Desde hace unas semanas, la iglesia de la Santa Vera Cruz se convierte en un lugar donde es difícil ver a nadie parado. Los cofrades y la junta directiva no se detienen casi ni un momento preparando todas las procesiones de las que se encargan durante la Semana Santa. Especialmente la del Domingo de Ramos en la que los niños se convierten en protagonistas al ser, con sus palmas, los que procesan durante su recorrido.

La también conocida como la procesión de 'La Borriquilla’ “es para nosotros muy especial”, afirma la alcaldesa y presidenta de la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz, María José Fernández, quien deja claro, con una sonrisa, que se la da especial cariño”. Puede que ese amor incondicional sea la razón por la que “hace años que no se suspende milagrosamente”. Y es tan especial que “nos da un subidón de energía y vitalidad”.

Además, tras las restricciones provocadas por la pandemia, las ganas de su celebración, como del resto de procesiones que podrán salir a la calle, “vivimos todo aún con más ganas”. Y es que la COVID-19, al igual que ha pasado en todos los ámbitos de la visa, ha golpeado duro a la cofradía. “Vivimos una crisis de identidad, de fe religiosa y también económica”. De hecho, la Vera Cruz ha tenido bastantes bajas “porque ha habido cofrades que no podían pagar la cuota, aunque nosotros siempre tenemos un remanente de dinero para esas situaciones, o porque se han desenganchado al no poder celebrarse las procesiones”.

Por eso, uno de los objetivos que tiene Fernández, desde que en julio de 2021 se convirtiera en la primera mujer que dirige esta congregación, es “que la Cofradía tenga actividad los 365 días del año porque somos pocos los que nos comprometemos con hacerlo a diario”. Como es su caso después de empezar hace ya más de dos décadas como cofrade para ir pasando por diferentes responsabilidades.

Maria José Fernández, alcaldesa presidenta de la Cofradía de la Vera Cruz

“Somos una junta directiva nueva que pretendemos innovar y rectificar cuando nos equivoquemos, que lo haremos. La tradición está muy bien, pero hay que probar nuevas fórmulas porque las anteriores puede que ya no sirvan en el siglo XXI”. Por supuesto sin abandonar su esencia, pero sí dando, por ejemplo, “mucha importancia a la sección infantil porque es nuestra cantera del futuro y es donde hay que poner mucho esfuerzo”. Y es que había detectado que, años atrás, “se les tenía relegados, como que los niños estorbaban cuando son los que dan vida a la cofradía”.

El que su cofradía sea la más antigua de Valladolid no significa que le añada una responsabilidad mayor al resto porque “es lo mismo para todos, el que seamos la más antigua es solo una cuestión de fechas, ni más ni menos”. Así, cree que “las 20 cofradías tenemos el mismo papel protagonista durante la Semana Santa” y que nadie está por encima de nadie por ningún factor externo. Lo único que sí reconoce es que hay un compromiso mayor “porque somos una cofradía muy grande -cuenta con alrededor de 1.200 cofrades de los 12.000 que hay en Valladolid capital- y porque tenemos mucho patrimonio”.

Historia de la cofradía y otros datos

La cofradía de la Veracruz es la más antigua de Valladolid. Los primeros datos con los que se cuentan son de 1498, cuando sus cofrades hicieron una solicitud para construir un humilladero fuera de la Puerta del Campo, la actual Plaza de Zorrilla. Aún así, se cree que la cofradía ya pudo existir años antes, alrededor de 1480.

Tras esa petición, construyeron una ermita en la que se veneraba un Cristo y una reliquia que consistía en un pedazo pequeño de la Verdadera Cruz. Tras ello, se hizo un relicario para guardarla y para poderla llevar en procesión. Esta ermita fue destruida el 17 de enero de 1809 por los soldados napoleónicos para evitar que las partidas de guerrillas que se formaban fuera de la cerca de la ciudad se escondieran dentro o tras el edificio.

A finales del siglo XVI se edificó el actual templo, al final de la actual calle de la Platería. Desde ese momento, la Vera Cruz llevó en procesión desde esta iglesia hasta el humilladero destruido la imagen llamada Cristo del Humilladero.

Años después, la Cofradía encargó a Gregorio Fernández y a algún otro también relevante, una serie de pasos procesionales que todavía se conservan en su iglesia penitencial.

Los cofrades visten con túnica negra con bocamangas de encaje, capa de paño verde, capirote y zapato negro y guante blanco, de color negro el Viernes y Sábado Santo. El cíngulo es de color verde.

La Cofradía desfila el Domingo de Ramos en la Procesión de Las Palmas con el paso ‘La Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén’, popularmente conocida como ‘La Borriquilla’. El Lunes Santo en la Procesión del Santísimo Rosario del Dolor, acompaña a su imagen titular ‘Nuestra Señora de la Vera Cruz’. En la noche del Jueves Santo en la Procesión de Regla de la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz, alumbra todos los pasos propiedad de la Cofradía, y en la Procesión General de la Sagrada Pasión del Viernes Santo, desfila con su imagen titular.

Cada Sábado Santo, organiza en su templo, y ante la imagen ‘La Dolorosa de la Vera Cruz’ el Ofrecimiento de los Dolores de Valladolid a Nuestra Señora.