
Marta García Rincón en una entrevista para EL ESPAÑOL de Castilla y León
Marta García, campeona de Europa de halterofilia: “En el tercer intento tenía la comida en la garganta del pánico”
La salmantina logra oro, plata y bronce en el Europeo sub-23, bate el récord continental de arrancada y se prepara para dar el salto al Mundial absoluto.
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La salmantina Marta García Rincón ha vuelto del Campeonato de Europa sub-23 de halterofilia con tres medallas y un nuevo récord europeo en arrancada: 77 kg que la han consagrado como una de las grandes referencias del deporte español en su categoría.
Lo consiguió en su último año como sub-23, con un oro en arrancada, una plata en el total olímpico (164 kg) y un bronce en dos tiempos. Pero, sobre todo, lo hizo con una dosis de tensión y entrega que define con una frase: “En el tercer intento tenía la comida en la garganta del pánico”.
Asegura que lo vivido en Moldavia fue especial. Por los resultados, pero también por las sensaciones. “Era un intento de medalla de oro, seguro. Si no lo hacía, quedaba segunda. Había mucha presión, pero también mucha confianza en el trabajo hecho. Lo había preparado con ilusión y a por ella”, explica.
La competencia fue intensa, especialmente con las representantes turcas. Marta lo asumió sin dramatismo, pero con autoconciencia. “Yo hago lo que puedo. Si ese día vale para ganar, bien. Si no, también. En arrancada me salió muy bien y me puse muy contenta. Pero en dos tiempos, quizá por la alegría o por la tensión, me costó bajar los nervios. Solo hice un levantamiento válido y tengo claro que tengo que trabajarlo más”.
“La arrancada me salió muy bien; pero después me costó volver a centrarme”
Pregunta: ¿Has hecho preparación psicológica para este tipo de momentos?
Respuesta: Todavía no, pero se ve que voy a tener que hacerlo en la próxima cita. Lo emocional pesa más de lo que parece.
En los dos primeros intentos de dos tiempos falló. “El primero cargué mal y se me fue. El segundo, iba tan nerviosa por haber fallado el primero, que lo fallé otra vez. En la tercera salí con muchísimo miedo. De verdad, notaba la comida en la garganta. Pero me dije: Marta, te la estás jugando. Y lo saqué”.
Tres medallas, pero quería más
Pese a las tres preseas, Marta admite que se fue “un poco decepcionada” por no alcanzar el objetivo que se había planteado: “Iba con la idea de una medalla en arrancada, otra en dos tiempos y oro en total olímpico. No sé si era demasiado ambicioso, pero yo me sentía capaz.
Al final, lograr la plata en total y el bronce en dos tiempos estuvo muy bien, porque podría haberme quedado fuera del podio en el tercer intento. Pero sí, me dolió un poco”.
En todo caso, reconoce que ha dado un paso adelante. “Hasta ahora todo habían sido bronces. Este oro y esta plata significan mucho para mí”.
“Mi madre es uno de mis apoyos más grandes”
Su madre y su hermana también forman parte de este camino.
“Entreno con mi madre y para mí es de los apoyos más importantes. Me acompaña por las mañanas, siempre está ahí, en la tarima, peleando conmigo”, dice.
Con su hermana Laura, también halterófila de élite, la dinámica es distinta: “Entrena en León, así que no compartimos sesiones, pero la admiro mucho. Me hubiera gustado verla más en Moldavia, pero no coincidimos por temas de viaje”.
P: ¿Qué papel ha jugado tu familia en todo este proceso?
R: Clave. No solo desde que empecé halterofilia en 2017, sino desde antes. Siempre me inculcaron el valor del deporte. He hecho de todo: balonmano, hockey, tenis, baile (se me daba fatal)… pero lo que se me quedó fue la cultura del sacrificio. Empecé tarde, con 14 años, y eso hizo que la base que tenía ya fuera determinante para llegar donde estoy.
Fisioterapia, entrenamientos y un horario dividido
Marta compagina el alto nivel deportivo con la carrera de Fisioterapia en la Universidad de Salamanca. Lo hace gracias a una reorganización estratégica de su calendario académico: “El primer y segundo curso los hice en un año. Pero tercero lo dividí: la mitad el año pasado, la otra mitad este año. Así puedo doblar sesiones tres días por semana sin volverme loca. Me lo recomendó mi entrenador y un profesor, Vicente, y fue todo un acierto”.
P: ¿Tus estudios te ayudan también como atleta?
R: Muchísimo. Tengo mi fisio, pero cuando no puede, yo tengo estrategias para recuperarme o tratarme. Además, me aporta estabilidad: si solo me dedicara al deporte o solo a los estudios, me volvería loca. Me gusta diversificar. Me siento útil así.
Marta dejará la categoría de -45 kg para pasar a -48 kg, lo que implica reajustar todo su enfoque. “Con el cambio de categoría he tenido que subir de peso, cambiar la nutrición y volver a trabajar la musculación que había dejado de lado. Como más que mi padre, mi madre, mi hermana y mi novio juntos. Me da vértigo, pero es lo que toca. Estoy comiendo más que nunca y entrenando para crecer”.
P: ¿Qué metas tienes ahora?
R: A corto plazo, tomar la marca para poder ir al Mundial absoluto. A largo depende. Aún no nos han dicho cómo será el sistema de clasificación con las nuevas categorías. Pero si hay una mínima posibilidad, voy a por ella. Yo voy a darlo todo.
Este 2025 le espera un calendario intenso: Campeonato de España absoluto en junio, Europeo sub-23 y, si consigue clasificarse, el Mundial absoluto.
P: ¿Qué consejo darías a jóvenes deportistas?
R: Suena tópico, pero la constancia. Me sorprende la facilidad con la que algunas personas dejan de entrenar. Ya es difícil llegar entrenando todos los días, si no lo haces, es imposible. Cada día que tú flojeas, tus rivales siguen entrenando.
Con tres medallas en el Europeo sub-23 y un récord continental en arrancada, Marta García Rincón consolida su progresión en la élite de la halterofilia.
Mientras adapta su cuerpo y su mente a una nueva categoría de peso, sigue trabajando para mantener el equilibrio entre la exigencia del alto nivel y su formación académica.