Roberto Domínguez en su primera etapa de torero

Roberto Domínguez en su primera etapa de torero Cedida

Valladolid

Doce Toreros de Valladolid: Roberto Domínguez (II)

En esta temporada al torero empiezan a surgirle las dudas e indecisiones por el hecho de que sus actuaciones empezaran a sucederse en plazas de escasa importancia

30 enero, 2023 10:00

Capítulo II

Capítulo I: https://www.elespanol.com/castilla-y-leon/region/valladolid/20230127/doce-toreros-valladolid-roberto-dominguez-vi/736926389_0.html

En el capítulo anterior, habíamos relatado la temporada de 1970 que había finalizado con una novillada en la feria de Medina del Campo.

En la temporada de 1971 surgen las dudas a Roberto por el escaso número de novilladas toreadas (6). Le seguía ayudando Manolo Blázquez. En esta temporada, las actuaciones son en plazas de escasa importancia, y esto hace que el torero se desanime y surjan en su mente las dudas e indecisiones, e incluso enfados familiares.

Fue a tras su actuación en una novillada en Tudela de Duero con motivo de la inauguración de su plaza junto a Luguillano Chico y Pascual Mezquita.

Con tan escaso bagaje de novilladas toreadas, las exigencias de empresarios y taurinos y la presión familiar por los estudios, hacen que surjan las dudas en el torero que, influenciado por su hermano Félix (arquitecto), decide ingresar en la Escuela de Arquitectura de Madrid.

Roberto con su hermano Félix en su primer tentadero

Roberto con su hermano Félix en su primer tentadero Cedida

Antes, tras el disgusto familiar, abandona el entorno de la familia y se marcha a Medina del Campo, donde reside un tiempo en la casa de Manolo Blázquez. ¿Por qué esta decisión?, le preguntábamos a Roberto en 1992 cuando estábamos inmersos en el libro. El torero nos comentó lo siguiente:

“Bueno, la verdad es que en aquella época yo era un novillero de poco éxito y con escasas posibilidades de torear. Igual que una cerrera universitaria cuesta dinero, se implanta la moda de pagar por torear, al menos los gastos. Claro, yo no he puesto dinero en mi vida por torear y veo difícil el porvenir. Pero, no obstante, nunca me planteo la incompatibilidad entre los estudios y torear. Tampoco pienso que en aquella ápoca yo pudiera vivir del toro. Yo iba a mi rollo, seguía mi marcha como persona y por ello no quería dejar de estudiar ni tampoco dejar de torear donde me salía una novillada”.

La influencia de su hermano Félix y las ideas claras de compatibilizar el torco con la arquitectura le llevan a la Escuela de Madrid un año antes de tomar la alternativa. La estética en el toreo es algo fundamental y Roberto aprovecha su paso por la universidad para diseñar sus vestidos de torear.

Diseñar, construir, innovar. Eso es lo que ha llevado a Roberto Domínguez a los terrenos del toreo. Suponemos que en el campo de la arquitectura hubiera hecho igual. Roberto matiza sobre la estética: "Hoy más que nunca el toreo es preciso entenderlo como forma de expresión estética, como arte en toda su grandeza. Como arte al que ha de acompañarle, es lógico, un valor racional, consciente, sereno”. Eran palabras de 1983 y se las decía al bueno de Santiago José Saiz en "Cuadernos Vallisoletanos".

Entre libros de texto y toreando las novilladas que le contrata Blázquez transcurre la temporada de 1971. La temporada siguiente iba a ser decisiva para el torero: la alternativa con el escollo del servicio militar.

1972: Alternativa en Palma de Mallorca

Seis novilladas completaron en la temporada de su alternativa: toreó en Córdoba, Lerma, Medina del Campo, Iscar y Barcelona, siendo la despedida como novillero en Llodio. En Barcelona corta una oreja y está realmente bien. Ese triunfo sirve para que Blázquez le anime y le gestione la alternativa en una de las plazas del entonces poderoso Balañá: Palma de Mallorca. Era una auténtica oportunidad donde no había nada que perder.

El día de su alternativa brindó a su padre: “quiero que sepas que voy a ser torero”

El día de su alternativa brindó a su padre: “quiero que sepas que voy a ser torero” Cedida

La mente del torero reacciona velozmente: hay que salir del ostracismo y para ello sólo hay una cosa: ser matador de toros. Toma la alternativa un 20 de agosto de 1972 en Palma de Mallorca, cuando el coliseo balear vive intensamente la fiesta de los toros. Era cuando Pedro Balañá -el viejo- mandaba en el toro.

Manzanares y Robles lo doctoran en tauromaquia

Con “Torero”, de Cebada Gago, toma la alternativa un 20 de agosto de 1972. Da una vuelta al ruedo y con el que cerraba plaza cosechó ovaciones. Sobre ese día, Roberto reflexionaba con Santi Saiz para “Cuadernos Vallisoletanos”:
“Que había querido ser matador de toros y que lo era. Pero que estaba todo, como siempre, por hacer. Lo mejor que tiene uno es el futuro, lo que quiere o puede hacer aún, o algo más importante para mí, sentir aún lo que se puede sentir”.

Estas reflexiones esperanzadoras las hacía Roberto en 1983 después de unos años inciertos y sin romper como figura del toreo. Ese año sufrió un accidente con una motocicleta que le deja postrado y ausente del toreo durante toda la temporada.

El nuevo matador de toros recibe la alternativa de manos de Manzanares de padrino y Robles de testigo

El nuevo matador de toros recibe la alternativa de manos de Manzanares de padrino y Robles de testigo Cedida

Tres corridas más conforman esa temporada donde, curiosamente, no lo ponen en la feria de su tierra. Jumillano, empresario y propietario del coso, que al año siguiente sería su apoderado, no aceptó las condiciones económicas que le planteó Blázquez y lo dejó fuera del serial vallisoletano.

En el resumen de final de temporada en la revista El Ruedo, Roberto figura en los últimos puestos con cuatro corridas de toros, cuatro orejas y un rabo. Paquirri lideró el escalafón esa temporada con 86 corridas de toros.

Noviembre, la mili en Ceuta e insatisfacciones

Finalizada la temporada tiene que incorporarse a la mili en Ceuta y cambia el vestido de torear por el caqui y el estoque por el fusil. Ello genera dudas en la mente del nuevo matador de toros: “El servicio militar supuso para mí un despiste y una indecisión sin saber qué hacer. Es la época en la que me planteo por primera vez cual va a ser mi futuro cuando finalice mi etapa militar: torear o estudiar”.

En la mili en Ceuta con su paisano y amigo Santos Cano

En la mili en Ceuta con su paisano y amigo Santos Cano Cedida

1973. Lo apodera Jumillano y debuta en Valladolid

A lo largo de 1973, en pleno servicio militar, obtiene varios permisos del cuartel y completa cinco corridas de toros. Es una época de indecisión para el torero que, a sus 22 años y en pleno servicio militar, no tiene las ideas muy claras sobre su futuro Por un lado había iniciado los estudios de arquitectura y por otro estaba el toro. Ambas cosas paralizadas por la mili.

Y de pronto aparece Jumillano en su camino. El mismo que le había negado su presentación en Valladolid un año antes, ahora había cambiado de actitud y se interesaba por el torero. La influencia de Fernando Domínguez, a pesar del alejamiento del torero en su retiro segoviano, la familia Molero y otros amigos comunes, allanaron el camino para que Roberto firmase su primer contrato de apoderamiento con Jumillano.

Debut en Valladolid y Trofeo San Pedro Regalado

Durante el periodo militar, Jumillano le organizó cinco corridas de toros: Palencia, Cuéllar, Aranda y dos en Valladolid. En el coso del Paseo de Zorrilla debutó Roberto un 16 de septiembre de 1973, cortando las dos orejas a un toro de Matías Ramos y consiguiendo su primer trofeo San Pedro Regalado que patrocinaba el consistorio pucelano.

Roberto con su tío Fernando en el debut vallisoletano

Roberto con su tío Fernando en el debut vallisoletano Cedida

Cuando Roberto saboreó las mieles del triunfo desechó todo lo que no fuera el toro. Se lo confesaba años después a Santi Saiz: “Mis primeros triunfos como matador, enseguida me hicieron olvidar los últimos suspensos en la escuela de Arquitectura”. De la mano de Jumillano, y dispuesto a alcanzar cotas importantes en su carrera taurina, finaliza la temporada de 1974 con quince corridas de toros debutando en plazas como Toledo, Burgos, Segovia, etc.

1974: dos tardes en la feria de Valladolid

En la feria matea de Valladolid hace el paseíllo dos tardes, Una de ellas con Curro Romero y Rafael de Paula y corta dos orejas. En aquella etapa Roberto era considerado un torero barroco (de arte y pellizco). En la segunda tarde lo hace con Palomo Linares y El Capea cortando un apéndice. Pero lo importante es que Valladolid volvía a tener su propio torero tras unos años de ostracismo.

1975: presentación en Francia y en Las Ventas

Roberto se prepara concienzudamente para ambas citas seguidas y tan comprometidas (18 y 19 de mayo). En la francesa Vic-Fezensac debuta con José Fuentes y Paco Bautista ante un encierro de Camaligera y Roberto corta una oreja.

Roberto Domínguez en su presentación y confirmación en Las Ventas en 1975 con un toro de Murteira Grave

Roberto Domínguez en su presentación y confirmación en Las Ventas en 1975 con un toro de Murteira Grave Cedida

El retraso de un avión casi le cuesta llegar a tiempo a Madrid, pero llega y le confirma Ángel Teruel con Julio Robles de testigo. Fue un saldo de corrida con tres toros de Martín Berrocal, uno de Clemente Tassara, otro de Antonio Pérez y uno de Murteira. Precisamente fue en el toro del ganadero portugués en el que el confirmante logró sus mejores momentos. Dio una vuelta al ruedo. A partir de ese momento Madrid y su afición es la constante en Roberto Domínguez. Gusta el toreo que practica el vallisoletano y ya le esperan para otras ocasiones. Roberto matizaba sobre ello: "Yo creo que siempre he sido esperado por la afición de Madrid, pero muy exigido también".

Fuente: Libro “Roberto a Secas”. Biografía de Roberto Domínguez (Santos García Catalán).