Ecologistas en Acción presenta su informe de calidad del aire. Fotografía: ICAL

Ecologistas en Acción presenta su informe de calidad del aire. Fotografía: ICAL

Salamanca

Ecologistas en Acción sitúa a Salamanca como la ciudad más contaminada de Castilla y León

Según los datos de un informe de elaboración propia 

7 noviembre, 2021 17:27

J.M.A. / ICAL

Ecologistas en Acción situó este domingo a Salamanca como la ciudad más contaminada de Castilla y León, según los datos de un informe de elaboración propia realizado junto al colectivo Fridays for Future en siete de las nueve capitales de provincia de la Comunidad. En este sentido, el responsable del estudio en la capital salmantina, Felipe Yuste, explicó que los valores son “muy preocupantes”, especialmente en los lugares con mayor tráfico rodado como el paseo Canalejas, ubicación donde la organización citó a los medios.

Con un doble objetivo, los colectivos ambientalistas realizaron el estudio a fin de certificar así, de forma empírica, el grado de contaminación por dióxido de nitrógeno producido por el tráfico motorizado y, por otro lado, constatar la idoneidad de la ubicación de las estaciones de medición de la calidad del aire en Castilla y León. Así, a partir de esos datos, presentar alternativas a las administraciones públicas “para que se tomen en serio la salud de los ciudadanos y operen en consecuencia, tomando medidas para paliar el grado de contaminación”.

El paseo de Canalejas, ubicado en el centro de la capital salmantina, y una de las arterias principales para la circulación de vehículos, presenta “casi el doble” de la contaminación por dióxido de nitrógeno del límite que marca la legislación vigente. De hecho, según explicó Yuste, la OMS recomienda un límite de 20, la normativa lo eleva a 40 y en Canalejas hay 69,3 microgramos por metro cúbico de dicha sustancia.  

“Teniendo en cuenta que es un contaminante muy peligroso para la gente, especialmente la más vulnerable, como ancianos, niños o gente con problemas respiratorios o cardiovasculares, es una cuestión a tener muy en consideración”, reflexionó el responsable de Ecologistas en Acción en Salamanca, quien apuntó además que las medidas para luchar contra esta contaminación “son obvias”, tal y como demuestra el informe.  

Si bien Felipe Yuste reconoció que su estudio no tiene “el rigor científico deseable”, advirtió de que tampoco lo pretendían pues el objetivo era realizar una comparativa entre las mediciones de las estaciones oficiales y los datos recogidos a través de sus medidores, que están homologados, para contrastarlos. “Desgraciadamente, el caso que se nos hacen por parte de las instituciones es mínimo. Niegan la mayor”, lamentó el responsable en Salamanca de la organización ambientalista, respondiendo así al contraargumento de la Junta de Castilla y León, institución que tiene las competencias en este ámbito, sobre la falta de rigor científico del citado documento.  

En la capital del Tormes, según recordó, existen dos estaciones oficiales de medición. Una “de fondo” que está en el recinto de La Aldehuela, utilizada para comparar zonas donde casi no hay tráfico con zonas en las que sí lo hay, y ver cómo incide en la contaminación. “Nos hemos olvidado de ella porque, evidentemente, los datos que se van a dar allí son mínimos. Los normales para aquella zona”, manifestó. La otra está ubicada en un sitio con “tráfico mediano bajo”, en la calle La Bañeza. “Nosotros nos preguntamos por qué no se ponen las estaciones en el los lugares donde realmente hay tráfico para que midan esa contaminación, como ocurría antes”, advirtió.  

En este sentido, Yuste destacó que hace unos años las estaciones de medición del aire de Salamanca fueron cambiadas de ubicación porque los datos eran “excesivos”. “Pretendían hacer la política del avestruz. Quito las estaciones de aquí, las pongo donde no hay contaminación y a partir de ahora mis datos son excelentes”, ironizó. Así, “la Junta dice que el aire de Salamanca es lactescente, cosa que todos sabemos que no es”, matizó.

A pesar de que el Ayuntamiento de Salamanca no tiene competencias en cuanto a la elaboración de planes de calidad del aire, sí que las tiene respecto a la movilidad y el tráfico. Por eso, Ecologistas en Acción pide a los responsables municipales que actúen en esa materia. “No quieren hacernos caso, pero nos lo van a tener que hacer a corto plazo por imperativo legal porque la Ley de Cambio Climático les obliga. En vez de ir ganando tiempo y ahorrando disgustos a los ciudadanos y dinero a las arcas públicas a través de los tratamientos médicos, etcétera no se hace”, denunció Yuste, tras rechazar ayer la Corporación durante la celebración de la sesión ordinaria del pleno municipal una iniciativa presentada por Izquierda Unida en este sentido.  

Según los datos ofrecidos hoy por Yuste citando al Instituto Carlos III de Madrid, se estima que en Castilla y León se producen unas 7.000 muertes anuales relacionadas con la contaminación atmosférica. A nivel mundial, son 4,2 millones de personas, y a nivel europeo, entre 500.000 o 600.000, “Es un tema muy serio. Lo que pasa que sus consecuencias a corto plazo no se manifiestan y el ciudadano está ajeno a todo ello. Por eso queremos informar a la ciudadanía y que, en consecuencia, también presione o intente obligar a las instituciones a que tomen cartas en el asunto”, manifestó el responsable de Ecologistas en Acción.  

Preguntado por los planes municipales para implantar en la ciudad una infraestructura verde, a través de la estrategia denominada Savia, que incluye la creación de un corredor verde que atraviese el municipio, Yuste se mostró escéptico y apuntó ciertas dudas sobre su aplicación. “Hay un proyecto sobre la mesa que delata que se le ve la pinza a la bicicleta. Intentan enlazar la calle Ignacio Ellacuría con la carretera de la Fregeneda y, para ello, no se les ha ocurrido otra cosa que desdoblar la calzada y, para poner dos carriles adicionales, van a talar un montón de chopos y árboles de ribera que están allí, al lado del río, y que no le hacen ningún daño a nadie, todo lo contrario”.

Para Ecologistas en Acción, “es una idea peregrina en una zona en la que no hay prácticamente tráfico”, lo que “va en la dirección contraria de lo que se debería”. “Tenemos que limitar el tráfico de los vehículos a motor porque la quema de combustible fósil es la raíz de todo el problema. Qué más quisiéramos que el coche desapareciera y hubiera una preponderancia de otros medios de transporte, como las bicicletas. Pero aquí, por ejemplo, los días de lluvia la gente saca el coche antes que el paraguas y eso hay que cortarlo”, sentenció.