.

Una figura esencial y representativa de la Semana Santa, que, sin lugar a dudas, es la que más sufre. Si bien, en su caso puede más la devoción que el dolor.

Se sienten orgullosos de llevar el paso de su cofradía, pero lo cierto es que esto, en la gran mayoría de los casos, también les genera lesiones que les llevan a visitar su clínica de fisioterapia de confianza con más frecuencia de lo habitual.  

EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León ha querido saber hasta qué punto un centro de fisioterapia ve aumentada su carga de trabajo por la Semana Santa, en este caso, de Valladolid, así como conocer los consejos de los expertos para estas personas que lo dan todo por guardar fidelidad a sus creencias.  

Para ello, nos hemos puesto en contacto con el Centro de Fisioterapia Villa del Prado, ubicado en el barrio homónimo de la ciudad del Pisuerga. Un negocio con 13 años de historia, regentado por Pablo Mora y su socio y cuñado, Jose, y en el que trabajan un total de ocho fisioterapeutas. 

Tal y como asegura Pablo, a él la Semana Santa solo le trae ventajas, teniendo en cuenta que, en su caso, no sufre los grandes estragos de estas fechas, al librarse de las aglomeraciones y el corte de calles, pues por Villa del Prado no pasa ninguna comitiva. 

Además, pese a que hay gente que anula sus citas para así poder ir o participar en las procesiones, el volumen de trabajo de la clínica aumenta, tanto antes como después de la Semana Santa.

Pero nunca durante, ya que en los días más fuertes, es decir, del Jueves Santo al Domingo de Resurrección, el centro cierra "por convenio".

Así, explica que algunos pacientes cofrades optan por tratarse antes "para relajar la espalda y prepararse para el esfuerzo que tienen que hacer durante la Semana Santa".

Mientras tanto, otros, sobre todo los costaleros, también visitan el centro una vez concluidas las fiestas, dado que durante las mismas, partes de su cuerpo como la espalda, el cuello o los hombros, sufren y se cargan más de lo normal. 

En este sentido, el vallisoletano reconoce que, aunque su clínica "siempre está llena y a tope", sí es verdad que "en estas fechas suelen aparecer pacientes de este tipo que nos cambian un poco las patologías más comunes". 

Si bien, esto no es un problema para ellos, ya que el centro cuenta con profesionales especializados en diferentes patologías. Entonces, "salvo psicoterapia neurológica y de niños, cubrimos más o menos todos los campos", explica Pablo. 

El fisio aprovecha que estamos en plena Semana Santa para dar una serie de consejos a cofrades y costaleros, teniendo en cuenta que estos, durante estas fechas, pasan muchas horas de pie y, en el caso de los últimos, se ven obligados a soportar una gran cantidad de peso sobre sus hombros. 

Así, además de recomendar la práctica de ejercicio "a todo el mundo", incide en que "es importante estar preparado para hacer unos esfuerzos tan grandes y no sufrir daños". 

Para él, la mejor manera de hacerlo es realizando ejercicios de fuerza, pues, según explica, "está demostrado que este trabajo da salud a las personas". 

"Es fundamental fortalecer zonas corporales como la espalda y los hombros". Algo que se puede hacer "con gomas o pesas". 

Una vez pasada la Semana Santa, también les aconseja tratarse de cualquier mínima lesión que puedan sufrir, sobre todo, "para evitar que vaya a más", e incluso pasar por el fisio para descargar las partes del cuerpo que puedan tener más resentidas, aunque no haya lesión. 

En este sentido, Pablo revela que ellos en la clínica, aparte de preparar y tratar a los pacientes con terapia, también ponen a su disposición "una planificación de ejercicios" para movilizar y fortalecer la zona en cuestión.

Todo ello, con el fin de que, o bien la preparación o, en su lugar, la recuperación de una lesión "sean lo más rápidas posibles y para evitar que el paciente sufra más lesiones o recaídas", explica. 

"Trato cercano e individualizado"

El Centro de Fisioterapia Villa del Prado, ubicado actualmente en el número 15 de la calle del Monasterio de Santa María de Montserrat, cuenta con 13 años de avalada experiencia y no solo a través de tratamientos de fisioterapia individualizados. 

Lo cierto es que este espacio cuenta con otros servicios enfocados en la fisioterapia grupal como clases de pilates, de gimnasia abdominal e hipopresiva, y fisioterapia uroginecológica. 

A esta oferta se suman además, clases de preparación al parto, tratamientos de osteopatía e incluso servicio de dietética y nutrición, y podología. 

Todo ello, de la mano de los ocho profesionales que integran la plantilla del centro y que valoran y tratan "cuidadosamente" los problemas de salud de cada paciente, al tiempo que intentan despertar en cada uno de ellos "la inquietud de cuidarse". 

Pablo y Jose empezaron solos a escribir la historia del Centro de Fisioterapia Villa del Prado, uno de los primeros negocios que abrieron en el barrio. 

En el caso de Pablo, este venía de trabajar en una clínica y un equipo de fútbol como fisio, una pasión que descubrió tras sufrir varias lesiones jugando a este deporte y que le obligaron a ponerse en manos de profesionales. 

"Desde el primer día que fui, me gustó mucho todo el tema de la rehabilitación y empecé a tener muy claro que quería ser fisioterapeuta. A los años decidí trabajar por mi cuenta y monté la clínica", confiesa. 

Esta ha ido creciendo de manera progresiva a la par que Villa del Prado, hasta el punto de que actualmente "atendemos a unas 100 personas al día". 

El empresario señala "la experiencia" como lo que les diferencia de la competencia, destacando, además, la oportunidad que dan a jóvenes universitarios de labrarse un futuro prometedor en el sector. 

"También soy profesor en la universidad y todos los fisios que trabajan conmigo son o han sido alumnos míos a los que he ido educando en la forma que yo quería que trabajasen", señala. 

Y es con ellos con los que día a día hace crecer una clínica de referencia para muchos clientes, que, si por algo se caracteriza, es por "el trato cercano e individualizado" que ofrece a todos y cada uno de sus pacientes.