La plantilla del Servicio de Bomberos de Valladolid debería tener 200 efectivos. Sin embargo, hace muchos años que esa cifra es prácticamente una quimera. En la actualidad la plantilla no llega a los 150 integrantes, tal y como ha reconocido este jueves el jefe del servicio, Javier Reinoso, que ha recordado que durante 2018 “se van a jubilar 13 compañeros, por lo que el número de vacantes se amplía”.

En los últimos tres años el Ayuntamiento ha sacado a concurso público todas las plazas que ha permitido la Ley, “que son muchas menos de las que nos gustaría, porque la falta de efectivos es una situación particularmente grave en el caso de los bomberos, porque el trabajo que desempeñan requiere una plantilla joven”.

“Todos estos años con la tasa de reposición congelada han causado un daño grave, no sólo en los Bomberos o la Policía, prácticamente todos los servicios municipales tienen déficit de personal, como el de limpieza o recaudación”, ha lamentado Puente.

Por eso el alcalde ha confiado en que el acuerdo entre el Gobierno y los sindicatos se confirme “y que la tasa de reposición pase a ser del 115 por ciento y eso nos permita ofertar más plazas que las jubilaciones; porque se tiene que levantar la mano y permitir contratar, tenemos los recursos para ello y con el paro existente la administración debería tener más facilidades para contratar”.

Reinoso ha apuntado también que en los próximos años "será necesaria una importante renovación de la plantilla, porque en los próximos seis años se van a jubilar 63 efectivos". Puente ha concluido bromeando y señalando que "a este paso los bomberos no van a poder ni hacer el calendario en el que salen ligeros de ropa".