Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo durante una procesión

Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo durante una procesión Rubén Olmedo

Valladolid

A la luz de un farol y al son de unas campanillas: la desconocida tradición que ensalza la caridad de la Sagrada Pasión

Luis Lázaro, el alcalde de esta cofradía vallisoletana, ha narrado la apasionante historia que se esconde tras estos distintivos objetos que la hermandad está acostumbrada a lucir en sus salidas procesionales

6 abril, 2023 07:00

Las grandes protagonistas de la Semana Santa son, sin duda, las cofradías. Estas albergan tantos años de historia que, como no podía ser de otra manera, con el paso de los años han ido instaurando tradiciones que incluso a día de hoy, cuando ya llevan mucho tiempo establecidas, siguen causando sensación.

Es el caso de la Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo, una de las más antiguas de la ciudad de Valladolid. Fundada en octubre de 1531 “para promover la devoción a la Pasión redentora con procesiones y otros actos de penitencia, y para cuidar el culto eucarístico, así como por el ejercicio de la caridad, especialmente con los más necesitados”, y con residencia canónica, desde hace tres décadas, en la Iglesia del Real Monasterio de San Quirce y Santa Julita, esta cofradía está acostumbrada a lucir en sus procesiones dos objetos distintivos con un significado muy especial, de los que ha querido hablar el alcalde de la misma, Luis Lázaro, quien ha relatado, con todo detalle, la historia que se esconde tras este gesto que representa la obra asistencial y las obras de caridad que la hermandad ha llevado a cabo desde su creación, “por esa ‘obligación’ de realizar la caridad en diversos puntos, sobre todo, con los ajusticiados y los reos”, y que parte del compromiso de los más de 750 cofrades que integran la hermandad de “intentar seguir los pasos de nuestros antecesores en su fundación”.

Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo durante una procesión

Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo durante una procesión Rubén Olmedo

Uno de ellos es un gran farol con el que procesiona uno de los cofrades tanto el Sábado de Pasión como el Jueves y Viernes Santo, a través del cual tratan de rememorar el momento en el que, allá por el siglo XVI, la cofradía iba buscando, con faroles, a niños recién nacidos abandonados por los bodegones y sitios de malvivir, para después llevarlos a dormir al hospital que la hermandad poseía entre la calle Pasión y la calle Caridad de la ciudad.

El otro se trata de unas campanillas que evocan a la época en la que “13 hermanos iban pidiendo limosna por el alma de los ajusticiados”, ha destacado Luis Lázaro aclarando, además, que estas únicamente procesionan el Jueves y el Viernes Santo.

En este sentido, el alcalde de la Cofradía de la Sagrada Pasión ha explicado que tanto el farol como las campanillas las porta únicamente una persona, un cofrade elegido aleatoriamente que, por lo general, va cambiando cada año.

Actualmente, la cofradía sigue manteniendo abierta “su bolsa de caridad para recoger fondos económicos y bienes de diversa índole, con los que atender las necesidades espirituales y materiales de los más desfavorecidos”. Tanto es así, que colabora con instituciones católicas y ONGs como Redmadre, el Centro Albor o Manos Unidas, entre otras.

¿Cuándo y con qué imágenes procesiona la Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo?

Ataviados con túnica y capa gris, capirote negro, cíngulo y guantes blancos, y zapatos negros, los miembros de la Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo desempeñan un destacado papel en la Semana Santa vallisoletana.

Su primera salida a las calles de la ciudad tiene lugar el Sábado de Pasión con la procesión del Ejercicio Público de las Cinco Llagas, en la que sacan el Santo Cristo de las Cinco Llagas, una imagen del escultor palentino Manuel Álvarez creada en 1540, para recorrer varios templos mientras piden “por la vocación religiosa dentro de la iglesia católica”.

La siguiente acontece durante la procesión de Oración y Sacrificio del Jueves Santo, día histórico de la cofradía, de la mano de cuatro pasos propios: Jesús Flagelado de 1650, Padre Jesús con la cruz a cuestas de 1614, Santísimo Cristo del Perdón de 1656 y Santo Cristo del Calvario de 1650: “El Jueves Santo vamos a la catedral, hacemos estación de penitencia y pedimos por los reos y los privados de libertad”, explica Luis Lázaro, haciendo alusión a un acto con el que se trata de recordar la atención que prestaba la hermandad a los condenados y a los reos de la muerte.

Finalmente, la cofradía culmina sus intervenciones el Viernes Santo con su participación en la Procesión General de la Sagrada Pasión del Redentor, donde únicamente sacan al Santísimo Cristo del Perdón.