Luis Rojo en su tienda de Passión Lencería de la calle Santa Clara atiende a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Luis Rojo en su tienda de Passión Lencería de la calle Santa Clara atiende a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Valladolid

Adiós a un famoso imperio de la lencería: Luis se jubila y cierra sus cinco tiendas en Valladolid

Después de una aventura que comenzó en 1990, Luis se jubila para poner fin a años de trabajo y dedicación en tiendas de proximidad, de esas que dejan huella en las distintas ciudades de España.

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El día comienza. Es temprano. Los viandantes se paran en la calle Santa Clara, concretamente en el número 34. Allí, se ubica una de las tiendas de Passión Lencería. Una de las cinco con las que la marca cuenta a lo largo y ancho de toda la ciudad vallisoletana.

En el cristal que da la bienvenida a los clientes se puede leer “Cierre por jubilación. Remate final”. Los vecinos de la zona lo leen con tristeza y con nostalgia y entran en busca de una ganga ya que todo está rebajado.

EL ESPAÑOL de Castilla y León se cita con Luis Rojo Martín, de 69 años. Vallisoletano de toda la vida abrió su imperio hace 35 años después de pasar, durante 15 primaveras, por el mundo hostelero.

“Toca jubilarse”, nos confiesa nada más llegar. Toca también decir adiós a una conocida marca, de ese comercio de proximidad que hay que valorar porque hace ciudad, que cerrará todas sus tiendas el próximo 30 de junio.

Hablamos con un trabajador nato al que ya le toca descansar tras años y años de actividad.

Imagen del interior de la tienda de la calle de Santa Clara

Imagen del interior de la tienda de la calle de Santa Clara

Una persona trabajadora

Me considero una persona íntegra y muy currante. Me cuesta mucho definirme. Pienso que eso no debe hacerlo uno mismo, sino que tienen que ser los demás”, asegura, en declaraciones a este periódico, Luis Rojo.

Nuestro entrevistado es un amante del golf, lo practica cuando puede, de las cenas con sus amigos, de un buen paseo y también de jugar al mus. Los envites y los órdagos los maneja a la perfección.

Ha pasado toda su vida en Valladolid y recuerda su infancia de “forma muy feliz” hasta que la vida le dio un golpe con la muerte de su padre cuando él solo tenía 12 años. Quería seguir los pasos de su padre, pero le surgió una oportunidad que no desaprovechó.

“Estuve hasta los 14 años en el colegio y luego comencé a trabajar en cajas de ahorros, en la hostelería, y el comercio. De hecho, me hice agente comercial. Fue en el año 1990 cuando, junto a mi mujer, abrimos en la calle Alonso Pesquera número 3 la tienda de lencería Qué Bonito. Ahí empezó todo”, explica.

Una lencería que fue el ‘leit motiv’ de otras que estaban por llegar.

La creación de Passión Lencería

En el año 1992 abrimos otra lencería que se llamó Lokura en la calle Acibelas 9. Fue en 1998 cuando decidimos abrir una más en la calle Pasión y cambiar la nomenclatura de todas las tiendas que se pasaron a llamar Passión Lencería”, explica nuestro entrevistado.

Además de la primera en Alonso Pesquera 3, de la segunda en Acibelas 9, de esta tercera en la calle Pasión, también abrieron tiendas, entre 2001 y 2002 en Carrefour, entre 2008 y 2009 en Avenida Segovia, 43 y en Santa Clara, 34 y otra en el Paseo Zorrilla, en el año 2011 y en el número 78.  Todas bajo el nombre de Passión Lencería.

“En todas ellas vendíamos lencería interior, de hombre, mujer y de niño. Son tiendas muy parecidas de entre 40 y 45 metros. En la actualidad están abiertas cinco, la de Alonso Pesquera, Acibelas, Avenida de Segovia, Santa Clara y Paseo Zorrilla. Todas cerrarán el 30 de junio por jubilación”, informa nuestro protagonista.

Luis frente a su tienda de Passión Lencería posando para EL ESPAÑOL de Castilla y León

Luis frente a su tienda de Passión Lencería posando para EL ESPAÑOL de Castilla y León

Luis quiere hacer una mención especial a todas las trabajadoras, un total de seis, que aún trabajan en sus tiendas. Carmen, la más antigua de todas, ‘Chenchi’, María José, Yolanda, Laura y Guadalupe.

Imagen de la tienda de Santa Clara

Imagen de la tienda de Santa Clara

Pensando en la jubilación

“Siempre da pena dejar un negocio y cerrar cinco tiendas. En principio, el 30 de junio se bajarán las personas de cada una de ellas. Son muchos años, 35 en total, de trabajo y yo ya tengo 69. Toca disfrutar de la familia y de los amigos”, apunta Luis.

Cuando llegue ese día de junio seguro que, a nuestro protagonista, se le cae alguna lágrima, pero él solo piensa en pasar más tiempo con Maribel, su mujer, y también con su nieta pequeña, Martina.

“Hemos pasado por momentos muy bonitos a lo largo de todos estos años. También por otros más complicados. La crisis del año 2008 nos hizo mucho daño. Cuando levantábamos la cabeza llegó la pandemia del coronavirus… sin embargo, conseguimos aguantar”, añade.

El vallisoletano dará sus últimos meses de actividad hasta ese 30 de junio para poder disfrutar de la jubilación “con salud” y, sobre todo, con su familia.