Después de dos años sin plenos presenciales, el ayuntamiento de Laguna de Duero celebró ayer, 18 de octubre, su primera sesión con público después de que el Procurador del Común admitiera la queja presentada por la Asociación Vecinal La Calle respecto a este asunto.

Desde 2020 esta organización había comenzado sus quejas contra la situación defendida desde el equipo de gobierno al entender que, aunque “en 2020 la situación sanitaria mejoró y, en 2021, cuando la situación favorable era clara y todas las actividades habían recuperado presencialidad, con incidencia mínima y una población ampliamente vacunada”, no era posible asistir a los plenos.

La asociación ha recordado que “el pleno seguía cerrado a la presencialidad incluso en septiembre. En agosto habíamos recibido un decretazo del alcalde que recurrimos y recibimos como respuesta una desestimación plagada de ‘delirios jurídicos’ que mezclaban el ayuntamiento Sevillano de Marchena con el caso Puigdemont para justificar que no querían acudir al pleno presencial”.

Sesión sobre ordenanzas fiscales

Ante esa situación, La Calle presentó una queja admitida a trámite por el procurador del común que inició una investigación. “La conclusión es que se han visto forzados admitir la situación insostenible y ayer 18 de octubre tras casi dos años, se celebró el primer pleno presencial extraordinario de ordenanzas fiscales, donde además pudimos intervenir en el orden del día dado que habíamos cursado una batería de propuestas”, han explicado.

Con la nueva situación, los representantes de este colectivo, a través de un comunicado han considerado que “acaba una época de cierre incomprensible y ayer se dio una participación vecinal normal y normalizada donde la única presencia de la pandemia eran las medidas de seguridad y la distancia entre concejales y vecinos”.