Candido junto a Guillermo Lasso

Candido junto a Guillermo Lasso Cedida

Segovia

Una visita muy emotiva en el restaurante Cándido: intercambio de números de teléfono e invitación

Un expresidente visita el templo segoviano donde no faltó el clásico cochinillo asado, que degustaron mientras participaban también en la tradicional ceremonia del restaurante.

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El histórico restaurante Cándido de Segovia recibió este viernes una visita muy especial: el expresidente de Ecuador, Guillermo Lasso, acompañado de su familia.

La comitiva, formada por seis personas, entre ellos su hermano Pepe y sus respectivas esposas, realizó una visita “discreta pero entrañable”, según fuentes directas, al emblemático mesón, al que accedieron por la nueva entrada inaugurada en abril y subieron en ascensor hasta uno de los comedores.

Lasso ya había visitado el restaurante en 1985 y regresó junto a su esposa en 1992, justo el año del fallecimiento del recordado Cándido López, figura legendaria del establecimiento.

Esta nueva visita fue familiar y cercana, “destacando por la amabilidad y sencillez del expresidente y su entorno”, aseguran.

Durante la comida, no faltó el clásico cochinillo asado, que degustaron mientras participaban también en la tradicional ceremonia del restaurante.

Guillermo Lasso dejó su firma y un mensaje en el Libro de Oro del Mesón, que actualmente va por su tomo número 17.

Encuentro con Pastora

Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue el encuentro con Pastora, una integrante del equipo del restaurante originaria de Ecuador, que está a punto de jubilarse y planea regresar a su país natal en diciembre.

La conversación con Lasso y su familia fue extensa y cargada de afecto, demostrando el interés del expresidente por las historias personales y la realidad actual de su país.

La visita culminó con un ambiente tan distendido que, al cierre del restaurante, alrededor de las 18:30, aún permanecían en una animada charla.

La cercanía con la familia Lasso fue tal que incluso intercambiaron números de teléfono, mostrando una hospitalidad recíproca.

“Nos dijeron que si algún día vamos a Ecuador, tenemos su casa a disposición”, comentó uno de los responsables del restaurante, visiblemente emocionado por la calidez del encuentro.