Montaje del Belén Bíblico de la Diputación de Valladolid

Valladolid

Una semana, ocho horas diarias y 15 personas: así se montó el Belén Bíblico Monumental de la Diputación de Valladolid

Se trata de un Belén realizado 'ad hoc' y compuesto de piezas totalmente nuevas, tanto que muchas de ellas fueron rematadas durante la semana previa a la presentación

26 diciembre, 2021 12:57

El Belén Bíblico Monumental de la Diputación de Valladolid se ambienta este año en el entorno del Duero y en los pueblos y escenarios de la provincia bajo el título 'Cristo nace en Valladolid'. El Nacimiento, que se puede visitar junto a una exposición de facsímiles de códices medievales con escenas navideñas en sus miniaturas, propone un recorrido por las localidades de Peñafiel, Curiel, Tordesillas, Medina de Rioseco, Portillo o Urueña.

Así, por primera vez, este montaje, que corre a cargo de la Asociación Belenista Castellana, se ambienta por primera vez en la provincia para hacer las delicias de los visitantes, que podrán reconocer algunos de los monumentos más característicos de los pueblos vallisoletanos.

Se trata de un Belén realizado 'ad hoc' y compuesto de piezas totalmente nuevas, tanto que muchas de ellas fueron rematadas durante la semana previa a la presentación, tales como el puente de Tordesillas o las bodegas típicas de la provincia.

El presidente de la Asociación Belenista Castellana, Ricardo Rodríguez, ha explicado a Europa Press que en el montaje de este tradicional Belén participan un total de 15 personas, con Jesús Pelayo como maestro montador --tras recoger el testigo de Manuel Bononato-- en una labor que se extiende durante una semana y con ocho horas diarias de trabajo. "Y la última noche nos quedamos hasta las tantas, rematando", ha agregado.

Respecto a la idea de ambientarlo en el entorno de la provincia, Rodríguez explica que esta surgió el año pasado con la idea de homenajear al propio territorio y con esperanza de que "resulte vistoso" para los visitantes.

"Hemos buscando monumentos de la provincia representativos en torno al Duero, en un recorrido por seis pueblos que aglutinan los arcos de Medina, los castillos de Peñafiel o Curiel, las murallas de Urueña, el Convento de las Claras o el puente de Tordesillas, el reconocible cerro San Cristóbal, un típico palomar castellano y hasta un chozo de pastores", ha señalado.

Sobre la estructura, esta comienza con el montaje de la estructura de madera de 30 metros cuadrados, sobre el que se erige una base de pintura y vegetación natural, terreno para plantar después las trabajadas miniaturas de la Asociación Belenista Castellana, a las que acompaña una recreación del Duero, con un caudal de hasta 100 litros de agua.

Así, los visitantes podrán recorrer las diferentes escenas bíblicas tradicionales ambientadas en los castillos de Peñafiel, Curiel o Portillo; las murallas de Urueña; la ermita de la Virgen de Sieteiglesias de Matapozuelos; el Arco de San Sebastián de Medina de Rioseco, los palomares de Trigueros del Valle; el puente sobre el Duero, las Casas del Tratado, la Iglesia de San Antolín y el Convento de las Claras de Tordesillas; o las ruinas de la ermita de Canteces en Vega de Valdetronco se funden con barrios de bodegas, chozos, apriscos, viñedos, pinares, cerros y oteros para configurar un paisaje típicamente vallisoletano.

El presidente de la Asociación Belenista ha recordado que año tras año se han ido presentando belenes ambientados en diferentes lugares del mundo, pero "faltaba" uno en esta tierra y ha destacado imágenes como la Anunciación dentro de una bodega castellana con todos sus detalles, donde María y José buscaban cobijo, que acaban encontrando en un palomar parcialmente derruido.

Rodríguez también ha explicado que en el montaje han trabajado más de diez personas a lo largo de más de un año y, tras el verano, se ha hecho casi a diario para preparar la plataforma del Belén. Finalmente, entre siete y diez personas han trabajado en las últimas semanas de forma simultánea e incluso alguno ha pedido vacaciones en su trabajo para poder montarlo, una labor que no termina con este Belén, pues, entre risas, reconoce que también le obligan a montarlo en casa.