Doctor Emilio Fonseca Sánchez, jefe del Servicio de Oncologia del Hospital de Salamanca

Doctor Emilio Fonseca Sánchez, jefe del Servicio de Oncologia del Hospital de Salamanca L. Falcão

Salamanca Sanidad

El Hospital de Salamanca ofrece tratamiento de cáncer al más alto nivel en España y posibilidad de participar en ensayos clínicos

El doctor Emilio Fonseca Sánchez, jefe del Servicio de Oncología del Hospital de Salamanca, independiente de la investigación y la medicación, pone el énfasis en la prevención del cáncer, como es "modificar nuestros hábitos de vida"

4 febrero, 2023 07:00

Noticias relacionadas

Este sábado, 4 de febrero, es el Día Mundial contra el Cáncer y la Asociación para la Lucha Contra el Cáncer(AECC), saldrá a la calle como todos los años anteriores, para informar sobre el diagnóstico precoz y los servicios que prestan en la asociación para los afectados de cáncer y sus familias. Por esto motivo, El Español - Noticias Castilla y León habla con el doctor Emilio Fonseca Sánchez, jefe del Servicio de Oncología del Complejo Hospitalario de Salamanca (CAUSA) sobre el tratamiento actual, los nuevos avances y la prevención, en un hospital público de referencia nacional oncológica.

- Doctor, ¿en qué situación se encuentra la investigación oncológica en el Hospital de Salamanca?

En estos momentos estamos en un nivel extraordinario de la investigación básica que se lleva a cabo en los diferentes institutos que tenemos. Estamos englobados dentro del IBSAL para la investigación clínica y los ensayos que se realizan en el hospital. Estamos a un nivel elevado, tanto nacional como internacional, porque tenemos proyectos dentro del Estado español, pero también existen otros proyectos internacionales en los que estamos trabajando.

-¿Qué ofrece de nuevo el Hospital de Salamanca a un enfermo diagnosticado de cáncer?

Primero, le ofrecemos una asistencia similar a la que puede recibir en cualquier hospital de alto nivel de nuestro país. Y, en segundo lugar, le ofrecemos la posibilidad de recibir tratamientos, a través de los ensayos clínicos, que todavía no se pueden administrar de manera estándar en nuestro país, e incluso en otros países del mundo. Es la ventaja que tiene trabajar en un centro que nos permite acceder a medicamentos que de otra manera el paciente no podría adquirir.

- ¿En qué momento estamos de cara, ya no tanto a la investigación, sino del enfermo?

Los pasos en oncología son pequeñitos, pasito a pasito. Los grandes avances no existen, ni prevemos que tengamos un avance de corto tiempo amplísimo. Lo que estamos viendo con los nuevos tratamientos que estamos poniendo, como quimioterapia, inmunoterapia, nuevas dianas, es que paulatinamente vamos controlando cada vez un mayor número de pacientes. Estos avances están ahí, son lentos, porque los avances tienen que ser sobre bases científicas y tratamientos que necesitan mucho tiempo para su utilización médica y para que un fármaco pueda ser recibido de manera habitual en los pacientes. Son muchos años de investigación, muchos ensayos, hasta demostrar que eso es útil.

Es mucho tiempo el que se necesita, pero vamos cada vez incrementando los resultados, en cuanto a las respuestas y a la supervivencia de los pacientes. De hecho, los datos de la Sociedad Española de Oncología, presentados recientemente, lo que nos dicen es que vamos incrementando la supervivencia paulatinamente, no solamente por los avances en la oncología, sino por los avances en la medicina en general, porque el tratamiento oncológico debe ser un tratamiento multidisciplinar, no solamente por los avances que tenemos con los fármacos que utilizamos. Hay avances también en radioterapia y en cirugía. Tenemos unos tratamientos quirúrgicos que nos permiten acceder a ciertos datos que antes no podíamos hacer. Es el conjunto de todos esos tratamientos, que es lo que hacemos aquí, multidisciplinarios en los que el paciente pasa por un comité de tumores donde se decide el tipo de tratamiento que debe recibir. El comité de tumores permite que vayamos haciendo cada día un tratamiento mucho mejor para el paciente. Es muy importante que hable del comité de tumores, porque lo que realiza es un tratamiento personalizado.

- ¿Y cómo se hace?

Hacemos un enfoque desde todas las áreas que están implicadas en el tratamiento del paciente. Por lo tanto, en esos comités no solamente estamos los oncólogos, están también los cirujanos, los terapeutas, los radiólogos, es decir, un conjunto de gente que forman el concepto multidisciplinar del tratamiento, para que podamos tener, y que entre todos consigamos, que día a día vaya mejorando el tratamiento de los pacientes.

"El comité de tumores permite un mejor tratamiento para el paciente oncológico. Es muy importante que hable del comité de tumores, porque lo que realiza es un tratamiento personalizado".

- Siempre se ha dicho que la quimioterapia, en particular, es un tratamiento muy agresivo, ¿en qué se ha avanzado?

Siempre digo que lo más agresivo es la enfermedad, que no se nos olvida nunca. Lo más agresivo es la enfermedad. Indudablemente, hay tratamientos que pueden plantear toxicidad grave para el paciente, como muchos otros tratamientos, que es un obstáculo. Obviamente, lo que tenemos que pretender es, y lo estamos consiguiendo, porque afortunadamente los nuevos fármacos que tenemos en la actualidad, las formas de tratar el cáncer, como es la inmunoterapia o los nuevos agentes biológicos o fármacos contra determinadas dianas, están teniendo menos toxicidad que la que teníamos con algunos tratamientos de quimioterapia anteriores. Pero tampoco están carentes de toxicidad. Siempre es una balanza que tenemos que tener entre el beneficio y el riesgo del paciente. Y, a veces, hay que asumir riesgos para tratar de controlar la enfermedad. Lo que pasa es que esos efectos secundarios no aparecen a todo el mundo. Y para los pacientes que, por los motivos que sean, tienen más toxicidad que otros, disponemos de tratamientos para minimizar todo lo posible esos efectos secundarios que, efectivamente, están ahí y que muchas veces pueden ser una limitación y un deterioro de la calidad de vida del paciente.

- ¿Qué tipo de tumores son los principales con los que se encuentra el Servicio de Oncología del Hospital de Salamanca?

Suelen ser los mismos que los que vemos en la nación. Si observamos los datos que tenemos publicados de esta misma semana, vemos con más frecuencia, en lo nacional, el de colon, el de mama y la próstata son los tumores con mucha más frecuencia. En Salamanca hemos observado un poquito más este año el de mama que el colorrectal. También aquí hay que hacer un inciso sobre el efecto que ha podido tener la pandemia sobre los diagnósticos precoces. El programa de diagnóstico precoz del cáncer de colon, que ha estado parado durante un tiempo, ha hecho que probablemente, de hecho, lo hemos podido constatar, nacionalmente ha habido una disminución de los diagnósticos en los tumores, y que ahora ya volvemos otra vez a las cifras normales. No está todavía muy claro, pero sí parece que ha habido esa reducción que estamos volviendo a revertir.

Una paciente de cáncer de mama recibe quimioterapia con un gorro de frío para evitar la alopecia.

Una paciente de cáncer de mama recibe quimioterapia con un gorro de frío para evitar la alopecia. Silvia P. Cabeza

- ¿Existe factor edad o factor género en el desarrollo de un tumor?

Claro, no todos los tumores se desarrollan por las mismas circunstancias y en todas las personas hay tumores que guardan una relación con el factor de riesgo. ¿Cuál es el factor más importante en el cáncer de colon? Uno de los factores de riesgo es la edad. A medida que tenemos una población mayor, existen más posibilidades de mutaciones en la mucosa intestinal y más posibilidades de tener un cáncer de colon. Esto explica por qué algunas comunidades, donde tenemos más incidencia de cáncer colorrectal que en otras comunidades, sencillamente por el envejecimiento de nuestra población. Es decir, el cáncer de colon o el cáncer de próstata tienen una relación directa con los años. Hay otras en los que los efectos son de otro tipo. El efecto del tabaco es independiente de la edad, de lo que es dependiente es de la cantidad de tabaco que fumas y del tiempo que llevas fumando. Otros factores pueden ser hereditarios, pero son muy pequeñitos. El porcentaje de tumores hereditarios, o de riesgo hereditario, es mínimo en relación con el total de tumores, el 90% no guarda relación con la presencia de una herencia, solamente un cinco, más o menos, por ciento son los que están en relación con ese carácter hereditario. Lo que llama siempre la atención y siempre nos preocupamos de si hemos tenido un caso, a ver si lo vamos a transmitir a nuestros hijos o nos lo han transmitido los abuelos. Solamente eso podemos decirlo en un porcentaje muy pequeño. Es verdad que hay agregaciones familiares, pero también es verdad que en una familia hay muchos hábitos que son comunes, porque en muchas familias se fuma, se come lo mismo o tiene el mismo hábito de vida. Por tanto, es muy difícil establecer esa relación de herencia con hábitos que están mezclados, pero hereditarios muy poquitos.

- ¿Qué es lo más nuevo que realiza el Servicio de Oncología del CAUSA?

Lo más importante que tenemos ahora mismo es la puesta en marcha de la oncología de precisión, que es un proyecto nuevo que se ha implantado desde la Junta de Castilla y León. Tenemos a nuestra disposición la secuenciación masiva de genes, lo que nos va a permitir seleccionar muy bien aquellas alteraciones moleculares que puedan servir o que puedan ser dianas en un paciente. Al enfermo le hacemos un análisis molecular y, en función de esas alteraciones, tenemos fármacos dirigidos frente a ese tumor, sin que tengamos ya que externalizar esas pruebas Y eso lo podemos hacer ya en el Hospital de Salamanca, tanto el hacerlo sobre el propio tumor como en la biopsia líquida. Es decir, extraer una muestra de sangre, hacer esas alteraciones y, en todo momento, podemos saber si presenta esas alteraciones, o si durante del tratamiento esas alteraciones se han modificado por el tratamiento, ha hecho resistencia y podamos poner otro tipo de tratamiento. Eso es lo más novedoso, digamos, lo último que hemos puesto en marcha dentro de un comité, como hablábamos antes. Todo eso bajo los auspicios del Comité Molecular en el que se toman las decisiones de a qué paciente hacérselo, qué resultados obtenemos y qué aplicación tienen esos resultados para ese paciente en concreto.

"Lo más importante que tenemos ahora mismo es la puesta en marcha de la oncología de precisión: la secuenciación masiva de genes que permitirá seleccionar las alteraciones moleculares que puedan servir o que puedan ser dianas en un paciente".

- Doctor, ¿hacia dónde caminamos en oncología?

El camino es seguir avanzando e intentando incrementar la supervivencia de los pacientes. La Asociación contra el Cáncer hizo el año pasado un estudio en el que, si se fija uno bien, podemos ver que hay tumores con una supervivencia del 90%. Pero ojo, tenemos otros pacientes con una supervivencia media de un 60%. Aunque existen otros, como los tumores de páncreas y de pulmón que no llegan al 10%. Esto hay que intentar corregirlo, y eso se hace a fuerza de investigación y desarrollo de nuevos fármacos. Intentar que este porcentaje de pacientes, que todavía tenemos ahí con un pronóstico malo, intentar que vaya subiendo y que consigamos tirar de esta mediana supervivencia hacia arriba.

Eso por un lado y lo otro, lo más importante, que siempre se nos olvida a toda la población, es que una gran parte de los tumores se pueden prevenir. Eso es una batalla con la que tenemos que pelear, porque sabemos la implicación que tiene el tabaco en la aparición del cáncer de pulmón, de cabeza y cuello, de páncreas, de vejiga, es decir, una gran cantidad. Y, sin embargo, seguimos teniendo una gran incidencia del cáncer de pulmón cuando podríamos disminuirla dejando el consumo del tabaco. En el cáncer colorrectal tenemos un programa de diagnóstico precoz para la población mayor de 50 años, un cribado en el que, desgraciadamente, a pesar de todos los esfuerzos que se hacen, la participación de la población es pequeña. La última participación que teníamos estaba en torno a un 33% de la población salmantina, lo cual quiere decir que ese porcentaje es muy pobre en relación con otras comunidades que están con una participación superior al 60%. Si convencemos a los pacientes que se someten al cribado, disminuiría la aparición de los cánceres colorrectales.

También de una manera importantísima tenemos la prevención del tabaco y del alcohol. Sabemos que el alcohol guarda relación con muchos tumores, la vida sedentaria, el consumo de alimentos. Es decir, esa es una batalla por la que tenemos que pelear, intentar que esos factores ambientales, que son modificables, modificarlos, porque será realmente lo que haga disminuir la incidencia, porque los genéticos no los vamos a poder modificar. Es decir, el genético tiene esa herencia y ya está. Pero repito, el genético suponía un 5% de los tumores. El resto son tumores que tienen algún factor que sí los pueden modificar. La edad no la podemos modificar. La edad se modifica, se da con otro sentido y, desde luego, no es nada agradable. Pero los otros factores de la alimentación, el ejercicio, los hábitos de vida, son modificables.

- Qué importantes son los cribados, doctor.

Es preciso someterse a los programas de cribado del cáncer de colon, del cáncer de mama, de cérvix uterino. Se ha visto que esos programas son muy útiles y, por eso, está en marcha la incidencia del cáncer de cérvix. Desde que utilizamos los cribados y la vacuna contra el virus del papiloma, estamos en una incidencia muy baja en relación con Con el cribado en el cáncer de mama, no es que disminuya el número de casos, sino que los detectemos en una situación muy inicial. No es lo mismo hacer un programa en el que periódicamente ves a un paciente y puedes encontrar un tumor pequeño a que aparezca cuando ya tenemos una situación más avanzada. Y en esto sí que hay una relación directa. Cuanto más precoz es el diagnóstico y cuanto más bajo es el estado en el que se encuentra la enfermedad, mayores posibilidades de control de la enfermedad, de supervivencia tiene la paciente. La supervivencia depende un poco de que con un tratamiento como una enfermedad crónica y en un punto agudo, conseguimos en algunos tumores, gracias a los tratamientos que tenemos, prolongar esa supervivencia, de tal manera que lo podemos transformar. A lo mejor no tanto como una enfermedad crónica, pero esa es la tendencia, porque hay tumores que podemos meterlos en lo que llamamos respuestas completas o respuestas parciales, que nos permiten alargar la supervivencia. Aunque no curemos al paciente, sí podemos alargar la supervivencia todo lo posible gracias a los diferentes tratamientos. Tumores en los que antes teníamos una media de supervivencia de seis meses, ahora estamos por encima de los 30 meses. Para nosotros es un éxito. Puede parecer que a lo mejor a la población no tanto, pero partimos de una enfermedad aceptable.

Tenemos que tener en cuenta que cuando la enfermedad es incurable, debemos valorar muy bien esa calidad de vida. Cuando tienes una enfermedad que puedes curarla, aunque para ello suponga someterle a una quimioterapia a altas dosis, o un trasplante, a veces se puede curar esta enfermedad, pero cuando la enfermedad es metastásica, la expectativa que tienes es incrementar la supervivencia y que la calidad de vida no se deteriore. Como decíamos antes, poner una balanza, las ventajas, los inconvenientes, intentar hacer eso, una cronificación del proceso el mayor tiempo posible que le permita al paciente vivir con buena calidad de vida.

Emilio Fonseca Sánchez, jefe del Servicio de Oncología del CAUSA

Emilio Fonseca Sánchez, jefe del Servicio de Oncología del CAUSA

- ¿Dónde se sitúa la oncología del CAUSA en el ámbito nacional, un hospital de referencia?

Sí, somos hospital de referencia para algunos tumores, no solamente el Servicio de Oncología, sino también de Hematología, de cirugía torácica, es decir, cirugía hepática donde se hace tratamientos y, entre ellos, algunos dirigidos hacia pacientes oncológicos. Pero además de eso, como Servicio de Oncología somos referentes también en el Consejo Genético de Castilla y León, y de los de Ávila, Zamora y del Bierzo, todos bien dirigidos. Estamos en todos los grupos cooperativos nacionales e internacionales. También estamos dentro de la Sociedad Española de Oncología Médica. De hecho, el doctor César Rodríguez es el vicepresidente y dentro de unos meses será el presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica. Será casualidad la circunstancia de que este año tendremos, por un lado, a César Rodríguez como presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica y a María Victoria Mateos, presidenta de la Sociedad Española de Hematología. Dos presidentes de dos grandes instituciones como son la de Hematología y de Oncología presididas por dos salmantinos miembros de este hospital.

Participamos en todos los foros y creo que el Servicio de Oncología está reconocido en la nación, y nuestra idea es seguir avanzando. En ese sentido, este servicio no solo tiene una atención sanitaria, sino también tiene una atención de investigación muy importante a través de nuestro nexo común con la Universidad de Salamanca, donde soy profesor titular de Medicina, y la que tenemos un Máster de Cuidados Paliativos que ya llevamos muchos años con él. Además, tenemos formación de residentes cada año. Es decir, abarcamos todas las áreas que se pueden esperar de un complejo asistencial universitario como es este.

- ¿Alguna puntualización más, doctor?

Creo, sobre todo, en lo que tenemos que hacer mucho hincapié es en la prevención, en modificar nuestros hábitos de vida. Tener una vida más saludable y seguir las indicaciones de someterse a los cribados, porque es fundamental. También nos puede disminuir, de una manera considerable, la incidencia con las vacunas cuando haya que ponerlas. Vacunas destinadas a evitar enfermedades que se pueden vencer, como la hepatitis B o la C, que pueden acabar en una cirrosis hepática, que es un carcinoma por ese tipo de hepatitis. Pero sobre todo los hábitos. No es de recibo que todavía sigamos viendo esta cantidad de gente tan fumadora y bebedora. Y estamos viendo, porque está muy claro cuando uno mira los países desarrollados y los países subdesarrollados, que los tipos de tumores han ido cambiando, mientras que nosotros los vamos incrementando. Hemos ido pasando de aquellos que teníamos más frecuentes, como era el cáncer de estómago, a que haya disminuido de una manera radical.

- ¿Por qué?

Pues porque en el cáncer de estómago estamos erradicando Helicobacter pylori, que es una bacteria que está en el estómago, lo que hace que la incidencia la hemos mejorado con el consumo de alimentos frescos y verduras, y hemos dejado los ahumados, las salazones, todas esas nitrosas minas que como la cecina y esos productos, que son buenos, pero que sí que pueden estar un poquito implicados. Hemos visto como esa incidencia que teníamos hasta hace no muchos años era muy alta, ha ido bajando y eso es porque hemos ido previniendo, hemos ido eliminando cosas que eran desencadenantes. Y eso lo tenemos que hacer con muchas otras cosas. Tenemos que disminuir el consumo del tabaco, porque los tumores derivados del tabaco suponen un volumen importante. Y si el consumo del alcohol, pues lo mismo. Si llevamos una alimentación con menos carne roja, menos productos procesados, es importantísimo porque sabemos la relación que existe en un porcentaje elevado de esas alteraciones o ese hábito con la aparición de determinados tumores, no de todos los tumores, pero sí de muchos.

No solamente esto, hay muchos más tumores que se relacionan también con los hábitos de alimentación. Creo que aparte de que los hábitos de alimentación son buenos, no solamente para la aparición de un cáncer de cualquier naturaleza, son buenos para el corazón, y lo tenemos que hacer. Y con todo eso, a lo mejor el día de mañana ya no tenemos que plantearnos tanto las dianas, porque hemos conseguido el objetivo fundamental, que es disminuir la incidencia y que aquellos que no podemos evitar conseguir evitarlos, no debemos conformarnos solo con tener algo que nos cure, si nos cura, estupendo, y cuanto más, mejor. Pero también disminuir la incidencia, prevenir la aparición, porque sabemos que son prevenibles, entonces, en la medida de lo posible, debemos tomar medidas de prevención.