Fernando de la Calle, pregonero de Santa Marta de Tormes 2025

Fernando de la Calle, pregonero de Santa Marta de Tormes 2025 Luis Cotobal

Salamanca

“Este pregón es un homenaje a quienes sembraron lo que hoy somos”: Fernando de la Calle, pregonero de Santa Marta 2025

El empresario local emocionó al público con una historia cargada de recuerdos, anécdotas y agradecimientos que recorrió varias generaciones del municipio.

Más información: Las verbenas recuperan su trono en Santa Marta: así serán una de las fiestas más potentes del verano salmantino

Publicada
Actualizada

Santa Marta de Tormes, desde ayer, está oficialmente de fiesta y hoy el Jardín de Signo XXV se llenó de vecinos, aplausos y emoción con el arranque de un pregón que fue mucho más que un discurso.

Fue una historia contada desde dentro, con acento local, con verdad y con el corazón por delante.

El encargado de dar este pistoletazo de salida fue Fernando de la Calle, empresario y vecino del municipio desde hace más de dos décadas, que se subió al escenario con los nervios lógicos de quien no se dedica a esto, pero también con la serenidad de quien habla desde lo vivido. Y eso se notó.

Un relato cercano con nombres, recuerdos y raíces

Fernando empezó contando cómo llegaron sus abuelos al pueblo en 1948, cuando apenas había un puñado de casas.

A partir de ahí, fue hilando su propia vida con la evolución del municipio. Recordó cómo crecieron las fiestas, cómo llegaron el matadero, los colegios, la hostelería… cómo se fue formando poco a poco lo que hoy es Santa Marta.

Y lo hizo con nombres propios, con lugares concretos, con anécdotas tan personales que acabaron siendo colectivas.

Presentó a su mujer, a su hija, y dio las gracias a la corporación municipal por confiar en él para dar el pregón. Reconoció que siempre pensó que estos actos eran cosa de personajes importantes, y que subirse al escenario suponía una enorme responsabilidad. Pero lo hizo. Y lo hizo bien.

Fernando de la Calle junto a su familia y el alcalde de Santa Marta de Tormes

Fernando de la Calle junto a su familia y el alcalde de Santa Marta de Tormes Luis Cotobal

En su intervención habló de bares míticos, de juegos en la isla del Soto, de las peñas, del colegio, de su adolescencia o de sus años en la universidad. Todo ello salpicado de momentos íntimos y también divertidos.

Como cuando confesó que de pequeño echó una cerilla en el depósito de gasolina de un coche y acabó con la cara y el ojo marcados durante años. O como cuando recordó, con cariño, al profesor Fai, al que dedicó un homenaje sentido.

También hubo espacio para agradecimientos especiales.

A su madre, por su fortaleza tras superar tres linfomas. A su equipo de trabajo, al que definió como una familia. A su mujer, por estar siempre ahí. Y a Javi, el hijo de uno de sus trabajadores, que padece la enfermedad conocida como “piel de mariposa”.

A él le dedicó un mensaje directo a las autoridades, pidiéndoles que faciliten el acceso a los tratamientos ya existentes, pese a su alto coste.

Antes de cerrar, Fernando invitó a los asistentes a participar en la marcha solidaria del próximo 21 de septiembre en Peñalandilla en favor de la Asociación DEBRA.

Y terminó enumerando una por una las peñas que han formado parte de su vida, y con todos los presentes, gritó un rotundo y emocionante “¡Viva Santa Marta!”.

“Fernando representa lo mejor de nosotros”

Antes de todo ello, fue el alcalde, David Mingo, el encargado de presentar al pregonero con un discurso lleno de contenido de lo más emocional.

Explicó por qué considera el pregón uno de los actos más especiales de las fiestas: porque pone en valor a la gente del pueblo, a quienes construyen cada día la historia de Santa Marta.

En sus palabras, definió a Fernando de la Calle como alguien que “encarna el compromiso, la cercanía y el amor incondicional por el pueblo”.

El alcalde de Santa Marta de Tormes, David Mingo, durante su intervención

El alcalde de Santa Marta de Tormes, David Mingo, durante su intervención Luis Cotobal

Recordó que fue un chaval más del municipio, criado en sus plazas y calles, que decidió emprender y levantar su propia empresa sin perder nunca de vista lo que es importante: las personas.

Mingo compartió incluso una anécdota muy significativa: “Durante las fiestas, Fernando cierra su empresa para que sus trabajadores puedan descansar y disfrutar. Ese pequeño gran gesto dice mucho de quién es”.

También tuvo palabras para su faceta más personal. Habló del apoyo de su familia, de la figura de su hija como motor vital, y del papel que juega Fernando en la comunidad como referente positivo. “Santa Marta no solo es un lugar”, dijo, “es una forma de ser. Y Fernando lo representa mejor que nadie”.

Su pregón fue una declaración de amor a Santa Marta, una forma de decir que lo importante no es solo lo que son hoy, sino todo lo que han sido para llegar hasta aquí.