Javier con sus grabados

Javier con sus grabados Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Valladolid Medina de Rioseco

Joyas que brillan desde hace 24 años en un pueblo de Valladolid: “Salen bien o mal, pero ninguno igual”

Javier viaja por ferias artesanales y mercados medievales de diversos puntos del mundo para enseñar unos trabajos que dejan ver un talento único e innato. Este año será mayordomo en su cofradía

25 marzo, 2024 07:00

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Javier Esteban, a sus 57 años, tiene el orgullo de ser, esta Semana Santa, el mayordomo de la Cofradía de La Virgen de la Piedad de Medina de Rioseco. El de la Ciudad de los Almirantes espera con entusiasmo y pasión el comienzo de estos días marcados en el calendario en el municipio pucelano.

Nuestro entrevistado cuenta también, desde hace 24 años, con un taller en el pueblo. Allí hace auténticas joyas en forma de grabados que dan la vuelta a España y que exhibe en diferentes ferias y mercados medievales. Un hombre que quiere mantener el oficio artesano que, poco a poco, se va perdiendo y va desapareciendo.

Un hombre empapado en arte

“En un primer momento, estudié delineación y pasé por la Escuela de Artes de Valladolid. Después realicé diversos cursos de grabado y artes plásticas. Finalmente, acabé haciendo Arqueología en la Universidad de Valladolid. Mi vida siempre ha estado vinculada a las artes plásticas, primero trabajando en dibujos técnicos y, posteriormente, artístico”, confiesa, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Javier Esteban Redondo.

Nuestro entrevistado, de 57 años y nacido en la localidad vallisoletana de Medina de Rioseco, practica el arte de lo artesano, del grabado y la estampación sobre papel. Imprime dibujos originales, con los materiales y herramientas tradicionales, con una técnica a base de tórculos y prensas en su taller de la Ciudad de los Almirantes.

Nuestro protagonista acude a diversas ferias y mercados artesanales de diversos pueblos y provincias donde, además de vender la obra realizada, imparte talleres demostrativos, pero, sobre todo, participativos, para enseñar y compartir su trabajo.

Javier en una feria

Javier en una feria Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

He realizado varias exposiciones individuales y colectivas a lo largo de los años, consiguiendo varios premios. Llegó un momento en el que me di cuenta de que, en lugar de que la gente viniera a ver mis obras a las exposiciones, debía ser yo el que fuera a las personas a través de estos mercados”, confiesa el artesano.

Esta decisión es la que le llevó a tomar contacto directo con la gente y a decidir por montar un taller en Rioseco y seguir apostando por la artesanía.

Un taller activo desde el año 2000

Fue en el año 2000 cuando, tras perfeccionar su técnica, decide abrir su taller en la calle Misericordia de la Ciudad de los Almirantes. Todo, al percatarse de que este debía ser el medio para dedicarse a la que iba a convertirse en su pasión y, a la vez, en su trabajo diario.

Ahora compatibilizo el taller, a través de encargos, con las ferias artesanales y mercados medievales. También doy clases en diversas asociaciones o colegios, entre ellas, la Asociación de Vecinos del Barrio de San Isidro en Valladolid, a la que estoy muy vinculado, y también elaboro dibujos para empresas y recuerdos”, añade.

Sí, aunque parezca complicado puede hacerlo todo. A partir de esos dibujos originales, realizados principalmente a tinta china y plumilla, posteriormente prepara el papel especial a imprimir, después la plancha o matriz para confeccionar dos tipos distintos de grabados, en relieve, lo que sería la linografía o en hueco, conocidos como aguafuertes.

La realización de estos grabados se lleva a cabo sobre planchas de metal cobre, zinc, madera o linóleo, mediante ácidos, para, posteriormente, entintarlos y, finalmente, estamparlos o prensarlos para crear una obra única y original. “Salen bien o mal, pero ninguna igual”, añade nuestro protagonista.

La temática es, principalmente, figurativa. También, sobre temas populares que hacen referencia a los pueblos y lugares a los que va. Los precios son variados. Los más sencillos pueden costar cinco euros y los más laboriosos llegar hasta los 200.

Javier impartiendo un taller

Javier impartiendo un taller

El solo, futuro y Semana Santa

El taller lo llevo yo solo, aunque cuando acudo a ferias y mercados me echa una mano mi mujer y, en casos puntuales, algún amigo. En lo que respecta al futuro, veo poca continuidad a este tipo de artesanía, al igual que otras muchas”, nos explica el entrevistado.

Una pena, como asegura Javier, que el oficio artesano se pierda, que esté en muchas ocasiones maltratado. “Muchas veces no se ve el trabajo, ni la obra. Solo el precio. Hay mucho esfuerzo detrás y eso debería valorarse más”, explica.

Ahora llega la Semana Santa a Medina de Rioseco. Está declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional y serán miles de turistas los que lleguen hasta el lugar, aumentándose las ventas.

“Soy un amante de la Semana Santa. Siendo riosecano debe ser así. Pertenezco a la Cofradía de La Virgen de la Piedad y este año tengo el orgullo de ser el mayordomo”, finaliza.

Un artesano que lucha por mantener el oficio que este año se convierte en mayordomo.